Ni pidas a quien pidió, ni sirvas a quien sirvió.
Refrán
Puede considerarse bienaventurado y no pedir mayor felicidad el hombre que ha encontrado su trabajo.
Los charlatanes son los hombres más discretos: hablan y hablan y no dicen nada.
¡Dios mío, qué guapa estabas esta tarde cuando hablamos por teléfono!
El hombre debe ser siempre flexible como la caña, no rígido como el cedro.