Agustin tosco ( 4 )
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Ante todo debéis guardaros de las sospechas, porque éste es el veneno de la amistad.
AgustÃn de Hipona
Dos amores han fundado dos ciudades: al amor a uno mismo, la terrenal; y el amor a Dios, la celestial.
AgustÃn de Hipona
Yo dije: Alma, mujer inspiradora: rige mi vida entera para siempre. Arde como la mirra el corazón que inmolo...
AgustÃn Acosta
Lo que más necesitaba era amar y ser amado, deseoso de ser capturado. Felizmente me envolví en los bonos dolorosos que me rodean, y por supuesto, yo anclaré a los atizadores al rojo vivo por celos, por las sospechas y el miedo, por la explosión de ira y las peleas.
AgustÃn de Hipona
Si algo no mengua al compartirlo con otros, no se posee correctamente si solo se posee y no se comparte.
AgustÃn de Hipona
Tienes algo de Londres, pero mucho de Francia: una suma realeza y una noble elegancia palpitan en la seda de tu vestido gris.
AgustÃn Acosta
Inmensa necesidad de ser envuelto en ondas de músicas que digan el secreto que callan las palabras, las sinuosas palabras ¡oh serpientes, oh caminos!
AgustÃn Acosta
Tengo llena de verde la pupila: verde de campo, de tus ojos, verde de mar y de esperanza, en el que pinta rosas de amor tu hermana primavera...
AgustÃn Acosta
Dios nos hizo para Él, y nuestro corazón estará inquieto hasta que no descanse en Él
AgustÃn de Hipona
Si quieres ser grande, comienza por ser pequeño; si quieres construir un edificio que llegue hasta el cielo, piensa primero en poner el fundamento de la humildad.
AgustÃn de Hipona
El primero de los mandamientos es el amor a Dios, pero en el orden de la acción debemos comenzar por llevar a la práctica el amor al prójimoâ?¦ Amando al prójimo y preocupándote por él, progresas sin duda en tu camino.
AgustÃn de Hipona
Mi ideal bien poco pide: ser música de mí, música sorda. Ex libris del ensueño: un árbol verde y una paloma.
AgustÃn Acosta
El pueblo es la unión de una multitud racional, asociado en razón de las cosas que comúnmente ama.
AgustÃn de Hipona
Yo te contemplo, absorto, y en mi entusiasmo creo que eres una duquesa que sale de paseo hacia las pintorescas afueras de París.
AgustÃn Acosta
Acabar con la guerra mediante la palabra y buscar o mantener la paz con la paz y no con la guerra es un título de gloria mayor que matar a los hombres con la espada.
AgustÃn de Hipona
Dios ha prometido el perdón a vuestro arrepentimiento, pero Él no ha prometido el mañana a vuestra dilatación.
AgustÃn de Hipona
Tengo el decir enfermo de una niebla lejana, oh Dios, y se me torna de humo la palabra. Yo la deseo límpida... Yo la ambiciono diáfana...
AgustÃn Acosta
Cuando agitas tu cendal, sueño eterno de Martí, tal emoción siento en mí, ¡que indago al celeste velo si en ti se prolonga el cielo o el cielo surge de ti!
AgustÃn Acosta
Cada vez que hago bien, oh corazón, me invade una dulzura fresca, cuya virtud comprendo; veo dulces sonrisas en bocas que no existen, y manos invisibles que me están aplaudiendo
AgustÃn Acosta
¡Sol, oh sol, oh sol mío! Necesito tu cálida vibración. Tengo enferma la luz de la palabra; de mí sale brumosa, y yo la quiero diáfana.
AgustÃn Acosta
Aquí la paz me saluda junto a la verde campiña, y mi corazón se aniña, se enternece y se desnuda.
AgustÃn Acosta
Las riquezas son injustas o porque las adquiriste injustamente o porque ellas mismas son injusticia, por cuanto tú tienes y otro no tiene, tú vives en la abundancia y otro en la miseria
AgustÃn de Hipona
¿Y mi grito de ayer? Le puse al piano una sordina espiritual, y ahora solo sabe quejarse con sonrisas que desdeñan la gloria.
AgustÃn Acosta
Soy agradecido. Las suaves almohadas no me han dado sino plácidos sueños, enervantes apreciaciones de la vida. Hacía falta a mi voluntad tu agria dureza
AgustÃn Acosta
No quieras, del placer de dar, cobrar más paga que el placer que el otro toma, dure mucho o poco.
AgustÃn GarcÃa Calvo
Que quien por un vidrio mira / que hace algún color distinto / todo cuanto ve con él / está del color del vidrio.
AgustÃn Moreto