Afuera
Afuera. Encuentra docenas de afuera con fotos para copiar y compartir.
Tu visión devendrá mas clara solamente cuando mires dentro de tu corazón... Aquel que mira afuera, sueña. Quién mira en su interior, despierta.
Carl Jung
El cielo se gana por favores. Si fuera por méritos usted se quedaría afuera y su perro entraría.
Mark Twain
Carson Daly me dijo 'Mira afuera', así que me asomé y ahí estaba una chica con un cartelón enorme que decía 'Nada se interpone entre Harry Potter y yo'. ¡Estaba usando solamente una toalla! Es algo que marcó mi vida.
Daniel Radcliffe
Afuera no hay canto de pájaros, y dentro un silencio sofocante se cierne sobre todos y todas las cosas, y parece arrastrarme hacia un abismo.
Ana Frank
Y dale alegría, alegría a mi corazón, afuera se irán la pena y el dolor. Y ya verás, las sombras que aquí estuvieron ya no estarán.
Fito Páez
¡Si uno se mirase desde afuera sin piedad, sin llorar, sin bondad, sin jamás dejarse engañar!
Fito Páez
México está dormido, pero es un gigante. Un gigante dormido. No quiero ni pensar qué va a suceder cuando despierte… cuando el gigante despierte se irá afuera la hipocresía, la farsa, todo aquello que hace de México un país pobre
Chavela Vargas
Creyó que aquellas voces y aquel nombre habíanlos pronunciado todos los demonios del infierno, difundidos invisibles por los aires, y volvió a donde estaba, y oyó nueva algazara de mujeres chillonas... Y, mirando para arriba, vio un bulto, una mujer con la cara tapada... Dudoso estuvo entre huir campos afuera o quedarse para ver la hembra descolgada, a quien el pueblo, bullicioso, nombraba y denostaba al propio tiempo, juntando el nombre y los insultos.
Benito Pérez Galdós
Afuera los pibes en la ciudad, creo que no sueñan, no sueñan más. No quiero dólares nena, vuelvo a casa a soñar con vos. Y en casa grito: me hundo, me hundo, me hundo.
Fito Páez
Los chinos, incluso los no muy ricos, tienen amantes. Las esposas lo saben. Así están tranquilas: cuando tienen mujeres afuera siempre vuelven a casa
Marguerite Duras
Dejen a los muertos en paz, si los que están adentro no pueden salir y los que estamos afuera no queremos entrar
MarÃa Félix
Existir es emerger desde adentro hacia afuera. Yo me coloco fuera y en ese momento existo. Lo que existe es lo que coloco fuera de mí, ¿qué coloco fuera de mí?: mi propio ser. Saco de mi todo lo que existe, sacándome frente a mí mismo
Horst Matthai Quelle
Yo no estoy atado a la guitarra, la guitarra me ha librado y ha sacado mi personalidad afuera; Yo sin la guitarra sería un introvertido para toda la vida, ya que no tengo otra forma de expresión que no sea la guitarra.
Paco de LucÃa
Sera de inconscientes que a nosotras jamas se nos paso por la cabeza ningún tipo de censura, pero nada. Nunca nos imaginamos que a alguien se le iba a ocurrir censurarnos porque vamos a cantar Mujer contra Mujerque es una historia de amor entre dos mujeres. O que es como un tercero la ve, porque no es una historia de amor, la letra habla de como un tercero, de afuera, ve esa relación. En absoluto.
Celeste Carballo
Porque ahora soy huérfano. No tengo trabajo ni a nadie que me quiera. Y me duelen las tripas y me estoy muriendo de adentro hacia afuera.
Chuck Palahniuk
Soy optimista. Ya no veo gente aceptando pensamientos incoherentes en el mundo. El cambio no está en que la gente ya no dice cosas estando desinformada. El cambio está en que si tienes poder y dices cosas estando desinformado, hay gente ahí afuera con suficiente voz que te pondrá en tu lugar por haberlo hecho.
Neil DeGrasse Tyson
Una de las cosas que más me sorprenden es que hay un montón de dinero y de recursos ahí afuera para realizar proyectos, pero muy poca gente ahí fuera tratando de realizarlos
Larry Page
La nostalgia de mi pago me pone triste el acento. Viene de allá, campo afuera, y se me va pecho adentro.
