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Alexander lopez ( 3 )

Alexander lopez. Encuentra docenas de alexander lopez con fotos para copiar y compartir.


La más grande mentira es tener la verdad sobre algo.


Edgar López Vargas


Si encuentras en ella lo que yo no pude darte, seguro será solo desprecio y sufrimiento...Por que, amigo mío, así es la soledad...


Claudia Vargas López




Luz de Llanto

"Para cumplir imaginaria cita "
he de escribir en lágrimas.
Talvez los lentos monosílabos
cálidamente, mudamente digan
lo que ayer no supieron las palabras.

Temblorosa, desnuda,
el alma iba al cuenco de tus manos
pidiendo el pan de la ternura
y el sorbo de una diáfana alegría.

¡Oh silencio aromante!
¡Oh fuego sosegante!
¡Oh rosario de instantes sin mancilla,
labrado en los metales de la tarde!

En macilenta soledad,
más pálida, más lenta,
se extenúa la tarde sin tu forma.
Tu ademán era el nardo
y eran tu voz la brisa y la amapola.
Para el último vuelo
se azulaban rozándote las horas,
y al llegar los luceros sorprendían
la tarde iluminada por tu sombra.

Vuelvo mis ojos a la noche
que te guarda dispersa:
blancuras errabundas, azul profundidad
palpitación tranquila de la tierra.

Como no puede ser
la tarde sin tu forma, hoyes la noche
recinto de mi sueño y de tu sombra.

Con luz de llanto -enjambre de luciérnagas-
otra vez he de hallarte,
¡oh dulce sombra de las tardes muertas!


Carlos López Narváez


Visión Nocturna

Fue en el palacio de cristal de un sueño
dulcemente febril, plácida orgía...
Un reír y una voz, la melodía;
y en un regazo mi cojín sedeño.

El mudo esclavo ya no fuí; su dueño
con ebrIedad morosa me sentía.
Sobre su esbelta desnudez ceñía
la gracia un manto de imperial diseño.

Era la virginal magnificencia,
toda fulgor y grávida sapiencia,
sagrado cáliz, perfumado leño.

Sin falacia, sin tedio, sin reproche,
la diadema nupcial tejió la noche,
en el palacio de cristal de un sueño.


Carlos López Narváez


Soneto de Amor En Gredos

Amarte en Gredos, en la roca, es darte
razón de eternidad. La tierra ama
como mi corazón y, roca o llama,
en fuego acabaré de eternizarte.

La soledad y tú me dáis la parte
que el alma necesita. El tiempo llama
con más dureza y, cada vez, reclama
lo que doy por salvarme y por salvarte.

Amarte aquí, en la inmóvil serranía
donde el mundo se acaba y todavía
no pisó el hombre, es redimir la tierra.

Es coronar el tiempo de futuro
y hacer de luz y fuego el trozo oscuro
de soledad que somos yo y la Sierra.


Luis López Anglada


YA NUNCA VOLVEREMOS

Ya nunca volveremos al viejo paraíso donde nace la lluvia,
donde huelen a alfalfa cortinas y manteles.

Ya nunca volveremos a medir la distancia
que queda entre las ramas del drago florecido.
Ni a remover la tierra,
ni a regar los maizales,
ni a pintar las ventanas,
ni a recoger el agua en cubos transparentes.

Ya nunca vendrá el frío
a llenarnos el pozo de zarzamora verde.
No volverá tu boca a dejar en la mía el sabor
de la almendra.


Elsa López




Estival Ii

Leilah: de tu esplendor rezuma un vino
que es en mis venas sosegado fuego
y arrobada embriaguez cuando te aspiro.

Leilah: con el estío de tu risa
se madura la mies de los deseos
para soñar tu cándida vendimia.

Leilah: cruzando mares de silencio
sobre la playa de tu voz marina
suspiran caracolas de desvelo.

Leilah, tus manos son la tibia rada
donde mecen -veleros despojados-
la ternura y el sueño su nostalgia.


Carlos López Narváez


Niño Hermoso

Niño hermoso, qué tienes en las manos. Que rico
presente, voz silbante
de junco, das.

Mi puma más inocente, arroyo
de arrogancia, divino bien.

A qué callar. Te amo.
Dispones de la llave
del corazón. En esta tarde roja que hierve
cuando miras. Si muerdes la gran manzana en flor
que va cantando bajo tu bozo. Mientras músicas
arden en cada sílaba precoz. Como gacelas
nerviosas, ya atraídas al bosque de tu labio
virginal.

