Autores

Populares

Recientes

Temáticas


Frases para Facebook

frases de amor

frases romanticas

frases cortas de amor

frases de desamor

te extraño

frases de despedida

poemas de desamor

frases para enamorar

frases tristes

frases de reflexion

frases de agradecimiento

frases lindas

frases de amistad

frases de aliento

frases para pensar

Abejas

Abejas. Encuentra docenas de abejas con fotos para copiar y compartir.


No es digno de saborear la miel aquel quien se aleja de la colmena por miedo a las picaduras de las abejas.


William Shakespeare


Es cierto que el amor conserva la belleza y que la cara de las mujeres se nutre de caricias, lo mismo que las abejas se nutren de miel.


Anatole France




Si la abeja desapareciera de la superficie del globo, al hombre solo le quedarían cuatro años de vida: sin abejas, no hay polinización, ni hierba, ni animales, ni hombres


Albert Einstein


Las abejas solo trabajan en la oscuridad; el pensamiento solo trabaja en el silencio; y la virtud, en el secreto


Maurice Maeterlinck


Los avaros son comparables a las abejas; trabajan como si fueran a vivir eternamente.


Demócrito


Debemos usar un libro como las abejas las flores: para absorver su esencia


Charles Caleb Colton




¿Qué somos? Me preguntaste una semana o un año después, ¿Hormigas, abejas, cifras equivocadas en la gran sopa podrida del azar? Somos seres humanos, hijo mío, casi pájaros, héroes públicos y secretos.


Roberto Bolaño


Rosas

En mi jardín hay rosas:
Yo no te quiero dar las rosas
que mañana...
mañana no tendrás.

En mi jardín hay pájaros
con cantos de cristal:
No te los doy,
que tienen alas para volar ...

En mi jardín abejas
labran fino panal:
¡Dulzura de un minuto...
no te la quiero dar!

Para ti lo infinito o nada;
lo inmortal o esta muda tristeza
que no comprenderás ...
La tristeza sin nombre de no tener que dar
a quien lleva en la frente algo de eternidad ...

Deja, deja el jardín...
No toques el rosal:
las cosas que se mueren
no se deben tocar.


Dulce María Loynaz


Soneto Del Amor Elemental

Te quiero así, mujer: sencillamente,
como quiere el pastor a sus ovejas,
el caminante a las encinas viejas
y el río matinal a su corriente.

Te amo como las casas a la gente
y como la colmena a las abejas,
y los ojos dormidos a las cejas
que vuelan en el cielo de la frente.

Voy a tu corazón como las olas
a los buques cargados de amapolas
y de maderas claras y sencillas.

Doy con tu beso al fin, con tu ternura,
como el río con toda la llanura
y la sed con el agua sin orillas.


Carlos Castro Saavedra




El Lecho

¡Oh soledad, mi soledad, aroma
de la muerte, naufragio
del contiguo vivir, cuchillo, llama,
que corta, quema el mundo y manos, voces
que el mundo alza como alambres para
tender los Paños, las banderas limpias
de la amistad!
¡Oh soledad, presagio
de la tierra movida o de la cal y el canto
clausurados!
La rueca
sigue girando al otro lado de la
cretona distendida como una piel que he puesto
a secar. y los ramos en que abejas,
mariposas quizá, se depositan
ajenas a esta caja donde busco
en vano el sueño.

¿Soy el mismo? El ala
de un instante separa esto que digo
de lo que dije cuando dije soy.
Y no hablemos del día: encontré piedras
sobre las que el silencio reposaba,
hojas secas, mojadas por el riego
de las nubes, vibrantes hojas verdes,
instrumentos ajados, entusiasmos
dormidos, humos, lenguas.

¡Oh soledad, mi soledad, la noche
no te abandona, el sueño se derrama
sobre el clamor atenazado! Vuelco
mi tristeza en las sábanas, abrigo
mi deseo de Dios entre los párpados,
y sigo tiritando de estar solo.

"Port-Royal" 1968


Alfonso Canales


Una casa sin hijos es una colmena sin abejas.


Victor Hugo


Las palabras son como las abejas, tienen miel y aguijón.


Proverbio Suizo


Nuestro ideal no llega a las estrellas, es sereno, sencillo; quisiéramos hacer miel como abejas, o tener dulce voz o fuerte grito, o fácil caminar sobre las hierbas o senos donde mamen nuestros hijos.


Federico García Lorca




Lo que siempre me ha gustado en el hombre es que, siendo capaz de construir Louvres, pirámides eternas y basílicas de San Pedro, pueda contemplar fascinado la celdilla de un panal de abejas o la concha de un caracol.


