Lo peor del pícaro es que las picardías que inventa son jocosas, caen simpáticas y parecen perdonables.
Gregorio Marañon
He preferido estudiar los libros que a los hombres.
En ocasiones pienso que el premio de quienes escribimos duerme, tímido y virginal, en el confuso corazón del lector más lejano.
Un erudito que no sea serio no inspirará respeto, y su sabiduría, por lo tanto, carecerá de estabilidad.
Por vida feliz hay que entender siempre "menos desdichada"; es decir, soportable. Y realmente, la vida no se nos ha dado para gozarla, sino para sufrirla, para pagarla.