Juan Cunha
Tu piel me atrae con la gravedad de todo el cosmos que afuera sufre su negra eternidad impenetrable.
Gioconda Belli
Sábados
Afuera hay un ocaso, alhaja oscura
engastada en el tiempo,
y una honda ciudad ciega
de hombres que no te vieron.
la tarde calla o canta.
Alguien descrucifica los anhelos
clavados en el piano.
Siempre, la multitud de tu hermosura.
A despecho de tu desamor
tu hermosura
prodiga su milagro por el tiempo.
Está en ti la ventura
como la primavera en el hoja nueva.
Ya casi no soy nadie,
soy tan solo ese anhelo
que se pierde en la tarde.
En ti está la delicia
como está la crueldad en las espadas.
Afuera hay un ocaso, alhaja oscura
engastada en el tiempo,
y una honda ciudad ciega
de hombres que no te vieron.
la tarde calla o canta.
Alguien descrucifica los anhelos
clavados en el piano.
Siempre, la multitud de tu hermosura.
A despecho de tu desamor
tu hermosura
prodiga su milagro por el tiempo.
Está en ti la ventura
como la primavera en el hoja nueva.
Ya casi no soy nadie,
soy tan solo ese anhelo
que se pierde en la tarde.
En ti está la delicia
como está la crueldad en las espadas.
Jorge Luis Borges
Asombro
Me asombran las hormigas que al ir vienen
tan seguras de sí que me dan miedo
porque están donde van sin más preguntas
y aunque asomos de vida son perfectas
si minúsculas máquinas que saben
el dónde y el adónde que les toca
y a la muerte la ignoran como a nada
si no fuese tan útil instrumento
con que hacer de lo inerme nueva vida.
Pero aunque agrande su minucia viva
el azoro redondo en que las miro
y me apena que no se sepan nunca
tal como son en su afanarse oscuro
ya tan inmemorial como la Tierra
más me asombra mi pena y me convence
de que saberse el ser bien que la vale
aun cuando el precio sea tan alto como
el enorme silencio de allá afuera.
Me asombran las hormigas que al ir vienen
tan seguras de sí que me dan miedo
porque están donde van sin más preguntas
y aunque asomos de vida son perfectas
si minúsculas máquinas que saben
el dónde y el adónde que les toca
y a la muerte la ignoran como a nada
si no fuese tan útil instrumento
con que hacer de lo inerme nueva vida.
Pero aunque agrande su minucia viva
el azoro redondo en que las miro
y me apena que no se sepan nunca
tal como son en su afanarse oscuro
ya tan inmemorial como la Tierra
más me asombra mi pena y me convence
de que saberse el ser bien que la vale
aun cuando el precio sea tan alto como
el enorme silencio de allá afuera.
Eliseo Diego
Nocturno
Tengo esta noche las manos negras, el corazón sudado
como después de luchar hasta el olvido con los ciempiés del humo.
Todo ha quedado allá, las botellas, el barco,
no sé si me querían, y si esperaban verme.
En el diario tirado sobre la cama dice encuentros diplomáticos,
una sangría exploratoria lo batió alegremente en cuatro sets.
Un bosque altísimo rodea esta casa en el centro de la ciudad,
yo sé, siento que un ciego está muriéndose en las cercanías.
Mi mujer sube y baja una pequeña escalera
como un capitán de navío que desconfía de las estrellas.
Hay una taza de leche, papeles, las once de la noche.
Afuera parece como si multitudes de caballos se acercaran
a la ventana que tengo a mi espalda.
Tengo esta noche las manos negras, el corazón sudado
como después de luchar hasta el olvido con los ciempiés del humo.
Todo ha quedado allá, las botellas, el barco,
no sé si me querían, y si esperaban verme.
En el diario tirado sobre la cama dice encuentros diplomáticos,
una sangría exploratoria lo batió alegremente en cuatro sets.
Un bosque altísimo rodea esta casa en el centro de la ciudad,
yo sé, siento que un ciego está muriéndose en las cercanías.
Mi mujer sube y baja una pequeña escalera
como un capitán de navío que desconfía de las estrellas.
Hay una taza de leche, papeles, las once de la noche.
Afuera parece como si multitudes de caballos se acercaran
a la ventana que tengo a mi espalda.
