Quien quiere de verdad quiere en silencio, con hechos y nunca con palabras
No intentes cambiar el mundo, intenta que el mundo no te cambie a ti
Cuando muera todo lo que es mio será tuyo, menos mis sueños
No creas todo lo que vean tus ojos... La imagen de la realidad que nos brindan nuestros ojos es solo una ilusión, un efecto óptico
Y a falta de palabras, me mordí la voz
Uno no sabe lo que es la sed hasta que bebe por primera vez
Odiar es un talento que se aprende con los años
Lo que cuenta a veces no es lo que se da, sino lo que se cede
Siempre he dicho que el ocio ablanda el espíritu. Hay que mantener el cerebro ocupado. Y si no se tiene cerebro, al menos las manos
La verdad no se encuentra, hijo. Ella lo encuentra a uno
Para cuando la razón entiende lo sucedido, las heridas en el corazón ya son demasiado profundas
Sonreí para mí. Incluso las peores noticias son un alivio cuando no pasan de ser una confirmación de algo que uno ya sabía sin querer saberlo
Y cuando sonríe incluso me parece que este cochino mundo tiene algo de futuro
No hay lenguas muertas sino cerebros aletargados
Si la gente pensara una cuarta parte de lo que habla, este mundo sería un paraíso
No hace falta que lo admita si eso pone en peligro su sentimiento de masculinidad. Ya sé que ustedes los hombres creen que el tamaño de su tozudez se corresponde con el de sus vergüenzas
Tiene usted mala cara. ¿De qué? De realidad
La vida suele brindarnos aquello que no buscamos en ella
Las palabras con que se envenena el corazón de un hijo, por mezquindad o por ignorancia, se quedan enquistadas en la memoria y tarde o temprano le queman el alma
Nadie pregunta por aquello que prefiere ignorar