Audacia no es imprudencia, ni osadía irreflexiva, ni simple atrevimiento. La audacia es fortaleza, virtud cardinal, necesaria para la vida del alma.
Cada vez estoy más persuadido: la felicidad del Cielo es para los que saben ser felices en la tierra.
También en estos tiempos, a despecho de los que niegan a Dios, la tierra está muy cerca del Cielo.
El plano de santidad que nos pide el Señor, está determinado por estos tres puntos: La santa intransigencia, la santa coacción y la santa desvergüenza.
¡Sé valiente! No te niegues a cortar todo lo que, aunque sea levemente, cause dolor a quien tanto te ama.
Donde no hay mortificación, no hay virtud.
Cuando el que manda es negativo y desconfiado, fácilmente cae en la tiranía.
Con la gracia de Dios, tú has de acometer y realizar lo imposible..., porque lo posible lo hace cualquiera.
Suponen los tontos, los desaprensivos, los hipócritas, que los demás son también de su condición... ?Y esto es lo penoso?, y como si lo fueran, los tratan.
Aunque parezca una paradoja, no rara vez sucede que, aquéllos que se llaman a sí mismos hijos de la Iglesia, son precisamente los que mayor confusión siembran.
La oración es el cimiento del edificio espiritual. La oración es omnipotente.
Si alguien se descaminara, le quedaría un remordimiento tremendo: sería un desgraciado. Hasta esas cosas que dan a la gente una relativa felicidad, en una persona que abandona su vocación se hacen ...
Trata a tu cuerpo con caridad, pero no con más caridad que la que se emplea con un enemigo traidor.
Oro, plata, joyas..., tierra, montones de estiércol. ?Goces, placeres sensuales, satisfacción de apetitos..., como una bestia, como un mulo, como un cerdo, como un gallo, como un toro. Honores, dist...
Que tu vida no sea una vida estéril. Sé útil. Deja poso. Ilumina, con la luminaria de tu fe y de tu amor.
El trabajo es la vocación inicial del hombre, es una bendición de Dios, y se equivocan lamentablemente quienes lo consideran un castigo.
La entrega es el primer paso de una carrera de sacrificio, de alegría, de amor, de unión con Dios. Y así, toda la vida se llena de una bendita locura, que hace encontrar felicidad donde la lógica ...
¿Viste cómo alzaron aquel edificio de grandeza imponente? ¡A fuerza de cosas pequeñas!
El mejor espíritu de sacrificio es la perseverancia en el trabajo comenzado: cuando se hace con ilusión, y cuando resulta cuesta arriba.
Las puertas del Opus Dei están abiertas de par en par para quienes se quieran marchar.