Niño hermoso que fuiste, excelso pájaro,
un trino en el jardín. Ramo de mirto. Brazo
de luna entre lo oscuro.

Quién, mirado, enamora
como tú. Qué así vive sobre el alma, conforma
esferas de ilusión, deja su nombre en sábanas
de hierba, pulsa la miel.

Oh, hijo mío, regato
de mis fuentes. Seguro yo. Gran copia. Caricia
de mi espejo.

Te amo, oh, sí, te amo. No llegue
rubor a mis mejillas al confesar que tuve
tu cáliz, tu amapola
finísima. El murmullo de tu lengua de mar
entre la playa. El mismo yo naciendo. La gloria
difícil de tus años, tu carne atroz.

Bien mío,
recuerdo sólo, hoy humo flotando en la ciudad.
Qué trajo aquí tu estatua de doncel.

Oh, criatura
color de pan. Milagro de piel espesa y grata.
Caballo torpe. Mozo
mollar. Tigre feliz. Arte menor. Hermoso
joven. Luz en la niebla
de la memoria.

Y beso, vez repetida, aquella
superficie. El vaso de licor. -Ah memento,
así arañado-. Rama
que fui. Narciso mío, reflejado en el lago
de la niñez y el Sur. Libro mortal de ejemplos.


Ángel García López


Día Trece

Mi corazón retrógrado
ama desde hoy la temerosa fecha
en que surgiste con aquel vestido
de luto y aquel rostro de ebriedad.

Día trece en que el filo de tu rostro
llevaba la embriaguez como un relámpago
y en que tus lúgubres arreos daban
una luz que cegaba al sol de agosto,
así como se nubla el sol ficticio
en las decoraciones
de los calvarios de los Viernes Santos.

Por enlutada y ebria simulaste,
en la superstición de aquel domingo,
una fúlgida cuenta de abalorio
humedecida en un licor letárgico.

¿En qué embriaguez bogaban tus pupilas
para que así pudiesen
narcotizarlo todo?
Tu tiniebla
guiaba mis latidos, cual guiaba
la columna de fuego al israelita.

Adivinaba mi acucioso espíritu
tus blancas y fulmíneas paradojas:
el centelleo de tus zapatillas,
la llamarada de tu falda lúgubre,
el látigo incisivo de tus cejas
y el negro luminar de tus cabellos.

Desde la fecha de superstición
en que colmaste el vaso de mi júbilo,
mi corazón obscurantista clama
a la buena bondad del mal agüero;
que si mi sal se riega, irán sus granos
trazando en el mantel tus iniciales;
y si estalla mi espejo en un gemido,
fenecerá diminutivamente
como la desinencia de tu nombre.

Superstición, consérvame el radioso
vértigo del minuto perdurable
en que su traje negro devoraba
la luz desprevenida del cenit,
y en que su falda lúgubre era un bólido
por un cielo de hollín sobrecogido...


Ramón López Velarde




Madrigal

Desde esta mañana, amor,
la rosa será más rosa
y más vivo el ruiseñor.

¡Y tú sin saberlo, amor!

La fuente mucho más clara
mojándome de alegría
con agua fresca la cara.

Y el cielo, desde hoy, azul,
y, dentro del cielo, dios...

¡Y tú sin saberlo amor!


Luis López Anglada


Quiero estar junta a ella. Danielita de mi vida quisiera que siempre estuvieras a mi lado


edwin alexander


Y Después Fue El Olvido...

(Ante la casa de don Francisco de Quevedo)

Y después fue el olvido. Fue la espiga
mártir del sol, esclava de la avena.
Fue enterrada en el polvo la azucena,
mancillada su casa por la ortiga.

Después fue ya el olvido -No castiga
la muerte más que aquello que condena
a ser sombra-. La miel de la colmena
se hizo veneno, pócima enemiga.

Todo lo que pujaba como un canto,
como un himno glorioso, fue transido
de soledad, de arena de desierto.

Y aquello que fue vida sintió espanto
de ser humo. Después vino este olvido
a decirme que el suefio estaba muerto.


Ángel García López


Soneto de Amor

Te sigo, amor; herido en tus colmenas
tengo mi corazón sin esperanza.
Sé que eres fuego y siento cómo avanza
tu posesión de llamas por mis venas.

