Los faroles apenas tenían las sombras esa noche “aún no sé si en verdad sucedió”, pero no olvidaré aquellas lívidas nubes que incendiaban las llamas finales del sol.
Acepto todo lo que hubo. Nunca busqué mejor suerte. ¡Acaso hay algo mejor que haber amado!.
Es tan claro el camino que hasta causa dolor.
Te levantarás como una ola tempestuosa en el río de mis versos, y no lavaré de mis manos las huellas de tu perfume.
En tus bucles morenos entrelazo quedamente los preciosos diamantes de mis versos más puros, y en la oscura fuente de tus ojos luminosos ávido arrojo mi enamorado corazón.
Solo paz y libertad son indispensables para el poeta, porque también le pueden quitar esa paz y esa libertad; y no la libertad común, sino la libertad creadora, la libertad secreta.
Pasas de largo, vas perseguida por el viento y abrasada por el sol.
Y lo imposible es posible; el camino largo es fácil, cuando brilla a lo lejos la mirada fugaz bajo el pañuelo, cuando resuena con honda tristeza el canto sordo del cochero.
Es delicioso levantarse muy temprano y percibir las huellas frescas en la arena. Es delicioso recordarte así, saber que estás conmigo.
Acepto todo lo que hubo...
Acepto todo lo que hubo
Nunca busqué mejor suerte.
Acaso hay algo mejor que haber amado
Algo mejor que haber ardido!
La felicidad y los sufrimientos
Impusieron su...
Cuanto más se quiere
Cuanto más se quiere descansar
Tanto más horrible se hace la vida;
La neblina húmeda se arrastra desde los campos,
La neblina húmeda penetra al pecho.
Arrastrándose p...