Estoy feliz de haber hecho reír porque me ha mostrado por muchos el valor de la misma en tantas vidas, de muchas maneras.
Lucille Ball
¿No es triste que ir a la tumba sin preguntarse por qué naciste? ¿Quién, con ese pensamiento, no saltaría de la cama dispuestos a reanudar descubrir el mundo y regocijo de ser parte de ella?
Toco un hombre de 89 años de edad, cuya esposa tiene la enfermedad de Alzheimer en una película llamada 'Still'. Yo interpreto a un veterano de la Segunda Guerra Mundial, actué con mi hijo y se lla...
La convicción profunda de un hombre le substrae a los ataques del ridículo.
Feliz es el que sigue amando a algo que él amaba en el vivero: No se ha roto en dos por el tiempo, no es dos, sino uno, y él ha salvado no solo su alma, sino su vida.