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Alfonso de la martine

Alfonso de la martine. Encuentra docenas de alfonso de la martine con fotos para copiar y compartir.


El amor es gracia humanizada y es tan irreal como los mismos sueños.


Alfonso Orantes


Al evocarte, mi alma se ilumina como un amanecer.


Alfonso Orantes




Me abrieron tus ojos las puertas de lo eterno y el secreto de la vida me lo dijo tu boca.


Alfonso Orantes


Cuando sonríe toda la gracia está en su boca y la alegría como una fiesta entre sus ojos.


Alfonso Orantes


El intelectual pedante oculta su ignorancia bajo la pretenciosidad.


Alfonso Guerra


Todo se cambia, todo se transforma: la verdad, la mentira, los despojos.


Alfonso Orantes




Sus ojos, dos puntos suspensivos en el poema de su cara.


Alfonso Orantes


El hombre es el fruto de lo eterno.


Alfonso Orantes


En nuestras bocas las sonrisas fueron mensajes de esperanza.


Alfonso Orantes




Como revelación de ignoto arcano, hecha del germen mismo de lo tierno, eres misterio que al misterio humano aclara en tí su gema donde quiso mostrar la vida su prodigio eterno para que en tí yo viera el paraíso.


Alfonso Orantes


El arte de la expresión no me apareció como un oficio retórico, independiente de la conducta, sino como un medio para realizar plenamente el sentido humano.


Alfonso Reyes


Escribo: eso es todo. Escribo conforme voy viviendo. Escribo como parte de mi economía natural. Después, las cuartillas se clasifican en libros, imponiéndoles un orden objetivo, impersonal, artístico, o sea artificial. Pero el trabajo mana de mí en un flujo no diferenciado y continuo.


Alfonso Reyes


El Lecho

¡Oh soledad, mi soledad, aroma
de la muerte, naufragio
del contiguo vivir, cuchillo, llama,
que corta, quema el mundo y manos, voces
que el mundo alza como alambres para
tender los Paños, las banderas limpias
de la amistad!
¡Oh soledad, presagio
de la tierra movida o de la cal y el canto
clausurados!
La rueca
sigue girando al otro lado de la
cretona distendida como una piel que he puesto
a secar. y los ramos en que abejas,
mariposas quizá, se depositan
ajenas a esta caja donde busco
en vano el sueño.

¿Soy el mismo? El ala
de un instante separa esto que digo
de lo que dije cuando dije soy.
Y no hablemos del día: encontré piedras
sobre las que el silencio reposaba,
hojas secas, mojadas por el riego
de las nubes, vibrantes hojas verdes,
instrumentos ajados, entusiasmos
dormidos, humos, lenguas.

¡Oh soledad, mi soledad, la noche
no te abandona, el sueño se derrama
sobre el clamor atenazado! Vuelco
mi tristeza en las sábanas, abrigo
mi deseo de Dios entre los párpados,
y sigo tiritando de estar solo.

"Port-Royal" 1968


Alfonso Canales




Casa de Piel

Igual que en esas series
de cajas chinas, donde va el espacio
acotándose más y más, ciñéndose
a una cuadrada almendra de vacío
en la que todo es íntimo y sensible
a la añorada percepción, el cielo
y el suelo, la ciudad, el edificio,
la planta, el cuarto, el lecho, son tabiques,
progresivos contornos de una carne,
última estancia del saber.

No estamos
juntos, sino trabados, como maclas
de pirita (sistema irregular)
que sueñan con que vientres
y labios se acomoden,
hasta formar el más perfecto sitio
de una desesperada situación.

¿Nunca logran
los amantes, los diestros
en el más hondo menester, su dicha
completa? Siglos llevan pretendiéndola,
y ahora estoy seguro
de que podré, comendador de mármol,
traspasar tu pared, ya trabajada
por dientes y por uñas.

El aguardo
se torna situación: axila, muslo,
senos, vientre, confluyen
en la encantada grieta donde el tiempo se hace
eternidad. Y sigo
ahondando en ti, buscando en ti la cifra
de todo. Y me arrodillo,
y me alzo. Gesticulo
como un torpe feliz que encuentra oro
y lo admira lucir de gloria, y quiere
regarlo con su sangre,
para que luzca más prohibido.

¿Es ésta
la habitación del hombre? En ella gasto
mis años de verdor. El ostensible
vacío luz se hace. Nace el mundo
de nuevo. Ya probado
el fruto está: seremos como dioses.


Alfonso Canales


Somos la esencia del libro de la vida, somos los autores y editores de nuestra historia, no existen secuelas solo una parte, queda de nosotros el hacer una comedia o tragedia de ella.


Andy Alfonso


Según Alfonso X el Sabio, el mucho hablar hace envilecer las palabras, para Cervantes, siempre Cervantes, no hay razonamiento que, aunque sea bueno, siendo largo lo parezca.


Camilo José Cela


Se eternizó el instante, porque al verte sobre ti se volcó toda mi vida.


Alfonso Orantes


Todo el vacío de mi vida lo llena tu sonrisa.


Alfonso Orantes


Sus ojos me hablaron de cosas eternas, su boca me hizo conocer el sabor de la vida.


Alfonso Orantes


Cuando el mar estaba claro tracé tu nombre en la playa, vino un oleaje a borrarlo y el mar se volvió esmeralda.


Alfonso Orantes


Sueña



Sueña al máximo.
Sueña de día y de noche...
Sueña con cada momento y cada respiro...
Sueña cada cosa que desees y
cada objetivo que tengas.

