Frases de Amelia Barr
Es solamente en la tristeza que el mal tiempo nos domina; en la alegría nos enfrentamos a la tormenta y la desafiamos.
No hay rincón muy tranquilo, o demasiado lejos, para que una mujer tome la tristeza en él.
Pero ¿qué sabemos del corazón más cercana a la nuestra? ¿Qué sabemos de nuestro propio corazón?
El destino del amor es que siempre parece o demasiado o demasiado poco.
Pero el poder del amante es el poder del poeta. Podemos hacer el amor de todas las cadenas comunes con los que se encadenan en este mundo.
La vejez es el veredicto de la vida.
Los eventos están predestinados pero requieren poco manejo. Ellos mismos se pueden administrar. Se deslizan en su lugar mientras dormimos, y de repente nos damos cuenta de que lo que tememos a la ten...
Cuando los hombres se hacen a sí mismos en los brutos es solo para tratarlos como bestias.
Todos los cambios están más o menos teñidos de melancolía, porque lo que dejamos atrás es parte de nosotros mismos.
Se trata de pequeños hombres saben de las mujeres, sus sonrisas y sus lágrimas por igual son rara vez son lo que parecen.
Siempre es lo simple que produce lo maravilloso.
La gran diferencia entre los viajes no recae en los barcos, sino con la gente que te encuentras en ellos.
Lo inevitable siempre me ha encontrado preparado y lleno de esperanza.
Este mundo se ejecuta con demasiado apretada rienda para la suerte de intervenir. Fortune vende sus mercancías; ella nunca les da. En una u otra forma, tenemos que pagar por sus favores, o nos vamos ...
Ese es el gran error acerca de los afectos. No es el auge y caída de los imperios, el nacimiento y la muerte de los reyes, o la marcha de los ejércitos que se mueven la mayoría de ellos. Cuando con...
Aunque los científicos digan otra cosa, si quitamos lo sobrenatural de la vida, dejamos solo lo no natural.