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Ajena

Ajena. Encuentra docenas de ajena con fotos para copiar y compartir.


La timidez es una condición ajena al corazón, una categoría, una dimensión que desemboca en la soledad.


Pablo Neruda


Nadie a la libertad tiene derecho, cuando no hace hábito y gala de respetar la libertad ajena.


José Martí




La vida será tuya si sabes que es ajena, que es igual ser montaña que ser grano de arena, pues la calma del justo vence el furor del bravo.


José Angel Buesa


La pobreza ajena me basta para sentirme pobre; la mía no me basta.


Antonio Porchia


Trabajando por cuenta ajena, poco se gana y mucho se pena.


Refrán


El hombre solo es rico en hipocresía. En sus diez mil disfraces para engañar confía;y con la doble llave que guarda su mansión para la ajena hace ganzúa de ladrón.


Antonio Machado




Más sabe el loco en su casa que el cuerdo en la ajena.


Refrán


La confianza en la bondad ajena es testimonio no pequeño de la propia bondad.


Michel De Montaigne


La verdad no es lenguaje del cortesano; solamente surge de labios de aquellos que no confían ni temen de la potencia ajena.


Giuseppe Mazzini




Despedida Al Pie de Un Rosal

Si no hay conocimientos en las cenizas
dejémoslas caer en la belleza frágil
de este rosal que tiembla en el otoño.

¿Amar, qué significa, si nada significa?
Huésped del tiempo esquivo, desnudo ya de mí,
retener el raído esplendor de la existencia
que una vez creí mía,
antes que, apresurado,
me ciegue en el reverso de esta luz.
Y aguardar esta espera sin alguna esperanza,
sentir la fe de nada, pues soplé en las cenizas
y nada hay fuera de ellas:
tan solo amar, sin pensamiento alguno,
el declinar pausado del Engaño.

Arde extraña la vida, como si contemplase
en mi extinción la ajena,
y no puedo apartar los ojos de su fuego.

Canta en el aire un pájaro,
el pájaro invisible de mi infancia,
el que entonces cantaba ya sin vida.

Arde una brasa aún al pie de este rosal
y no quema mi mano.
Cuánto olor en el aire, y el aire se lo lleva.


Francisco Brines


Soneto

Porque dejaste el mundo de dolores
buscando en otro cielo la alegría
que aquí, si nace, solo dura un día
y eso entre sombras, dudas y temores.

Porque en pos de otro mundo y de otras flores
abandonaste esta región sombría,
donde tu alma gigante se sentía
condenada a continuos sinsabores.

Yo vengo a decir mi enhorabuena
al mandarte la eterna despedida
que de dolor el corazón me llena;

Que aunque cruel y muy triste tu partida,
si la vida a los goces es ajena,
mejor es el sepulcro que la vida.


Manuel Acuña


Quien ríe último, de la desgracia ajena, ríe mejor.


Ernesto Esteban Echenique


El genio no es planta que brota únicamente en los centros academicos; es flor salvaje que nace en el bosque por sí sola, sin requerir ayuda ajena.


Dale Carnegie




Señal de tener gastada la fama propia es cuidar de la infamia ajena.


Baltasar Gracián


Bofetón en cara ajena, dinero cuesta.


Refrán


Juzgarnos o corregirnos supone aplicar la medida ajena al paño propio.


Antonio Machado


El jorobado no ve su joroba, sino la ajena.


Refrán


El plato de la mesa ajena se antoja mas que el propio.


Refrán


Hoy mismo deja de criticar tu cuerpo. Acéptalo tal cual es sin preocuparte de la mirada ajena. No te aman porque eres bella. Eres bella porque te aman.


Alejandro Jodorowsky


Duermes, mientras la ciudad golpea el cristal con su llanto, ajena a tu sueño. Qué pena que este milagro de verte dormida en paz no desborde el muro de esta habitación.


Ismael Serrano


La felicidad, como el arco iris, no se ve nunca sobre la casa propia, sino solo sobre la ajena.


Proverbio Alemán


La perfección de la propia conducta estriba en mantener cada cual su dignidad sin perjudicar la libertad ajena.


