La tristeza no tiene fin, la felicidad sí
Vinicius de Moraes
Deseo que no hiciesen tanto daño a esa profesión que amo profundamente, que es la radio, pero están ahí... Hasta Satanás tiene derecho a vivir
Una vez logré esconder una de esas mismas cápsulas rojas bajo la lengua, hice ver que me la tragaba y después la abrí en el armario de las escobas. Por un instante, antes de que todo se convirtier...
El Ejecutivo desea que el estado sea feliz por la paz, fuerte por la unión y que sus hijos corten cada día una espiga más y lloren una lágrima menos
Lo peor del amor cuando termina, son las habitaciones ventiladas