La sociedad no puede en justicia prohibir el ejercicio honrado de sus facultades a la mitad del género humano.
Concepción Arenal
En esta vida algunos hombres nacen mediocres, otros logran mediocridad y a otros la mediocridad les cae encima.
De haber escrito mi propio epitafio este hubiese sido: Tuve una riña de enamorados con el mundo.
La gente necesita, además de un cantante, canalizar su necesidad de un líder de ideas, pero yo no soy un político, yo canto, es mi trabajo.
A mí dadme lo superfluo, que lo necesario todo el mundo puede tenerlo.