Los dioses no nos condenan, nos condenamos nosotros mismos con nuestras palabras y acciones.
Sherrilyn Kenyon
El propósito de la vida es ser devuelto al amor, momento a momento. Para alcanzar este propósito, el individuo debe reconocer que es absolutamente responsable de haber creado su vida tal cual es. De...
Había un tren y un niño tosiendo. Había nieve y una niña destrozada por el dolor.
No existen deberes innobles.
En su honor nunca me volveré a subir a un Fórmula Uno. Ha sido un maestro de su tiempo