Tengo que admirar profundamente a alguien para valorarlo como amigos.
Sylvia Plath
La religión es el reposo del alma, la esperanza. Es el bote salvavidas de los infelices.
El amor, a quien pintan, ciego es vidente y perspicaz porque el amante ve cosas que el indiferente no ve y por eso ama.
Por muy pequeña que sea, la mujer siempre le gana al diablo en astucia.
Casa sin mujer y barco sin timón, igual cosa son.