Sé que eres hierro, amor, y me encadenas
sellando de agonías tu alianza.
Sé que eres sed y siento cómo avanza
mi corazón y de avidez lo llenas.

Herido estoy, amor; certeramente
sigo tu luz o sigo tu amargura
sin comprender mi corazón siquiera.

Solo sé que te sigo ciegamente
y es posesión de cielos mi ventura
y claridad de gloria mi ceguera.


Luis López Anglada




Te quiero no solo por como eres,
si no por como soy yo cuando
estoy contigo

siempre seras mi mas grande amor
por que desde que te conosi mi vida cambio
te quiero mucho mi kosita hermosa..........


LISTE LOPEZ


Fanal

Roja dulzura, flor de miel y fuego,
sapiencia al rojo-blanco de tu boca;
lámpara alimentada con la loca
combustión de mi sangre y de tu ruego.

Fulva ensenada a cuyo fondo ciego
se lanza nuestro ser desde la roca
del sueño trunco... porque en vano invoca
piedad celeste o terrenal sosiego.

Cuando en la sombra pasional tu blanco
desnudo cuerpo fosforezca al roce
de mi beso -cantárida en tu flanco-

darás, ardida del fragor nocturno,
a la pradera lívida del goce
tu fulgor de maléfico Saturno.


Carlos López Narváez


El Vago Encanto

Bellas, airosas, pálidas, altivas
como tú misma otras mujeres veo;
son reinas victoriosas; su trofeo
es una multitud de almas cautivas.

Su blancura de mármol, sus flexivas
formas, sus ojos, flechan el deseo...
Yo, indiferente y sin afán las veo
bellas, airosas, cálidas, altivas.

¿Por qué? Porque les falta a todas ellas,
aún a las más puras y más bellas,
un detalle sutil, un casi nada:

No brilla entre la gracia turbadora
de sus encantos, el que te decora :
el vago encanto de mujer amada.


Carlos López Narváez


Solamente...

Hay un fuego que anima todo lo invio1ado.
Guillermo Valencia

Mía solo en el dón de su presencia,
con sus manos sedeñas y sedantes,
con sus ojos -berilos fascinantes--
y sus silencios -cálida cadencia-.

Mía tan solo en la frutal esencia
de plenitud vertida en los instantes
del coloquio... (los labios suspirantes
la apuran como un vino de sapiencia).

Mía solo en el claro cautiverio
de la imagen, el roce y el latido,
en insondable, embriagador misterio,

¡Oh fervor en sus manos recogido!
¡Oh placidez de su inasible imperio!
¡Oh deleite en sus ojos exprimido!


Carlos López Narváez


Si vez a la lectua como tu mejor amiga
ella te alludara en mucho mas de lo que cres


MARIANA-MARISOL (mariana itzel lopez lara)


Ayer estuve en el campo. Una mariposa tropezó mi oreja y en su aletear profundo me dijo que me amabas; ¿Aun le cuentas a las flores cuanto me amas?


Miguel Rico Lopez


Si en verdad crees que lo que has hecho lo has bien, entonces por que no lo has contado? sal díselo al viento y enséñanos como lo hiciste.


Miguel Rico Lopez


Un simple desahogo.

solo con un simple desahogo puedo hacer muchas cosas...
decir por ejemplo que todo lo que hago para ti puede ser estupido...
y como podemos culpar de no enamorarnos a un cupido...?
cupido es un simple mito, una excusa k buscamos...
y si asi pensamos nuestra media mitad no podra encontrarnos...
por decir que un amor nos kiere mas como un amigo k como lo amamos...
pero cuando es la oportunidad de decir lo k sentimos...callamos...
cuando escuchas un instrumento k te hace sentir k eres un inutil...
pero cuando piensas y recuerdas en todas las cosas k eres muy util...
como cuando somos hombres con deseo de llorar...
y no lo hacemos por temor a lo k piensen los demas...
cuando tienes un amor k lo da todo por ti...
aun asi piensas k esa persona no es la ideal para ti...
como cuando le das gracias a Dios por cualkier cosa k pidas...
pero pk no darle las gracias por regalarnos la vida...?
k nos kejamos de nuestras vidas y errores...
pero no te das cuenta k hay personas con peores dolores...
cuando criticamos a una persona antes de conocerla...
pero cuando la conoces no kieres perderla...
como cuando no puedes estar con el amor de tu vida por cualkier razon...
pero a los dos días te enamoras de otro cualkier corazon...
como cuando escribes un texto para desahogarte...
pero sabiendo k aunke te desahogues no dejara de molestarte...
ese pensamiento tuyo, al k me refiero son la criticas a ti mismo...
son las k hacen k desaparezca instantaneamente tu humanismo...
con este texto expulso todas esas molestosas cosas...
pero con un simple desahogo puedes hacer muchas cosas...!!!