Sir Francis Bacon


Todos poseemos suficiente fortaleza para soportar la desdicha ajena.


Francisco de La Rochefoucauld


Nos gusta llamar testarudez a la perseverancia ajena pero le reservamos el nombre de perseverancia a nuestra testarudez.


Jean Baptiste Alphonse Karr


En mi propia casa como en la ajena, he creído sentir que la poesía, al penetrar en la palabra, la descompone, la abre como un capullo a todos los matices de significación.


José Gorostiza


El uso de las facultades que me concedió la naturaleza es el único placer que no depende de la ayuda de la opinión ajena.


Ugo Foscolo




En la mayoría de los hombres la conciencia es una anticipación de la opinión ajena.


John Henry Taylor


En Ti Afirma La Carne Su Porfía...

En ti afirma la carne su porfía,
el carmín de la rosa, la azucena,
el canto del cenzontle, la serena
superficie del agua, la armonía.

En ti enciende sus luces cada día
la voz que incendia el aire cuando suena
su canto repetido en lengua ajena,
hecho fecunda y sola compañía.

Comparte en la distancia esta locura
que tengo por el fuego de tu boca
que ya toda cordura se hace poca.

No me cures jamás la quemadura
donde el alma se muere y se me quema
por tu secreta aguda flor suprema.


Carmen González Huguet


Entrega

Iré a tus manos, limpia, indemne, sin memoria,
renacida de ti y ajena a lo tuyo,
iré a tus manos casta,
desnuda de tus besos.

Sentirás al ceñirme que una rosa de nieve
insinúa en tus palmas su gélida caricia.
Seré para tu cuerpo el lino apaciguante
que san y que perdona.

¡Deja que vaya en ti más allá de lo mío,
que abandone mi ser por la gloria del tuyo!
¡Aunque me huyas siempre,
iré a tus manos, muerta!


Ernestina de Champourcín


Poema Del Amor Ajeno

Puedes irte y no importa, pues te quedas conmigo
como queda un perfume donde había una flor.
Tú sabes que te quiero, pero no te lo digo;
y yo sé que eres mía, sin ser mío tu amor.

La vida nos acerca y a la vez nos separa,
como el día y la noche en el amanecer...
Mi corazón sediento ansía tu agua clara,
pero es un agua ajena que no debo beber...

Por eso puedes irte, porque, aunque no te sigo,
nunca te vas del todo, como una cicatriz;
y mi alma es como un surco cuando se corta el trigo,
pues al perder la espiga retiene la raíz.

Tu amor es como un río, que parece más hondo,
inexplicablemente, cuando el agua se va.
Y yo estoy en la orilla, pero mirando al fondo,
pues tu amor y la muerte tienen un más allá.

Para un deseo así, toda la vida es poca;
toda la vida es poca para un ensueño así...
Pensando en ti, esta noche, yo besaré otra boca;
y tú estarás con otro... ¡pero pensando en mí!


José Angel Buesa


La Rueda

Verdad es que en el mapa figuraba distante,
que una rueda de mi maleta iba gimiendo,
y que en las bocacalles
su cansancio exponían con razón mis tacones.
Signos quizás de pérdida -de la esperanza al menos-
en la ciudad oscura,
con mi mapa y más calles de rótulos vedados. Y ese joven
que no sabría decirme sino el raído azul de su bufanda
cuando busco un cobijo, de palabras siquiera.
Andar y desandar con la ciudad ajena como albergue
no mío: dádiva y negación a un torpe rodamiento
que, de improviso, si esta es la Torre de la Pólvora,
acalla su insistencia en dar fin al viaje.


María Victoria Atencia


La juventud la apreciamos mejor, cuando llegamos a los sesenta años.
Lástima que la admiremos y gocemos en cuerpo y alma ajena, y no en nuestro diario vivir.


dochanlu


Admirar la juventud ajena, es una forma de felicidad propia.


dochanlu


Lo nuestro es una agradable fragancia que se pasea entre nosotros, solo perceptible al olfato de nuestros corazones y ajena al mundo inquisidor que nos rodea...


