Si todo hombre fuera juez, todos los hombres estarían locos
Fernando Pessoa
Me solian atrear los hombres que me mentían y que pensaban solamente en ellos mismos
Entonces siento que le entregué el alma a alguien que la trata como si fuera una flor para poner en el ojal, una pequeña condecoración para su vanidad, un adorno para un día de verano.
Siempre que sigas naciendo, esta bien morir a veces.
A dia de hoy podria decir que no se de donde vengo ni a donde voy