Donde hay amor, no hay temor.
Refrán
Soneto Ii
Firme en la majestad y en la armonía
de su maravillosa arquitectura,
cuya seguridad serena y pura
es más fuerte que el tiempo y su porfía,
tu casi celestial topografía
alza la claridad...
Aunque personalmente me satisfaga que se hayan inventado los explosivos, creo que no debemos mejorarlos.
Los hombres y los reyes deben juzgarse por su actuación en los momentos críticos de sus vidas.
En los extremos todo es seguro, y si no lo es, seguro no llegó el extremo todavía.