Un cuadro no se acaba nunca, tampoco se empieza nunca, un cuadro es como el viento: algo que camina siempre, sin descanso.
Joan Miró
¿que diferencia hay para los muertos, los huérfanos y los refugiados que la loca destrucción venga bajo el nombre del totalitarismo o el sagrado nombre de la libertad y la democracia?.
Es parentesco sin sangre una amistad verdadera.
Un pueblo solo puede ser guiado por costumbres, no por saber.
A la piedra arrojada, no le importa caer ni subir.