Jose Adrian Lopez Fernandez.


Cuando Voy Por Las Calles, Solitaria Y Ausente,

voy pensando en tu cuerpo.
Te llevo entrelazado por todas las cinturas
que acometo desiertas.
Tú estás en las aceras,
en las piedras del suelo,
en esos soportales que aúllan tus abrazos,
en la melancolía de mujeres sin rumbo
que perdieron el grito y la memoria nuestra.
Y yo sé que eres mío
por encima de ritos y vagas ceremonias.
Lo sé porque te amo y tú me lo has oído.
Y yo sé que te amo
porque mis brazos duelen al recordar los tuyos

y el espacio que ocupo se vuelve oscuro y frío
cuando escondes tus ojos por detrás de los míos,
y una vez que me has visto crecer y duplicarme
me hieres y abandonas delante de las otras.

1992


Elsa López


Lo malo de intentar quedar bien con todo el mundo, es que quedas fatal contigo mismo.


Alexander Vórtice


En la duda reside la derrota.


Alexander Vórtice


RELIQUIAS

RELATO leyendas de aerolitos allí por donde piso.
Efímero es el organismo si no lo comparas con el beso
y los pasos que aún tenemos por delante.
Reliquias hay en este lugar de riquezas y lapsos
sombríos como la ceniza de los concluyentes ensueños.
Cada paso y cada ademán que llevo en mis botines
de rocas y enredaderas, coincidencias toscas
y plata de cruces; son como la alborada
que se muestra cuanto el éter
avisa a viva voz que su oda de lirio insólito
es también una excusa para vivir en paz.

Basílicas hay en este lugar, lindeza de manos
que insisten en elevarse escudriñando libertad.


Alexander Vórtice


Despertar

Mi niña, al despertar, desaliñada,
casi como las rosas, o más breve,
duda entre niña y pájaro, se atreve
a inaugurar la aurora de la almohada.

Mi niña de la nube o de la nada
debe venir cuando despierta. O debe
de los vientos venir, de los que bebe
mi vida a sus rosales limitada.

Beber vientos, atarse a una camisa
que duda entre las alas y la brisa,
diminuta extensión que el mar quisiera.

¿Qué rey me compra el despertar? ¿Quien sabe
porque es tan breve el mundo y por qué cabe
en una habitación, la primavera?


Luis López Anglada




"SINCERO, ESCUETO Y SINCERO"

Sincero, escueto y sincero.
Me mimo y ya me voy sintiendo
neblina con enlaces
metafísicos.
Sincero, espontáneo y sincero…
Voy comiendo lo irresoluto y exclamo:
“¡Déjalo en el umbral de mis tristes
cuernos!”.
No hay lucha si no hay metralleta de justicia,
no hay victoria sin caídas,
no hay piedad si la mirra se seca al sol,
o en la boca del lúgubre infierno.

Sincero, escueto y sincero…


Alexander Vórtice


amor: perdonar, el verdadero amor consta de la palabra perdón si no somos capaces de eso no era amor, de o contrario viviriamos con el alma envenenada..!


Alexander Salas


Como es posible alcanzar una estrella? Solo mira dentro tuyo... encontraras la mejor que puedas conocer!


Miguel Rico Lopez


Es posible dar una mano... para eso tenemos dos!


Miguel Rico Lopez


No es colocarse en los zapatos del otro... eso apenas nos dará dos puntos de vista; es dejar que el otro se meta también en mis zapatos, eso nos dará ya cuatro puntos de vista.


Miguel Rico Lopez


"VALOR AÑADIDO"

AL final del camino
me encuentro con el inicio
y sé
que debo irme
lejos,
muy lejos…,
tan lejos como una brizna
de aire que manoseó las pestañas
de la diosa infortunada
la noche aquella
donde las copas eran grifones
y el cigarro amable
eran mi insuperable
valor añadido.


