Ninguno nace libre de vicios; y el hombre más perfecto es aquel que solo tiene los pequeños.
Horacio
Nunca olvido una cara pero con la suya voy a hacer una excepción.
No hay tonto más molesto que el ingenioso.
Los celosos son los primeros que perdonan, todas las mujeres lo saben.
Todo poder cae a impulsos del mal que ha hecho. Cada falta que ha cometido se convierte, tarde o temprano, en un ariete que contribuye a derribarlo.