Georg Christoph Lichtenberg


Los libros son las abejas que llevan el polen de una inteligencia a otra.


James Russell Lowell


Amada Mía

Amada mía, amada en tiempos del primer arco iris
o allá en la creación junto a las primeras alas.

Desde la sangre de mi madre hacia ti vuelvo mi rostro.
Las abejas de mis almendros vuelan en torno de tus ojos.

Mi corazón, saeta gastada de noche en el cielo
atraviesa la paloma del día para borrarse en tu voz.

Alargas en tus ojos los hondos paralelos
mientras la mañana se eleva de tus brazos.

Te llevaré en la ola de mis venas
así como el cielo lleva su largo temblor de pájaros.

La tierra gira, mi amiga, en un rincón de tus ojos.
El viento distancia estrellas detrás de tu cabellera.


Ángel Cruchaga


Árbol de Sangre

Esta herida me duele con dolor deleitoso.
Abierta como un surco, en su fondo germina
semilla amarga y dulce que ha de erguirse, callada,
en el tronco de fuerza y en la rama florida.

Árbol gigante y bello que juega con las nubes:
su cabellera densa, peinada por la brisa,
esconderá el arrullo de la paloma viuda
y el primor delicado de la frágil orquídea.

Llegarán en bandadas mariposas de junio,
han de libar sus mieles abejas bailarinas
y en la quietud nocturna, luciérnagas fugaces
mecerán en las hojas sus tenues candelitas.

Será la casa oculta del animal huraño,
ha de lamer la bestia su raíz retorcida
y quebrando jornadas el viajero del mundo
apoyará en su tronco la carga de fatiga.

Rumoroso de trinos y adornado de gajos,
meciendo bajo el sol frescura de caricia,
con sus ventanas verdes por donde el cielo pasa
y en la corteza dura cicatrices perdidas;

recogerá los ecos de músicas errantes,
vibrando como un arpa que se toca a sordina;
y cuando suene el grito de la tormenta loca
abrigará los miedos que en soledad palpitan.

Su savia de dolor, potente y victoriosa,
multiplicada en cantos, trocada en gallardía,
empinada al azul y en el lodo sembrada,
ha de ofrendarse a todos en dádiva sencilla.

Y tal vez una tarde, cuando estés viejo y solo,
y en el recuerdo se abran puertas de lejanía,
te ha de llegar un soplo de fragancia olvidada...
¡Sangre transfigurada en florescencia viva!


Claudia Lars


El aire Del jardín

Cansado llegue a mi casa cene y me dormí soñaba con El aire del jardín del fondo de casa , miraba Asia las rosas como las abejas que volaban sacaban el polen de las rosas me detuve a oler el perfume hermoso que
Me encanto de repente se posó una mariposa que volaba quise sacarle una foto y la mariposa remonto vuelo mientras yo disfrutaba del aire del jardín observe como un colibrí revoleteaba por el jardín y se paró en unos de los canteros que ahí se encuentran los claveles rojos a mí me provoco una alegría inmensa tome mi cámara y grave un video fue un momento de mucha emoción el colibrí tomo un clavel rojo y luego abrí mi mano descendió dejándome el clavel rojo en mi mano como señal de cariño. Del cielo un canario se paró sobre el jazmín con sus pétalos blancos y el canario cantaba sin parar me acerque tome en mis manos al canario lo acariciaba suavemente y descubrí que su cantar me hacía feliz lo puse en una jaula pajarera le di agua y comida y el canario se tranquilizó y luego seguiò con su canto.
Me di cuenta que el aire del jardín era lo que yo necesitaba para descansar, luego desperté del sueño y sin perder el tiempo me fui al fondo de mi casa a respirar el aire del jardín que tan lindo estaba


juan anzorena


La religión era casi muerto porque no había la creencia más real en la vida futura, pero algo estaba luchando para tomar su lugar - servicio - servicios sociales - el credo hormigas, el credo abejas.


John Galsworthy


La gente habla de mumblecore pero prefiero bumblecore películas, abeja hiper-realistas acerca de cómo las abejas son en realidad.


Mindy Kaling


Usted nunca ha visto la muerte? Mírate en el espejo todos los días y usted lo verá como las abejas que trabajan en una colmena de cristal.


Jean Cocteau


Una persona que es demasiado bonito un observador de los asuntos de la gente, como el que es muy curioso en la observación del trabajo de las abejas, a menudo se picó su curiosidad.


Alexander Pope


Lo que no es bueno para la colmena no puede ser bueno para las abejas.


Marco Aurelio


Golondrinas han desaparecido, las abejas se están muriendo a causa de los pesticidas que debería haber sido prohibidos hace mucho tiempo - es un escándalo.


