Almafuerte la sombra de la patria ( 9 )
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Quiero escribirte como quien aprende. Fotografío cada instante. Profundizo en las palabras como si pintase, más que un objeto, su sombra. No quiero preguntar por qué se puede preguntar siempre por qué y seguir siempre sin respuesta: ¿consigo entregarme al expectante silencio que sigue a una pregunta sin respuesta? Aunque adivino que en algún lugar o en algún tiempo existe la gran respuesta para mí.
Clarice Lispector
Tengo hambre de tu boca, de tu voz, de tu pelo
y por las calles voy sin nutrirme, callado,
no me sostiene el pan, el alba me desquicia,
busco el sonido líquido de tus pies en el día.
Estoy hambriento de tu risa resbalada,
de tus manos color de furioso granero,
tengo hambre de la pálida piedra de tus uñas,
quiero comer tu piel como una intacta almendra.
Quiero comer el rayo quemado en tu hermosura,
la nariz soberana del arrogante rostro,
quiero comer la sombra fugaz de tus pestañas
y hambriento vengo y voy olfateando el crepúsculo
buscándote, buscando tu corazón caliente
como un puma en la soledad de Quitratúe
y por las calles voy sin nutrirme, callado,
no me sostiene el pan, el alba me desquicia,
busco el sonido líquido de tus pies en el día.
Estoy hambriento de tu risa resbalada,
de tus manos color de furioso granero,
tengo hambre de la pálida piedra de tus uñas,
quiero comer tu piel como una intacta almendra.
Quiero comer el rayo quemado en tu hermosura,
la nariz soberana del arrogante rostro,
quiero comer la sombra fugaz de tus pestañas
y hambriento vengo y voy olfateando el crepúsculo
buscándote, buscando tu corazón caliente
como un puma en la soledad de Quitratúe
Pablo Neruda
El ciudadano que en este asunto, como en todos, quiera el bien de su patria, debe dedicarse a enriquecer y concentrar el genio nacional. Debe conocerlo y para ello debe amarlo, porque sólo se conoce a fondo lo que se ama. Debe preocuparle poco la pequeñez del territorio, si el alma de los que lo pueblan no es pequeña. Debe preocuparle poco que no haya mucho dinero, si el que hay es de quien no lo ha robado. Debe preocuparle poco que no haya muchos cañones, si no se teme la muerte.
Rafael Barrett
El miedo era un hombre que huía de su propia sombra. Era una mujer con auriculares que solamente podía oir por ellos su propio terror. El miedo era un solipsista, un narcisista, era ciego a todo lo que no fuera él mismo. El miedo era más fuerte que la ética, más fuerte que el discernimiento, más fuerte que la responsabilidad y que la civilización. El miedo era un animal lanzado a la carrera que pisoteaba niños mientras huía de sí mismo. El miedo era un fanático, un tirano, un cobarde, un enajenado y una puta. El miedo era una bala que le apuntaba al corazón.
Salman Rushdie
Tan extranjera, tan sin patria, sin lengua natal. Los que decían: y era nuestra herencia una red de agujeros, hablaban, al menos, en plural.
Alejandra Pizarnik
Ésa Constitución falangista que quiere Arrese aunque desfastizada es dañina (...) por su acento social y perjudicial por su anticapitalismo contra el 'sistema' (...) Sin embargo nos es atrayente por su contenido antiliberal y su esencia nacional de la patria así como su moderación en lo referente al Partido único que ha prometido sacrificar en pos del interés y del ideal de España.
Francisco Franco
En pocos meses más dejaré el mando. Nada puedo esperar para mí, pero entregaré mil veces la vida antes que permitir que se destruya la obra de Portales, base angular del progreso incesante de mi patria.
José Manuel Balmaceda
El que no tiene patria posee el mundo, el que se ha desprendido de todo posee la vida entera y el que no tiene culpa goza de paz.
Stefan Zweig
Mañana y mañana y mañana se arrastra con paso mezquino día tras día hasta la sílaba final del tiempo escrito. La luz de nuestro ayer guió a los necios hacia el polvo de la muerte. ¡Apágate, apágate breve llama! La vida es una sombra que camina, un pobre actor que en escena se arrebata y contonea y a quien nunca más se oye. La vida es un cuento narrado por un idiota, lleno de ruido y furia, y que nada significa.
William Shakespeare
Todo boliviano que quiera sentir la realidad geográfica de su Patria, la misión histórica de nuestro pueblo, debe empaparse de las ideas de Jaime Mendoza.