Daniel Navarro


Poema Del Desencanto

Y comenzamos juntos un viaje hacia la aurora
como dos fugitivos de la misma condena.
Lo que ignoraba entonces no he de callarlo ahora:
No valías la pena.

Ya llegaba el otoño, y ardía el mediodía.
Sentí sed. Vi tu copa. Pensé que estaba llena,
pero acerqué mis labios y la encontré vacía.
No valías la pena.

Te di a guardar un sueño, pero tú lo perdiste,
o acaso abrí mis surcos en la llanura ajena.
Es triste, pero es cierto. Por ser tan cierto, es triste:
No valías la pena.

Fuiste el amor furtivo que va de lecho en lecho,
y el eslabón amable que es más que una cadena.
Pero hoy puedo decirte, sin rencor ni despecho:
No valías la pena.

Me alegré con tu risa; me apené con tu llanto,
sin pensar que eras mala ni creer que eras buena.
Te canté en mis canciones, y, a pesar de mi canto,
no valías la pena.

Me queda el desencanto del que enturbió una fuente,
o acaso el desaliento del que sembró en la arena.
Pero yo no te culpo. Te digo, simplemente:
No valías la pena.


José Angel Buesa


Hay quien miente por interés, por dolor, porque simplemente la noción de decir la verdad le resulta ajena o porque espera el momento oportuno para decir la verdad


Stephen King


el amor golpea las puertas ajenas... se olvida uqe mi corazon tiene la necesidad de conocer lo que significa amar.
solo se encarga de verme llorar, de sufrir una desilucion tras otra. de verme como suspiro de felicidad ajena, pero nunca de la propia... mis alas están cerradas, muero de frio sin la calidez del amor.


ana carolina


Actitud con las mujeres. No tengas celo de tu propia esposa: le vendrían tentaciones para desgracia tuya. No te entregues completamente a una mujer, no sea que llegue a dominarte. No te acerques a la mujer fácil, que puedes caer en sus redes. No te demores con la mujer graciosa, para no quedar prendido en sus enredos. No te fijes en la jovencita, para no ser castigado con ella. No te entregues a las prostitutas, para no perder tu herencia. No pasees tu mirada por las calles de la ciudad, ni antes vagabundeando por lugares solitarios. Aparta tus ojos de la mujer hermosa. No te quedes mirando la belleza ajena. La belleza de la mujer ha perdido a muchos, junto a ella se inflama como fuego. No te sientes nunca al lado de la mujer casada. No festejes ni tomes vino con ella, no sea que tu corazón se incline hacia ella y tu deseo te lleve a la perdición. No abandones a tu viejo amigo, que el nuevo no se le iguala. Vino nuevo, amigo nuevo, si se vuelve añejo lo beberás con alegría. No envidies el éxito del pecador, que no sabes cuál será su suerte. No te sientas feliz con la aprobación de los impíos, recuerda que serán condenados antes de la muerte. Mantente alejado del hombre que tiene poder de matar y no sentirás miedo a la muerte. Si te acercas a él no te descuides, que te puede quitar la vida; sábete que caminas entre trampas y andas sobre murallas. En cuanto puedas, muéstrate sociable, y busca la compañía de la gente responsable. Que te guste conversar con los hombres inteligentes y que tu conversación siempre sea sobre la Ley del Altísimo. Que se vean en tu mesa los hombres buenos, enorgullécete de tu temor del Señor. Se juzga del artesano por sus obras, y del dirigente por la sabiduría de sus discursos. El hombre hablador es temido en la ciudad; el que habla disparates se hace odioso.


Sagradas Escrituras


El amor no se goza de la injusticia, no se alegra de la desgracia ajena, ni propaga murmuración maliciosa ni inmoral, sino se goza de la verdad, su delicia es practicar el bien e impartir la justicia y destacar la firmeza.


Jonathan Colina


Miras descaradamente el alma ajena, observas anomalías pecualiares a inciertos egoístas, detallas movimientos a imitar. ¿Por qué lo haces? Quizás no miras lo que deberías ver, quizás no observas lo que es o quizás no eres lo que deberías ser.


Yinellis González