Reyes o gobernantes no son los que llevan cetro, sino los que saben mandar.
Si alguien busca la salud, pregúntale si está dispuesto a evitar en el futuro las causas de la enfermedad; en caso contrario, abstente de ayudarle.
Mi consejo es que te cases: si encuentras una buena esposa serás feliz, si no, te harás filósofo.
La ciencia humana consiste más en destruir errores que en descubrir verdades.
La mejor salsa es el hambre.
¿Quién capitulará más pronto: el que necesita las cosas difíciles o quien se sirve de lo que buenamente pueda hallar?
Si yo me hubiera dedicado a la política. ¡oh atenienses!, hubiera perecido hace mucho tiempo y no hubiese hecho ningún bien ni a vosotros ni a mí mismo.
Desciende a las profundidades de ti mismo, y logra ver tu alma buena. La felicidad la hace solamente uno mismo con la buena conducta.
Un hombre desenfrenado no puede inspirar afecto; es insociable y cierra la puerta a la amistad.
Yo solo sé que no sé nada.
La hermosura es una tiranía de corta duración.
La verdadera sabiduría está en reconocer la propia ignorancia.
El orgullo engendra al tirano. El orgullo, cuando inútilmente ha llegado a acumular imprudencias y excesos, remontándose sobre el más alto pináculo, se precipita en un abismo de males, del que no ...
Solo Dios es el verdadero sabio.
Yo soy un ciudadano, no de Atenas o Grecia, sino del mundo.
El grado sumo del saber es contemplar el por qué.
¿No te parece, que es una vergüenza para el hombre, que le suceda lo que a los más irracionales de los animales?
Decir que algo es natural, significa que se puede aplicar a todas las cosas.
Habla para que yo te conozca.
Solo sé que no sé nada.