Sueña con el sol y las estrellas...
y con el sonido del mar.
Sueña con el aire que respiras...
Pero sueña...


Rodolfo Alfonso


Madre Mia

Madre mia, aun extraño,
tu ternura y bondad,
tu belleza y tu verdad,
y el sacrificio que has dado.

Tu paciencia y el amor
a tus hijos y a la vida,
sin que te vieras vencida
de tristesa o de dolor.

Madre mia llena de vida,
asi te recordare,
y siempre te mantedre
abierto mi corazon.


Rodolfo Alfonso


Dicen que canto al hablar


Dicen que canto al hablar
pues hijo soy de un cantor,
desde mi tierra natal
como el mas fiel ruíseñor.

Aquel que quiera escuchar
lo digo con emoción,
como dijo el gran maestro
en su linda canción.

Tierra joven, rica y santa
caribeña con su sol,
esas aguas que la bañan
iluminan su explendor.

Es mi cuna y mi partida
es su fruta un paladar,
porque soy puertorriqueño
es que canto al hablar.


Andy Alfonso


A veces, el arte está en los críticos. Estos inventan el arte.


Alfonso Guerra


Soneto

En el que el poeta toma prestadas las palabras
de John Donne para desabrigar infundados temores...

¿Qué haremos en invierno -me preguntas-,
sin un mal cobertor que nos defienda
del frío? ¿ Qué participada prenda
abrigará las desnudeces juntas ?

No te sé contestar. Y descoyuntas,
pura, abierta, entregada a la contienda
del amor, ese cuerpo, a suelta rienda.
y se me escapa el alma por las puntas.

Aún es verano, y la calor es tanta
que no comprendo la frialdad. Y sudo
cuanta humedad rehuye la garganta.

¿Pero existe el invierno? ¿Y es tan crudo
su rigor? Si es así, ¿qué mejor manta
para tu desnudez, que, yo, desnudo?


Alfonso Canales


Al verte, loca alegría danza en mi corazón.


Alfonso Orantes




Que en este mi infortunio está mi suerte: pues llevando mi muerte entre mi vida, es inmortal la vida de mi muerte.


Alfonso Orantes


Amor amortiza amor.


Alfonso Orantes


El Poeta Se Lamenta de La Fugacidad

DEL QUERER HUMANO

¿Adónde va el amor, por más que duela
el corazón a cada estrecho paso;
con qué peso se hunde, en qué fracaso
el beso se anonada y se cancela?

Abrígalo si puedes: va que vuela
su precario calor, al cielo raso.
Mira que con frecuencia se da el caso
de que a la vuelta el velo se desvela.

¿Adónde vamos a parar con tanta
ráfaga que se va por un postigo,
si el cisne se nos muere cuando canta?

¿Qué puede alimentarnos este trigo
que siempre se nos queda en la garganta?
¿Adónde vamos a parar, amigo?


Alfonso Canales


Mujer y ángel que en lo femenino de lo corpóreo que hay en tu existencia, anticipa a mi opaca inteligencia cómo está conformado un ser divino.


Alfonso Orantes


Oh Aquellos Días Claros...

Oh aquellos días claros de mi niñez, aquellos
días entre jardines, entre libros y sueños,
a qué poco han quedado reducidos: las piedras
brillantes al sol alto del dulce mediodía
-¡qué amarilla se ha puesto de aquel sol la memoria!-,
las pequeñas calizas, los cuarzos y pizarras
polvorientas, suaves, bajo los almecinos,
aún tienen un rescoldo de recuerdo en mis manos;
el jazmín del estío- ¡qué fue de aquella nieveI-,
que daba olor de fiesta a la tranquila noche,
aún lo siento en el pecho, cuando cierro los ojos;
y el rumor de las olas, lenta, lejanamente,
en mi interior florece cuando llueve el silencio.
Calor, olor, rumores: a qué poco han quedado
reducidos los días lejanos y felices.

A veces el sonido de una piedra, cayendo
en una verde alberca, me hace creer que nunca
debió formarse un hombre sobre aquel que gozaba
sobresaltando aguas tranquilas. Y quién sabe
si hoy, corriendo esas aguas hacia mares futuros,
también piensan que nunca debieron de ser ríos.


Alfonso Canales


Iluminaste mi existencia llenando el arca vacía de mi corazón.


Alfonso Orantes


¡Si yo pudiera con palabras decirte este poema que hay en mí!.


Alfonso Orantes


El amor es el bálsamo y la herida.


Alfonso Orantes


El fin de la creación literaria es iluminar el corazón de todos los hombres, en los que tienen de meramente humano.


Alfonso Reyes


Los libros son, entre mis consejeros, los que más me agradan, porque ni el temor ni la esperanza les impiden decirme lo que debo hacer.


Alfonso V de Aragón


Los que dejan al rey errar a sabiendas, merecen pena como traidores.


Alfonso X el Sabio


Los cántaros, cuanto más vacíos, más ruido hacen.


Alfonso X el Sabio


Aquel que ama, el mismo se ata y se mata, y se hace de señor siervo, en tanto que todos cuantos ve se piensa que le usurpan su amor, y con muy poca superstición todo en su corazón se perturba y se le revuelve de dentro.


Alfonso Martínez de Toledo


El verdadero heroísmo está en transformar los deseos en realidades y las ideas en hechos.


Alfonso Rodríguez Castelao