Quiero vivir y morir en el ejército de los humildes, uniendo mis oraciones a las suyas, con la santa libertad del obediente.
Miguel de Unamuno
Al principio vienen necesariamente a la mente la fantasía y la fábula. Desfilan después lo cálculos matemáticos, y solo al final la realización corona el pensamiento.
Los que saben ocuparse en cualquiera lectura útil y agradable, jamás sienten el tedio que devora a los demás hombres en medio de las delicias.
El dinero se inventó para que sepamos exactamente cuanto debemos.
Solo el infortunio puede convertir un corazón de roca en un corazón humano.