Cien caricias no borran una bofetada.
José Narosky
Vivo de una sonrisa que usted no supo cuándo me donó.
La verdadera causa final reside en los seres inmóviles.
Fue Al Pasar
Yo creí que tus ojos anegaban el mundo...
Abiertos como bocas en clamor... Tan dolientes
que un corazón partido en dos trozos ardientes
parecieron... Fluían de tu rostro profundo
com...
No, soy yo, el que le da las gracias a usted...por haberla encontrado...