Julio Cortázar
El Futuro
Y se muy bien que no estarás.
No estarás en la calle
en el murmullo que brota de la noche
de los postes de alumbrado,
ni en el gesto de elegir el menú,
ni en la sonrisa que alivia los completos en los subtes
ni en los libros prestados,
ni en el hasta mañana.
No estarás en mis sueños,
en el destino original de mis palabras,
ni en una cifra telefónica estarás,
o en el color de un par de guantes
o una blusa.
Me enojaré
amor mío
sin que sea por ti,
y compraré bombones
pero no para ti,
me pararé en la esquina
a la que no vendrás
y diré las cosas que sé decir
y comeré las cosas que sé comer
y soñaré los sueños que se sueñan.
Y se muy bien que no estarás
ni aquí dentro de la cárcel donde te retengo,
ni allí afuera
en ese río de calles y de puentes.
No estarás para nada,
no serás mi recuerdo
y cuando piense en ti
pensaré un pensamiento
que oscuramente trata de acordarse de ti.
Y se muy bien que no estarás.
No estarás en la calle
en el murmullo que brota de la noche
de los postes de alumbrado,
ni en el gesto de elegir el menú,
ni en la sonrisa que alivia los completos en los subtes
ni en los libros prestados,
ni en el hasta mañana.
No estarás en mis sueños,
en el destino original de mis palabras,
ni en una cifra telefónica estarás,
o en el color de un par de guantes
o una blusa.
Me enojaré
amor mío
sin que sea por ti,
y compraré bombones
pero no para ti,
me pararé en la esquina
a la que no vendrás
y diré las cosas que sé decir
y comeré las cosas que sé comer
y soñaré los sueños que se sueñan.
Y se muy bien que no estarás
ni aquí dentro de la cárcel donde te retengo,
ni allí afuera
en ese río de calles y de puentes.
No estarás para nada,
no serás mi recuerdo
y cuando piense en ti
pensaré un pensamiento
que oscuramente trata de acordarse de ti.
Julio Cortázar
Lo extraño…
Extraño su forma de ser
Extraño su forma de hacerme reír
Extraño su forma de hacerme enojar
Extraño la forma en la que me robaba un beso
Extraño su forma de decir “te quiero”
Extraño la forma en la que mi mano se acomodaba en la suya
Extraño sus abrazos
Extraño cada beso
Extraño cada mirada
Extraño su forma de quejarse de algo
Extraño la forma en la que me miraba cuando hablaba
Extraño la forma en la que adivinaba cuando algo malo me sucedía
Extraño la forma en la que me arremedaba
Extraño cuando se le pegaban frases mías y las repetía una y otra vez
Extraño la forma en la que adivinaba cuando quería algo
Extraño su forma de como saber lo que me gustaba
Extraño su forma de saber cuándo lo necesitaba
Extraño su forma de decir “te amo”
Extraño su risa
Extraño ver la forma en la que su cara cambiaba de color cuando estaba apenado
Extraño su forma de escribir en Messenger
Extraño su olor
Extraño poner mi cabeza sobre su pecho
Extraño su raro corte de cabello
Extraño ir a los partidos de football con el
Extraño ver películas en su casa
Extraño las tontas peleas
Extraño verlo recargado afuera de mi casa
Extraño la forma en la que me salvaba de situaciones incomodas
Extraño los mensajes a escondidas
Extraño las llamadas a media noche
No solo extraño a un novio
Extraño a mi mejor amigo
Extraño a un hermano
Extraño todo lo que tenga que ver con el
Lo quiero
Lo necesito
Lo quise incluso llegue a amarlo
Lo extraño…
Extraño su forma de ser
Extraño su forma de hacerme reír
Extraño su forma de hacerme enojar
Extraño la forma en la que me robaba un beso
Extraño su forma de decir “te quiero”
Extraño la forma en la que mi mano se acomodaba en la suya
Extraño sus abrazos
Extraño cada beso
Extraño cada mirada
Extraño su forma de quejarse de algo
Extraño la forma en la que me miraba cuando hablaba
Extraño la forma en la que adivinaba cuando algo malo me sucedía
Extraño la forma en la que me arremedaba
Extraño cuando se le pegaban frases mías y las repetía una y otra vez
Extraño la forma en la que adivinaba cuando quería algo
Extraño su forma de como saber lo que me gustaba
Extraño su forma de saber cuándo lo necesitaba
Extraño su forma de decir “te amo”
Extraño su risa
Extraño ver la forma en la que su cara cambiaba de color cuando estaba apenado
Extraño su forma de escribir en Messenger
Extraño su olor
Extraño poner mi cabeza sobre su pecho