Alexander Vórtice


“QUIERO QUERER, DEJAR VENENO”

a Jesús Iglesias

Cuando era niño
era duro el collar adulto;
cuando me levanté del suelo
y susurré: “mundo infecto”,
me fui tan lejos que mi voz era bostezo
dejando la cordura al lado de la sensatez,
del encadenamiento que no deseé.

Hoy quiero querer dejar
cosas olvidadas en la valija
del sosiego:
aquel veneno que mató mis venas.
o aquella guitarra afónica
de desamor
y llena de enojos
norteños.


Alexander Vórtice


PAISAJE/LANDSCAPE -1-

Aroma a cierzo en tu cabello y azules destellos que el Rey Trueno dejó en tus venas: Con esto me acredita el destino que lo primordial del último ocaso de mi vida será un gesto tribal.

Scent of Northem winds in your hair and blue sparkles that the Thurder King left in your veins: With this the destiny confirms to me that the essential of my life´s last decline will be a tribal gesture.


Alexander Vórtice


LA VIDA ES SOLO UN SOPLO, QUIE TE LASTIMA NO TE AMA ,KIEN AMA CUIDA, QUIEN TE HACE FELIZ ES FELIZ, QUIEN TE HACE INFELIZ, TODA SU VIDA CAMBIARA Y SOLO DIOS SABRA CUAL SU CASTIGO SERA


JULIA ESTHER LOPEZ


"NUEVA ÉPOCA DE PAZ"

NO pares, no te rindas aunque el ardor
queme tu hogar con sus dedos de tártaro.
NO abandones la jugada maestra, en ocasiones
los rivales son astutos, pero tú serás benevolente.
NO me crucifiques si el “Fin” te pilla comiendo
excrementos, yo a secas tengo pecados de omisión.

NO me abandones, no desees escuchar “mis verdades”;
no conviene enfurecer a los astros, no es deseable para mí
acoger en mis manos la nevisca de la cuajada negrura,
no soy de esos que olvidan un verso en el aire
y así lo devore el demonio con sus fauces liberales.

NO pares, no te detengas, ya que el bramido gira
sobre sí mismo y provoca náuseas a los escogidos
para salvaguardar una nueva época de paz.


Alexander Vórtice


"ILUSIÓN ÓPTICA"

La tilde sobre el tejado
hace que se esfume
el miedo.

Corramos hacia lo inservible
y sabremos qué significa
la palabra sosiego.
Más de setecientos jinestes albos
transitan con sus manos
de fallecimiento etéreo
tus escuálidos senos.
El amor fue la excusa
y el pecado una ilusión optica
empequeñecida por el zozobra.

La tilde juguetea en el tejado
ahora que la galaxia dormita
bajo mis sueños.


Alexander Vórtice


"IMPACTO"

Ruge el caos entre las manos del sol.

Resurge el epitafio de las palabras
que no quisimos pronunciar.

El impacto es inminente:
se aproxima el día en que todo será nada,
y nada será lo único que gocemos.

Y ahora que sabes la verdad de la situación,
hazme el favor de pronunciar mi nombre
cuando el agudo padecimiento
llame a tu puerta.


Alexander Vórtice


"LO ESTÚPIDO"

Sugiéreme lo estúpido
y lo llevaré a cabo.

No soy ni seré soldado
con banderola libertaria,
mas, en cuestiones de idiotez
mi sombra brinca
cual hibrida pantomima
y renuncia a los lugares comunes
para adentrarse en el terreno idealizado
donde anida la deficiencia
del ser humano.


Alexander Vórtice


"LICORES EXPONTÁNEOS"

Los zapatos se desgastaron en Berlín
y los párpados se sintieron débiles al saber
que hay caminos bajo el asfalto,
vías diseñadas por las manos toscas
de los elfos sin prestigio humano.

No descuelgues el teléfono
cuando veas mis fotos
recorriendo las callejuelas de Dublín;
no me beses si el amor se va,
o ya se fue, al fin…

Calcina mi ambiente rebuscado
y consérvate firme cuando la milicia
desgarre mi verso inconcluso.

Visita el lugar de donde huyes,
atúrdeme con tus malestares
de mujer incapaz de considerar
las ciudades en las que jamás he estado,
urbes con sabor a sombrero escéptico
y licores extemporáneos.


Alexander Vórtice