¡Cuidado! Nuestros hijos nos miran.
Si pudieramos conocer el resultado de nuestras acciones antes de realizarlas, no existiría el arrepentimiento.
La humildad es la llave que abre todas las puertas.
Las estadísticas son al mundo lo que el poste al borracho. Sirven para sostenerlo, no para mejorarlo.
Sea fiel a sus instintos. ¡Son suyos!
Ningún error es peor que aquel que aún no cometimos.
La guerra es el arte de introducir trozos de metal en la carne humana.
Detrás de cada hombre con éxito hay una mujer que lo trata de inútil.
Cuídate de los espejos con mucha sed de imagen.
No hay despedidas más grandes que un regreso.
Los arquitectos tapan sus errores con enredaderas. Los médicos, con tierra.
Vale mas un amigo para consolar un pequeño dolor, que un ejército para defender un imperio.
Yo tengo la virtud de reconocer mis errores, y el error de reconocer mis virtudes.