Extraño su raro corte de cabello
Extraño ir a los partidos de football con el
Extraño ver películas en su casa
Extraño las tontas peleas
Extraño verlo recargado afuera de mi casa
Extraño la forma en la que me salvaba de situaciones incomodas
Extraño los mensajes a escondidas
Extraño las llamadas a media noche
No solo extraño a un novio
Extraño a mi mejor amigo
Extraño a un hermano
Extraño todo lo que tenga que ver con el
Lo quiero
Lo necesito
Lo quise incluso llegue a amarlo
Lo extraño…
thelove
-D E S P E D I D A-
A llegado el día más difícil, despedir a los niños que terminan la etapa en este jardín materno infantil, si digo mi emoción, no sabría expresarme, porque es extraño, tristeza y a su vez alegría, el saber que se nos van, luego de haber compartido no solo este ultimo año, sino que algunos desde sus primeros meses en este lugar, y a su vez saber que hemos alcanzado la meta impuesta, ya se encuentran preparados para continuar la próxima etapa de sus pequeñas vidas , la escuela primaria. Como madre cuidadora de la sala de cuatro años, he intentado a través de sencillas palabras, pronunciarles una despedida:
----------------------------------------------------------
Como los rayos del sol, al amanecer, llegaron a nuestro jardín, iluminando de a poco nuestros corazones, todas somos madres, hermanas tías, pero algunos con solo cuatro meses de vida, fue distinto, otra alegría.
De a poco fueron creciendo, sus mañas fuimos haciendo, algunos parecían Maradona y no soy exagerada porque solo, la pelota, los calmaba.
Unos Sarmiento, parecían, porque la lluvia no los paraba, otro su madre contaba que varias veces no lo encontraba, porque al jardín se escapaba y frente a la reja decía ¿ porque está cerrado, hoy no tenemos guardería?.
Todos tienen cualidades, al principio me llamo la atención una niña, que no hablaba, después no sabía qué hacer para que callara, otra es toda una señora no sale afuera, si no tiene su cartera y tengo un imitador habla como los dibujitos, es todo encanto y amor, lo único a todo le tiene temor.
No solo en mi hogar tengo mañosos, cuando no estoy en la sala, o porque no puedo concurrir, a su casa se quiere ir, otra me trae flores y si no me encuentra se pone a sollozar, hasta hacerme por teléfono llamar, también tengo un ayudante para la cocina parece quiere cocinar, pero hasta ahora solo las tazas aprendió a lavar, y otro nunca las cosas hacer podía, hasta para atarse los cordones ayuda pedía.
Su aprendizaje es muy bueno y queda como recuerdo, cuando una madre cuidadora dijo “este chico tiene futuro”, “ya aprendió bien las palabras con P”, lástima que no fue la que todas esperábamos, “no es para que lo digas a los cuatro vientos” repetía; si es la que se imaginan, la que con fruta rima.
Buscamos un nombre para el jardín, todos colaboraron y en el concurso gano “Rinconcito de Luz”, porque tal vez tengan razón, somos un rinconcito y todos los niños y niñas que pasan por acá son la Luz, que nos iluminan cada día, y nos ayudan a ser buenas madres y mejores personas, somos como un nido para los pichones, y hoy les crecieron las alas, así que van a volar, y se llevaran nuestro cariño, mimos y retos; Nos queda para siempre grabada sus sonrisas encantadoras, y no olviden si tienes miedo, duda, acá estaremos siempre sus madres cuidadoras.-
A llegado el día más difícil, despedir a los niños que terminan la etapa en este jardín materno infantil, si digo mi emoción, no sabría expresarme, porque es extraño, tristeza y a su vez alegría, el saber que se nos van, luego de haber compartido no solo este ultimo año, sino que algunos desde sus primeros meses en este lugar, y a su vez saber que hemos alcanzado la meta impuesta, ya se encuentran preparados para continuar la próxima etapa de sus pequeñas vidas , la escuela primaria. Como madre cuidadora de la sala de cuatro años, he intentado a través de sencillas palabras, pronunciarles una despedida:
----------------------------------------------------------
Como los rayos del sol, al amanecer, llegaron a nuestro jardín, iluminando de a poco nuestros corazones, todas somos madres, hermanas tías, pero algunos con solo cuatro meses de vida, fue distinto, otra alegría.