Ãscar Ãnzaga
... Sí/ la patria está allá como está aquí
allá diseminada en pedacitos
aquí pidiendo que la conservemos
en todos los centímetros que somos
allá diseminada en pedacitos
aquí pidiendo que la conservemos
en todos los centímetros que somos
Mario Benedetti
Y al fin:
feliz aquel que tiene sus lugares de duración;
ya no será, aunque se haya trasladado para siempre a un país
extraño,
sin perspectivas de volver a su mundo,
nadie a quien han expulsado de su patria.
feliz aquel que tiene sus lugares de duración;
ya no será, aunque se haya trasladado para siempre a un país
extraño,
sin perspectivas de volver a su mundo,
nadie a quien han expulsado de su patria.
Peter Handke
Estoy preparado para morir por mi patria, dijo, pero no sabía lo difícil que es matar por ella.
Isabel Allende
Las derechas, sí, invocan a la Patria, invocan a las tradiciones; pero son insolidarias con el hambre del pueblo, insolidarias con la tristeza de esos campesinos que aquí, en Andalucía, y en Extremadura y en León, siguen viviendo como se vivía hace 500 años, siguen viviendo como desde la creación del mundo viven algunas bestias. Y esto no puede ser así.
José Antonio Primo de Rivera
Tendríamos que ser como Luis, no ya seguirlo, sino ser como él, dejar atrás inapelablemente el odio y la venganza, mirar al enemigo como lo mira Luis, con una implacable magnamidad que tantas veces ha suscitado en mi memoria (pero esto, ¿cómo decírselo a nadie?) una imagen de pantocrátor, un juez que empieza por ser el acusado y el testigo y que no juzga, que simplemente separa las tierras de las aguas para que al fin, alguna vez, nazca una patria de hombres en un amanecer tembloroso, a orillas de un tiempo más limpio.
Julio Cortázar
De libros malditos, del hombre que los escribió, de un personaje que se escapó de las páginas de una novela para quemarla, de una traición y de una amistad perdida. Es una historia de amor, de odio y de los sueños que viven en la sombra del viento.
Carlos Ruiz Zafón
Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo,
y más la piedra dura porque esa ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.
Ser y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,
y el temor de haber sido y un futuro terror...
Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
y sufrir por la vida y por la sombra y por
lo que no conocemos y apenas sospechamos,
y la carne que tienta con sus frescos racimos,
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,
¡y no saber adónde vamos,
ni de dónde venimos!...
y más la piedra dura porque esa ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.
Ser y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,
y el temor de haber sido y un futuro terror...
Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
y sufrir por la vida y por la sombra y por
lo que no conocemos y apenas sospechamos,
y la carne que tienta con sus frescos racimos,
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,
¡y no saber adónde vamos,
ni de dónde venimos!...
Rubén DarÃo
Si una noche de invierno un viajero, fuera del poblado de Malbork, asomándose desde la abrupta costa sin temor al viento y al vértigo, mira hacia abajo donde la sombra se adensa en una red de líneas que se entrelazan, en una red de líneas que se intersecan sobre la alfombra de hojas iluminadas por la luna en torno a una fosa vacía, «¿Cuál historia espera su fin allá abajo?», pregunta, ansioso de escuchar el relato.
Italo Calvino
No sabes la emoción indescriptible con que te escribo... Emoción de pisar suelo europeo, de estar en la patria de Velásquez, Calderón, Cervantes, Tirso, Franco y tantos otros
Jaime Guzmán
Los soldados mexicanos se empiezan a pregun-tar qué hacen persiguiendo mexicanos, dónde quedaron la Patria y su historia, dónde el honor y la verguenza...
Subcomandante Marcos
No soy ya el que conocisteis, oh mujeres. Histrio. Mimo. Noche de empusas, lamias, mala sombra, final del gran juego. Cómo cansa ser todo el tiempo uno mismo. Irremisiblemente. No las veré nunca más, está escrito.
Julio Cortázar
Los esclavos o los hombres sometidos al poder absoluto no tienen patria, porque la Patria no se vincula a la tierra natal sino en el libre ejercicio de los derechos Ciudadanos
Esteban EcheverrÃa
Vosotros, aquí abajo, estáis diciendo: revolución, revolución; la palabra revolución, amigos míos, es una palabra fácil de emplear, pero muy difícil de ejecutar. Tenemos que vencer, oídmelo bien; no podemos, no debemos trastornar cruelmente y tontamente el país; sería peor la falta de trabajo, el caos, sería mil veces peor que los problemas que tiene la República; tenemos que ir todos los días reformando una cosa, cambiando otra, sin cesar, cambio profundo, obras profundas, diariamente, todos los días. Queréis revolución. Hacedla primero dentro de vuestras almas. El amor a la humanidad, el amor a la Patria, el saber luchar, el saber hacer sacrificios, sin amilanarse, eso es la revolución : amor al progreso y a la justicia, de todos los días, venciendo todos los obstáculos y todos los trabajos.
