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Sentía la soledad de muerte que llega al cabo de cada día de la vida que uno ha desperdiciado.
Incluso la muerte no debe ser temida por alguien que ha vivido sabiamente.
La muerte no es la pérdida más grande en la vida. La mayor pérdida es lo que muere dentro de nosotros mientras vivimos.
Si nos cruzamos de brazos seremos cómplices de un sistema que ha legitimado la muerte silenciosa.
De todos los beneficios que nos reporta la virtud, uno de los más grandes es el desprecio a la muerte.
Me gustaría vivir en Manchester, Inglaterra. La transición entre Manchester y la muerte sería imperceptible.
No perdiste a nadie, el que murió, simplemente se nos adelantó, porque para allá vamos todos. Además lo mejor de él, el amor, sigue en tu corazón.
La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es y cuando la muerte es, nosotros no somos.
La muerte no llega con la vejez, sino con el olvido.
La muerte es un momento, la vida muchos.
Vivir no es otra cosa que una resistencia inútil. El hombre sabio sabe que va a morir, pero vive y se resiste a la muerte tanto como puede..
La muerte nos iguala a todos. Es la misma para un hombre rico que para un animal salvaje.
La muerte es una vida vivida. La vida es una muerte que viene.
¿Qué es la muerte? Si todavía no sabemos lo que es la vida, ¿Cómo puede inquietarnos el conocer la esencia de la muerte?.
Después de todo la muerte es solo un síntoma de que hubo vida.
La muerte no es más que un sueño y un olvido.
No basta con pensar en la muerte, sino que se debe tenerla siempre delante. Entonces la vida se hace más solemne, más importante, más fecunda y alegre.
Con la muerte todo se acaba.
No comparto lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo.
La muerte es ese amigo que aparece en las fotografías de la familia, discretamente a un lado, y al que nadie acertó nunca a reconocer.
La muerte es el puerto de todos los dolores.
Sí, en el toreo está presente la muerte, pero como aliada, como cómplice de la vida: la muerte hace de comparsa para que la vida se afirme.
La muerte de cualquier hombre me disminuye, porque yo formo parte de la humanidad; por tanto nunca mandes a nadie a preguntar por quién doblan las campanas: doblan por ti.
Y he aquí la muerte, la muerte que siempre vuelve a empezar...
El segundo síntoma de la muerte de nuestros sueños son nuestras certezas.
Lo que hay después de la muerte, vida es, no muerte.
El miedo a la muerte es la única fuente de las religiones.
Una única muerte es una tragedia, un millón de muertes es una estadística.
Toda muerte es principio de una vida.
El que por su gusto muere, hasta la muerte le sabe.
La muerte es el comienzo de la inmortalidad.
La muerte es el último viaje, el más largo y el mejor.
La muerte tiene las piernas frías.
La muerte, para llamarla por su nombre, es la real finalidad de nuestra vida. Por ello es que de unos años a esta parte he hecho relación con esta verdadera amiga del hombre.
Todo en el universo está sujeto al cambio. Hay solo una excepción: la muerte siempre sigue a la vida.
...pues él no quiere más que mi muerte. Y yo no quiero más que mi vida.
No se muere dos veces si no se escapa de la muerte una vez.
Pero todo lo que uno desea, parace que por un burocratismo diabólico, se demora, aun la muerte.
Y en sueños confunde la muerte, la vida: recuerda y olvida, suspira, respira con hórrido afán.
Conviene vivir considerando que se ha de morir; la muerte siempre es buena; parece mala a veces porque es malo a veces el que muere.