De a poco fueron creciendo, sus mañas fuimos haciendo, algunos parecían Maradona y no soy exagerada porque solo, la pelota, los calmaba.
Unos Sarmiento, parecían, porque la lluvia no los paraba, otro su madre contaba que varias veces no lo encontraba, porque al jardín se escapaba y frente a la reja decía ¿ porque está cerrado, hoy no tenemos guardería?.
Todos tienen cualidades, al principio me llamo la atención una niña, que no hablaba, después no sabía qué hacer para que callara, otra es toda una señora no sale afuera, si no tiene su cartera y tengo un imitador habla como los dibujitos, es todo encanto y amor, lo único a todo le tiene temor.
No solo en mi hogar tengo mañosos, cuando no estoy en la sala, o porque no puedo concurrir, a su casa se quiere ir, otra me trae flores y si no me encuentra se pone a sollozar, hasta hacerme por teléfono llamar, también tengo un ayudante para la cocina parece quiere cocinar, pero hasta ahora solo las tazas aprendió a lavar, y otro nunca las cosas hacer podía, hasta para atarse los cordones ayuda pedía.
Su aprendizaje es muy bueno y queda como recuerdo, cuando una madre cuidadora dijo “este chico tiene futuro”, “ya aprendió bien las palabras con P”, lástima que no fue la que todas esperábamos, “no es para que lo digas a los cuatro vientos” repetía; si es la que se imaginan, la que con fruta rima.
Buscamos un nombre para el jardín, todos colaboraron y en el concurso gano “Rinconcito de Luz”, porque tal vez tengan razón, somos un rinconcito y todos los niños y niñas que pasan por acá son la Luz, que nos iluminan cada día, y nos ayudan a ser buenas madres y mejores personas, somos como un nido para los pichones, y hoy les crecieron las alas, así que van a volar, y se llevaran nuestro cariño, mimos y retos; Nos queda para siempre grabada sus sonrisas encantadoras, y no olviden si tienes miedo, duda, acá estaremos siempre sus madres cuidadoras.-
Norberto ramon Sanchez
Francamente, estaba horrorizado con la vida, con lo que un hombre tenía que hacer simplemente para comer, dormir y mantenerse vestido. Entonces me quedaba en la cama y bebía. Cuando bebía el mundo aún estaba allí afuera, pero por el momento no te tenía agarrado del cuello.
Charles Bukowski
A Asunción
Mire usted, Asunción: aunque algún ángel
metiéndose envidioso,
conciba allá en el cielo el mal capricho
de venir por la noche a hacerle el oso
y en un acto glorioso
llevársela de aquí, como le ha dicho
no sé qué nigromante misterioso,
no vaya usted, por Dios, a hacerle caso,
ni a dar con el tal ángel un mal paso;
estése usted dormida,
debajo de las sábanas metida,
y deje usted que la hable
y que la vuelva a hablar y que se endiable,
que entonces con un dedo
puesto sobre otro en cruz, ¡afuera miedo!
No vaya usté a rendirse
ante el ruego o las lágrimas y a irse...
que donde usted nos deje
por seguir en el vuelo a su Tenorio,
después irá a llorar al purgatorio
sin tener quien la mime, aunque se queje...
Conque mucho cuidado
si siente usted un ángel a su lado,
que yo, como su amigo,
con tal que usted, Asunción, me lo permita,
le aconsejo y le digo
que después de Rosario y Margarita
no admita usted más ángeles consigo.
Estése usted con ellas
compartiendo delicias e ilusiones
todas las horas tienen que ser bellas;
viva usted muchos años
(como un humilde criado le diría)
y mañana que sola o entre extraños
se encuentre por desgracia en este día,
si busca usted una alma que la ame,
llame usted a mi pecho, y conque llame,
si no estoy muerto encontrará la mía.
