Una mañana sin ti es un amanecer disminuido.
Emily Dickinson
Una sola palabra basta para destruir la dicha de los hombres.
La inmortalidad es un subproducto de un buen trabajo.
A quién se haya apartado del mal, ya no deben hacérsele reproches
La naturaleza de las cosas ha dispuesto éstas de modo que, para vivir bien, no hace falta gran aparato: cada cual puede hacerse feliz a sí mismo.