Dios se deja conquistar por el humilde e rechaza la arrogancia del orgulloso.
Juan Pablo II
Mucho amor germina en la casualidad; tened siempre dispuesto el anzuelo, y en el sitio que menos lo esperáis encontraréis pesca.
El perdón, una de las pocas cosas que puedo dar a otros, sin tenerla para mi mismo.
Los hijos son tormento, y no otra cosa.
El que no se posee a sí mismo es extremadamente pobre.