Mire usted, Asunción: aunque algún ángel
metiéndose envidioso,
conciba allá en el cielo el mal capricho
de venir por la noche a hacerle el oso
y en un acto glorioso
llevársela de aquí, como le ha dicho
no sé qué nigromante misterioso,
no vaya usted, por Dios, a hacerle caso,
ni a dar con el tal ángel un mal paso;
estése usted dormida,
debajo de las sábanas metida,
y deje usted que la hable
y que la vuelva a hablar y que se endiable,
que entonces con un dedo
puesto sobre otro en cruz, ¡afuera miedo!
No vaya usté a rendirse
ante el ruego o las lágrimas y a irse...
que donde usted nos deje
por seguir en el vuelo a su Tenorio,
después irá a llorar al purgatorio
sin tener quien la mime, aunque se queje...
Conque mucho cuidado
si siente usted un ángel a su lado,
que yo, como su amigo,
con tal que usted, Asunción, me lo permita,
le aconsejo y le digo
que después de Rosario y Margarita
no admita usted más ángeles consigo.
Estése usted con ellas
compartiendo delicias e ilusiones
todas las horas tienen que ser bellas;
viva usted muchos años
(como un humilde criado le diría)
y mañana que sola o entre extraños
se encuentre por desgracia en este día,
si busca usted una alma que la ame,
llame usted a mi pecho, y conque llame,
si no estoy muerto encontrará la mía.
Manuel Acuña
Si llegara a ver su rostro dentro de mi corazón, no querrían ya mis ojos mirar afuera.
Yehuda HalevÃ
L Enfermo
Por el amplio silencio del instante
pasa un vago temor.
Tal vez gira la puerta sin motivo
y se recoge una visión distante,
como si el alma fuese un mirador.
Afuera canta un pájaro cautivo,
y con gota fugaz el surtidor.
Tal vez fingen las cortinas altas
plegarse al toque de una mano intrusa,
y el incierto rumor
a las pupilas del enfermo acusa
un camino de llanto en derredor.
En sus ojos opacos, mortecinos,
se reflejan las cosas con candor,
mientras la queja fluye
a los labios exangües de dolor.
Cuenta la Hermana cuentas de rosario
y piensa en el Calvario
del Señor.
Pero invade la sombra vespertina
un extraño temor,
y en el péndulo inmóvil se adivina
la séptima caída del amor.
Tal vez gira la puerta sin motivo.
Afuera canta un pájaro cautivo,
y con gota fugaz el surtidor.
Por el amplio silencio del instante
pasa un vago temor.
Tal vez gira la puerta sin motivo
y se recoge una visión distante,
como si el alma fuese un mirador.
Afuera canta un pájaro cautivo,
y con gota fugaz el surtidor.
Tal vez fingen las cortinas altas
plegarse al toque de una mano intrusa,
y el incierto rumor
a las pupilas del enfermo acusa
un camino de llanto en derredor.
En sus ojos opacos, mortecinos,
se reflejan las cosas con candor,
mientras la queja fluye
a los labios exangües de dolor.
Cuenta la Hermana cuentas de rosario
y piensa en el Calvario
del Señor.
Pero invade la sombra vespertina
un extraño temor,
y en el péndulo inmóvil se adivina
la séptima caída del amor.
Tal vez gira la puerta sin motivo.
Afuera canta un pájaro cautivo,
y con gota fugaz el surtidor.
José Gorostiza
Lejos Tú, Lejos de Ti...
Lejos tú, lejos de ti,
yo, más cerca del mío;
afuera tú, hacia la tierra,
yo hacia adentro, al infinito.
Los soles que tu verás,
serán los soles ya vistos;
yo veré los soles nuevos
que solo enciende el espíritu.
Nuestros rostros, al volverse
a hallar, no dirán lo mismo.
Tu olvido estará en tus ojos,
en mi corazón mi olvido.
Lejos tú, lejos de ti,
yo, más cerca del mío;
afuera tú, hacia la tierra,
yo hacia adentro, al infinito.
Los soles que tu verás,
serán los soles ya vistos;
yo veré los soles nuevos
que solo enciende el espíritu.
Nuestros rostros, al volverse
a hallar, no dirán lo mismo.
Tu olvido estará en tus ojos,
en mi corazón mi olvido.