Brigitte Bardot


Para hacer una pradera que se necesita un trébol y una abeja, un trébol y una abeja, y ensueño. El ensueño solo va a hacer, si las abejas son pocos.


Emily Dickinson


Tu-tu -

Su sombra es la luz del sol en una placa de plata;

Sus pasos, la siembra - lugar de lirios ;

Sus manos se movían , un carillón de campanas a través de un aire sin viento.



El movimiento de las manos es la carrera de larga , de oro de la luz de un sol naciente ;

Es el salto de las aves en un jardín de la ruta .



Como el perfume de junquillos , que saldrán en la mañana.

Los caballos jóvenes no son más súbita que sus pensamientos ,

Sus palabras son las abejas alrededor de un árbol de pera,

Su fantasías son las avispas rayas doradas y negras que zumban entre las manzanas rojas.

Yo bebo tus labios ,

Yo como la blancura de sus manos y pies .

Mi boca está abierta ,

Como un nuevo frasco estoy vacío y abierto.

Como el agua blanca es usted quien llena el cáliz de mi boca,

Como un torrente de agua atestada de lirios.



Usted está congelado como las nubes ,

Estás lejos y dulce como las nubes altas .

Me atrevo a llegar a usted,

Me atrevo a tocar el borde de su brillo.

Me salto más allá de los vientos ,

Clamo y pido auxilio ,

Para mi garganta tiene mucho interés como una espada

Afilado en una piedra de afilar de marfil.

Mi garganta se canta la alegría de mis ojos ,

La alegría corriendo de mi amor.



¿Cómo ha caído el arco iris en mi corazón ?

¿Cómo he atrapado a los mares se encuentran en los dedos

Y cogimos el cielo para ser una cubierta para la cabeza?

¿Cómo ha venido a morar conmigo ,

Me rodeando con los cuatro círculos de su ligereza místico,

Así que yo digo "¡Gloria! ¡Gloria! " Y el arco antes de

En cuanto a un santuario ?



¿Me burlo de mí mismo que mañana es mañana y un día después ?

¿Si creo que el aire de condescendencia ,

La tierra de la cortesía,

Cielo de gran ayuda que merece las gracias?

Así que - aire -tierra- cielo -

No gracias,

Yo te llevo ,

Yo vivo.

Y esas cosas que yo digo , en consecuencia,

Están rubíes Mortised en una puerta de piedra.


Amy Lowell




Hay ciertas actividades que, si no totalmente poético y verdadero, no al menos sugieren una relación más noble y más fino de la naturaleza de lo que sabemos. El mantenimiento de las abejas, por ejemplo.


Henry David Thoreau


Es maravilloso para mí que las abejas tienen esta cosa simple, antigua pasando.


Peter Fonda


La forma monárquica de gobierno es natural a los hombres como lo es a las abejas, a las hormigas, a las aves migratorias, a los elefantes, a los lobos y a otros animales, todos los cuales designan a uno de ellos para que dirija sus actividades


Arthur Schopenhauer


Anoche cuando dormía

Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusiòn!,
que una fontana fluía
dentro de mi corazòn.
Di: ¿por qué acequia escondida,
agua, vienes hasta mí,
manantial de nueva vida
en donde nunca bebí?

Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusiòn!,
que una colmena tenía
dentro de mi corazòn;
y las doradas abejas
iban fabricando en él,
con las amarguras viejas,
blanca cera y dulce miel.

Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusiòn!,
que un sol ardiente lucía
dentro de mi corazòn.

Era ardiente porque daba
calores de rojo hogar,
y era sol porque alumbraba
y porque hacía llorar.

Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusiòn!,
que era Dios lo que tenía
dentro de mi corazòn.


Antonio Machado


Así que desandaría el camino que había recorrido, recorrería hacia atrás todo lo que había avanzado, cruzando marisma resecas y lóbregas, sobrepasando al sargento feroz en el puente, atravesaría el pueblo bombardeado, seguiría a lo largo de la cinta de la carretera los kilómetros de onduladas tierras de labranza, buscando el camino a la izquierda en el lindero del pueblo, enfrente de la zapatería, y tres kilómetros más allá saltaría la alambrada de púas y cruzaría los bosques y los campos hasta la estancia de una noche en la granja de los hermanos, y al día siguiente, a la amarilla luz de la mañana, siguiendo el balanceo de pequeños valles y arroyuelos y enjambres de abejas y tomaría el sendero en cuesta que llevaba a la triste casona junto al ferrocarril. Y el árbol. Recoger del barro los andrajos de ropa quemada y rayada, los jirones del pijama y luego descolgarle, al pobre chico pálido, y hacerle un entierro decente. Un chico guapo.


Ian McEwan