El amor exige; la amistad concede.
Isabel de Rumania
Pero el poder de la instrucción es rara vez de mucha eficacia, con excepción de aquellas disposiciones felices en los que es casi superfluo.
Feliz el que reconoce a tiempo que sus deseos no van de acuerdo con sus facultades.
El rey y la reina hicieron las rondas después de la película. Se nos dijo cómo íbamos a responder, y nos quedamos en un semicírculo en el salón del cine, se dio la vuelta después de que el Rey,...
Creo que todo el mundo procede de dolor y una cierta cantidad de la disfunción.