Si Jesús no hubiera sido crucificado, no sería Dios.
Los hombres que han cambiado el mundo no lo han conseguido remplazando a los gobernantes, sino siempre agitando a las masas.
La sabiduría más verdadera es una resuelta determinación.
Tranquilizar el espíritu es la mejor manera de curar el cuerpo.
Es intrínseco al carácter francés el exagerar, el quejarse y tergiversar los hechos cuando se está descontento.
Los hombre generalmente no pasan de criaturas adolescentes.
El ajedrez es un juego sin par; regio e imperial.
Es más fácil dejar de hablar de política que moderarse.
La Asamblea Constituyente cometió una gran tontería al abolir la nobleza, lo que humilla a todo el mundo. Yo he hecho algo mejor: he convertido en nobles a todos los franceses, todos pueden sentirse...
Una de mis grandes ideas había sido la unión, la concentración de los mismos pueblos geográficos que se disuelven y dividen. Me hubiera gustado hacer de estos pueblos un solo y mismo cuerpo nacion...
A los hombres se les debe gobernar con guante de acero dentro de guante de terciopelo.
La educación de una persona comienza dieciocho años antes de su nacimiento.
En la guerra, como en el amor, para llegar al objetivo es preciso aproximarse.
No tengo más que al pueblo y a los militares hasta el grado de capitán; el resto me temen, pero no puedo contar con ellos.
La grandeza de Mahoma está en haber conquistado la mitad del globo en diez años, mientras que el cristianismo necesitó trescientos para establecerse.
No es fácil emprender largas expediciones con franceses. ¡Francia es demasiado bella!.
Dos fuerzas guían al hombre, el miedo y el egoísmo.
El verdadero carácter siempre aparece en las grandes circunstancias.
En política, un absurdo no siempre es un obstáculo.
La guerra es un juego serio en el que uno compromete su reputación, sus tropas y su patria.