El hombre es el fruto de lo eterno.
Alfonso Orantes
Podríais enterrarme en la voz de cualquier niño si tiene los pies descalzos y ha visto los volcanes.
Nuestras ilusiones no tienen límites, probamos mil veces la amargura del cáliz y, sin embargo, volvemos a arrimar nuestros labios a su borde.
La miseria seca el alma y los ojos además.
No tengo fe e la perfectibilidad humana. Creo que el esfuerzo humano no va a tener un efecto apreciable sobre la humanidad. El hombre es ahora más activo, no más feliz, ni más sabio, que lo que lo ...