Colección de pacoyo

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Serás mi amor por siempre, no importa que el tiempo vaya en contra, que los días terminen en la ansiada espera, que tu boca desconozca el sendero de mi cuerpo, que tu calor no abrigue mi frío.
¡Si nos amamos que importa que nos separe el mismo cielo!
Caerán despacio las hojas del calendario, diciembre trae en sus pasos la melancolía que se abraza a la nostalgia, y querré tenerte entre mis brazos, besarte el alma con ternura, disipar aquella extraña soledad que envuelve tu figura, recorrerte con mi risa, llenarte la mirada con los detalles hermosos, mientras te llevo de la mano al mismo cielo.
Y no entenderás mis miedos, romperás entonces el encanto, cayendo aquel crudo llanto del mismo cielo.
La tristeza volverá conmigo, callaré y diré que ese es mi destino.
Se irá tu nombre escondido entre el sabor dulce de mis labios, se irán conmigo los tantos sueños que escribí por ti a diario, pasos lentos, mirada extraviada, disimulo obligado que solamente el corazón entenderá.
No he de negarte lo mucho que te amo, ¿acaso serviría a mi corazón la hipocresía? ¿Mitigaría el dolor? – sería una blasfemia a este amor.
Serás mi amor por siempre, el destino tejió nuestros caminos en un encuentro, mientras en mi bolsa de retazos una agenda escrita, cargada de años, hace tan lento mí andar hasta tus brazos.
Diré que te amo, lloraré lo mucho que te extraño, esperaré paciente y si te marchas y el olvido lo haces tuyo, escribiré poemas de amor en mi gastado calendario.

pacoyo

Si cada vez que pienso en ti se apagara una estrella, el universo quedaría vacío.
Cuando estas entre mis brazos es como tener el mundo entre ellos.
Tus ojos, como de un relámpago me deslumbran, de su radiante belleza.
Si tus ojos solo vieran el fuego de este planeta, difícil que en mi te fijes hasta que la ceniza encienda y de negro te tizne.
El amor es como una abeja, primero te pica y luego te deja.
Si te tengo que regalar algo, te regalaría un espejo porque lo más bonito después de ti, es tu reflejo.
Si fueras una lágrima no lloraría, por miedo a perderte.
Te quiero y no te quiero son dos palabras iguales, te quiero, para ti y no te quiero, para nadie.
Si paso por tu lado y no te saludo no lo tomes como enojo que los amores que se quieren se saludan con los ojos.
Me gusta tu sonrisa, me gusta tu mirada, me gusta reconocer, que de mí estas enamorada.
La noche que voy a verte siempre voy con alegría, porque voy con la esperanza que tú tienes que ser mía.
Le pregunte a un ángel cual es el peor castigo y él respondió: amar y no ser correspondido.

Pacoyo

Muere lentamente quien no viaja,
quien no lee, quien no escucha música,
quien no halla encanto en si mismo.

Muere lentamente quien destruye su amor propio,
quien no se deja ayudar.

Muere lentamente quien se transforma en esclavo del habito, repitiendo todos los días los mismos senderos,
quien no cambia de rutina,
no se arriesga a vestir un nuevo color
o no conversa con desconocidos.

Muere lentamente quien evita una pasión
Y su remolino de emociones,
Aquellas que rescatan el brillo en los ojos
y los corazones decaidos.

Muere lentamente quien no cambia de vida cuando está insatisfecho con su trabajo o su amor,
Quien no arriesga lo seguro por lo incierto
para ir detrás de un sueño,
quien no se permite al menos una vez en la vida huir de los consejos sensatos ...
¡Vive hoy! - ¡Haz hoy!
¡Ariesga hoy!
¡No te dejes morir lentamente!
¡No te olvides de ser feliz!

Pablo Neruda