Enrique heine ( 2 )
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Oh, lo que hay son de besos.
El comunismo tiene un lenguaje que todos los pueblos puedan comprender - sus elementos son el hambre, la envidia y la muerte.
No voy a decir que las mujeres no tienen ningún carácter, sino que tienen una nueva cada día.
En estos tiempos en que luchar por las ideas y los periódicos son nuestra fortaleza.
Para ser amado de todo corazón... hay que sufrir.
En las religiones anteriores se expresó el espíritu de la época a través del individuo y confirmado por milagros. En las religiones modernas, el espíritu se expresa a través de los muchos y conf...
La marcha nupcial siempre me recuerda a la música que se reproduce cuando los soldados van a la batalla.
Cuando se queman los libros, los hombres también, al final se queman.
La vida es una enfermedad; el mundo un gran hospital, y la muerte, el médico que nos cuida a todos
Los perfumes de las flores son sus sentimientos.
Dios nos ha dado la lengua para que podamos decir cosas amables a nuestros amigos y duras verdades a nuestros enemigos.
Bien mirados, todos nos ocultamos, completamente desnudos, en los vestidos que usamos.
Construye tu cabaña en el valle, pero nunca lo hagas en la cima.
Todo delito que no se convierte en escándalo no existe para la sociedad.
Hablar de locura de amor es un pleonasmo; el amor en sí ya es locura.
Los sabios emiten ideas nuevas; los necios las expanden.
Es muy fácil perdonar a nuestros enemigos cuando no tenemos los medios de aniquilarlos.
Donde se quiere a los libros también se quiere a los hombres.
Dios me perdonará: es su oficio.
Todavía no se ha descubierto la brújula para navegar en la alta mar del matrimonio.
La verdadera locura quizá no sea otra cosa que la sabiduría misma que, cansada de descubrir las vergüenzas del mundo, ha tomado la inteligente resolución de volverse loca.
Allí donde se queman los libros, se acaba por quemar a los hombres.
Si quieres viajar hacia las estrellas, no busques compañía.
Un amigo me preguntaba porqué no construíamos ahora catedrales como las góticas famosas, y le dije: "Los hombres de aquellos tiempos tenían convicciones; nosotros, los modernos, no tenemos más qu...