José MarÃa Velasco Ibarra
He contribuido con mis escritos aconsejando con tesón al gobierno chileno a dar aquel paso... El gobierno argentino, engañado por una falsa gloria, provoca una cuestión ociosa que no merece cambiar dos notas, Para Buenos Aires tal posesión es inútil. Magallanes pertenece a Chile y quizá toda la Patagonia... No se me ocurre después de mis demostraciones, como se atreve el gobierno de Buenos Aires a sostener ni mentar siquiera sus derechos. Ni sombra ni pretexto de controversia les queda.
Domingo Faustino Sarmiento
Algunos estamos amenazados de muerte, por nuestra fidelidad desde cuando eramos jóvenes, a la Patria, al Pueblo, a los Trabajadores y a la causa del Socialismo
Jaime Pardo Leal
Quiero dormir un rato,
un rato, un minuto, un siglo;
pero que todos sepan que no he muerto;
que haya un establo de oro en mis labios;
que soy un pequeño amigo del viento Oeste;
que soy la sombra inmensa de mis lágrimas
un rato, un minuto, un siglo;
pero que todos sepan que no he muerto;
que haya un establo de oro en mis labios;
que soy un pequeño amigo del viento Oeste;
que soy la sombra inmensa de mis lágrimas
Federico GarcÃa Lorca
La vida no es más que una sombra en marcha; un mal actor que se pavonea y se agita una hora en el escenario y después no vuelve a ser oído: es un cuento narrado por un idiota, lleno de ruido y de furia, que nada significa
William Shakespeare
El Cristianismo no es más que la imitación de Cristo. El verdadero cristiano debe ser, en cuanto pueda y lo más que pueda, el imitador de Cristo, el copiador de Cristo, la sombra de Cristo. No existe, para él, otro modo de vivir la jornada terrena que como preparación de la perpetuidad paradisíaca.
Giovanni Papini
Mary, la hija, pasó la infancia viendo su nombre escrito sobre ua tumba. Una madre desconocida - que llevaba su mismo nombre- había muerto al darla a luz, y eso la llevó a cavilar la vida entera sobre los misterios del naiemiento, y sobre la asombrosa proximidad que hay entre la vida y la muerte. Se sentía parida por la tumba, una tumba ella misma, y su nombre y su epitafio tallados sobre una piedra gris la persiguieron en la luz y en la sombra.
William Ospina
25
?Muchacho, ¿por qué tienes esta mirada enloquecida?
?Debí de beber algún zumo de adormidera para que los ojos se me llenaran de esta locura.
?¡Avergüénzate, pues!
?Hay prudentes y hay locos, previsores y despreocupados. Hay ojos que sonríen y ojos que lloran, y mis ojos están llenos de locura.
?Muchacho, ¿por qué estás tan quieto a la sombra de este árbol?
?Mi corazón pesa en mis pies y descanso a la sombra de este árbol.
?¡Avergüénzate, pues!
?Unos andan por el camino, otros pasean, algunos son libres, otros están encadenados, y mi corazón pesa en mis pies.
?Muchacho, ¿por qué tienes esta mirada enloquecida?
?Debí de beber algún zumo de adormidera para que los ojos se me llenaran de esta locura.
?¡Avergüénzate, pues!
?Hay prudentes y hay locos, previsores y despreocupados. Hay ojos que sonríen y ojos que lloran, y mis ojos están llenos de locura.
?Muchacho, ¿por qué estás tan quieto a la sombra de este árbol?
?Mi corazón pesa en mis pies y descanso a la sombra de este árbol.
?¡Avergüénzate, pues!
?Unos andan por el camino, otros pasean, algunos son libres, otros están encadenados, y mi corazón pesa en mis pies.
Rabindranath Tagore
No se rompía la patria potestad cuando en el año 2002 aprobaron la Ley de Autonomía del Paciente, por la cual se permite que cualquier joven pueda operarse de lo que quiera, ponerse tetas, por ejemplo.
Bibiana AÃdo
Soñé que Baudelaire hacía el amor con una sombra en una habitación donde se había cometido un crimen. Pero a Baudelaire no le importaba. Siempre es lo mismo, decía
Roberto Bolaño