Juan Ramón Jiménez
Lírica
Lo no previsto,
lo que con nombre de sarcasmo:
novísima luna de miel,
arrastras por dentro,
y que afuera, juzgado y aislado
desde ciencias del comportamiento,
merecería rótulo más cierto,
el de novísima
erotización del vínculo,
transparente caso, muy sabido
de acuerdo con estadísticas,
noticias sueltas, cuadros personales,
y que tan por sorpresa
como se instaló se revertirá,
una tardía
exaltación que en la casi penumbra,
receptáculo de los desposados,
toca a pagar, te toca
corresponder con el recelo de que acaso
no transcurriera sino en ti,
y ella intacta, lo femenino
examinándote, sobrepasándote
a fuerza de no conocer altibajos,
la femenina complacencia
de resistirse a transformaciones
de alta tensión y débil intensidad
en baja tensión y gran intensidad.
De "Obra poética IV"
Lo no previsto,
lo que con nombre de sarcasmo:
novísima luna de miel,
arrastras por dentro,
y que afuera, juzgado y aislado
desde ciencias del comportamiento,
merecería rótulo más cierto,
el de novísima
erotización del vínculo,
transparente caso, muy sabido
de acuerdo con estadísticas,
noticias sueltas, cuadros personales,
y que tan por sorpresa
como se instaló se revertirá,
una tardía
exaltación que en la casi penumbra,
receptáculo de los desposados,
toca a pagar, te toca
corresponder con el recelo de que acaso
no transcurriera sino en ti,
y ella intacta, lo femenino
examinándote, sobrepasándote
a fuerza de no conocer altibajos,
la femenina complacencia
de resistirse a transformaciones
de alta tensión y débil intensidad
en baja tensión y gran intensidad.
De "Obra poética IV"
Alberto Girri
La Lágrima Infinita
¡Esa!... La que en el alma llevo oculta;
la que no salta afuera ni se expande
en la pupila; la que a nadie insulta
en un alarde de dolor: la grande,
la infinita, la muda, la sombría,
la terca, la traidora, la doliente
lágrima de dolor, lágrima mía,
que está clavada en mí profundamente!
La que no da una tregua ni un consuelo
de dulce sollozar. La que me hiere,
y me punza, y me obsede, y pone un velo
turbio en mis ojos; la que nunca muere
ni nace a flor de rostro; la que nunca
refrena su latir; la que no intenta
asomarse a la faz y queda trunca,
y hace la pena interminable y lenta...
Cántaros secos, áridos, mis ojos;
páramos sin frescura ni rocío;
febricitantes de escrutar los rojos
límites, del espacio y del vacío...
¡Esa!... La que no llega, ni ha llegado,
ni llegará a los ojos nunca... ¡nunca!...
Mi lágrima tenaz que no ha mojado
el Sahara estéril de mi vida trunca,
¡Ésa... no la verás, porque en la calma
de mis angustias, se ha trocado en perla!
Para verla hace falta tener alma;
y tú, ¡no tienes alma para verla!...
¡Esa!... La que en el alma llevo oculta;
la que no salta afuera ni se expande
en la pupila; la que a nadie insulta
en un alarde de dolor: la grande,
la infinita, la muda, la sombría,
la terca, la traidora, la doliente
lágrima de dolor, lágrima mía,
que está clavada en mí profundamente!
La que no da una tregua ni un consuelo
de dulce sollozar. La que me hiere,
y me punza, y me obsede, y pone un velo
turbio en mis ojos; la que nunca muere
ni nace a flor de rostro; la que nunca
refrena su latir; la que no intenta
asomarse a la faz y queda trunca,
y hace la pena interminable y lenta...
Cántaros secos, áridos, mis ojos;
páramos sin frescura ni rocío;
febricitantes de escrutar los rojos
límites, del espacio y del vacío...
¡Esa!... La que no llega, ni ha llegado,
ni llegará a los ojos nunca... ¡nunca!...
Mi lágrima tenaz que no ha mojado
el Sahara estéril de mi vida trunca,
¡Ésa... no la verás, porque en la calma
de mis angustias, se ha trocado en perla!
Para verla hace falta tener alma;
y tú, ¡no tienes alma para verla!...
Hilarión Cabrisas