Si dedicas 1 hora al día durante 20 años a pensar acerca de lo que es verdad, seguramente concluirás que no existe tal cosa.
Se aprende a necesitar, necesitando.
Cada uno dá lo que recibe y luego recibe lo que dá.
La verdadera actitud del hombre sabio es la espera.
Vivir sin esperanzas es dejar de vivir.