Tu derecho a voltaire. Encuentra docenas de tu derecho a voltaire con fotos para copiar y compartir.
No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo.
Pensad por cuenta propia y dejad que los demás disfruten del derecho a hacer lo mismo.
Lo que usted afirma me parece disparatado, pero defendería con mi vida su derecho a decirlo.
No comparto lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo.
Cada hombre, en el fondo de su corazón, tiene derecho a creerse enteramente igual a los demás hombres; de ello no se desprende que el cocinero de un cardenal deba ordenar a su amo que le haga la cen...
Un hombre solo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse.
Levántate derecho, hablan tus pensamientos, declarar la verdad tienes, para que todos puedan compartir, Sé valiente, proclamarlo en todas partes: Solo viven los que se atreven.
No estoy de acuerdo con lo que tiene que decir, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo.
Todo hombre tiene derecho a dudar de su tarea y a abandonarla de vez en cuando; lo único que no puede hacer es olvidarla.
En los pueblos libres el derecho ha de ser claro. En los pueblos dueños de sí mismos, el derecho ha de ser popular.
Me parece que me matan un hijo cada vez que privan a un hombre del derecho de pensar.
La libertad es el derecho que tienen las personas de actuar libremente, pensar y hablar sin hipocresía.
El orgullo de los mediocres consiste en hablar siempre de sí mismos; el orgullo de los grandes hombres es de no hablar nunca de ellos.
Una palabra mal colocada estropea el más bello pensamiento.
Yo no estoy de acuerdo con lo que usted dice, pero me pelearía para que usted pudiera decirlo.
El amor de mi hombre no conocerá el miedo a la entrega, ni temerá descubrirse ante la magia del enamoramiento en una plaza llena de multitudes. Podrá gritar -te quiero- o hacer rótulos en lo alto ...
Contra la razón augusta, nada. Sobre el deber de dar empleo a las fuerzas que puso en la mente la naturaleza, nada. Ni rey sobre el derecho político, ni rey sobre la conciencia. Por encima del hombr...
Ninguno debe obedecer a los que no tienen derecho a mandar.
La vida humana debe ser respetada y protegida de manera absoluta desde el momento de la concepción. Desde el primer momento de su existencia, el ser humano debe ver reconocidos sus derechos de person...
La nación tiene derecho a determinar libremente sus destinos. Tiene derecho a rganizarse como le plazca, naturalmente, siempre y cuando no menoscabe los derechos de otras naciones. Esto es indiscutib...
La vida no es solamente un derecho. Es, sobre todo un deber.
Al poder se sube casi siempre de rodillas. Los que suben de pie son los que tienen derecho a él.
Si la libertad significa algo, será, sobre todo, el derecho a decirle a la gente aquello que no quiere oír.
Las personas inteligentes tienen un derecho sobre las ignorantes: el derecho a instruirlas.
Si no somos corresponsables del pasado, tampoco tendremos derecho a reclamarnos legítimos propietarios del futuro.
La libertad es el derecho a hacer lo que las leyes permiten.
Nadie combate la libertad; a lo sumo combate la libertad de los demás. La libertad ha existido siempre, pero unas veces como privilegio de algunos, otras veces como derecho de todos.
Consentir que nos condecoren es reconocer al Estado o al principe el derecho de juzgarnos, ilustrarnos, etc.
Únicamente la obediencia tiene derecho al mando.
El que se pone de puntillas no puede sostenerse derecho.
La vejez es una condena sin derecho a recurso.
Conozco a alguien que tiene más espíritu que Napoleón, que Voltaire, que todos los ministros presentes y futuros: la opinión pública.
Amor mutante amigos con derecho y sin derecho de tenerte siempre, y siempre tengo que esperar paciente, el pedazo que me toca de tí.
La justicia, la igualdad del mérito, el trato respetuoso del hombre, la igualdad plena del derecho: eso es la revolución.
Nadie a la libertad tiene derecho, cuando no hace hábito y gala de respetar la libertad ajena.
Decimos una tontería y a fuerza de repetirla acabamos creyéndola.
Para encadenarlo (al pueblo) es preciso aparentar que se llevan las mismas cadenas que él.
La superstición es a la religión lo que la astrología es a la astronomía, la hija loca de una madre cuerda.
Hay que saber que no existe país sobre la tierra donde el amor no haya convertido a los amantes en poetas.
El que tiene miedo de la pobreza no es digno de ser rico.