Hicimos tantas guerras, y todo para que no nos pintaran la casa de azul.
Gabriel García Márquez
¿Me achacaríais como delito rechazar a una solterona cuando Vuestra Excelencia se permite soplarnos a todas las jóvenes?
Lo que agradó al príncipe tiene fuerza de ley.
Todas las pasiones tienen dos sentidos, Julieta: uno, muy injusto, en relación con la víctima; el otro, singularmente justo en relación con quien las ejerce.
Ama la verdad, pero perdona el error.