Amigo dulce ( 2 )
Amigo dulce. Encuentra docenas de amigo dulce con fotos para copiar y compartir.
Si reprocháis al amigo sus defectos o sus vicios, corréis el riesgo de pelearos con él; si le hacéis presente su ridiculez, podéis tener la seguridad de que no lo perdonará jamás.
Edme Pierre Beauchene
El amigo ha de ser corno la sangre, que acude luego a la herida sin esperar a que le llamen.
Francisco De Quevedo
El hombre más rico del mundo no es el que conserva el primer duro que ganó, sino el que conserva el primer amigo que tuvo.
Marta Mason
Tu amigo tiene un amigo, y el amigo de tu amigo tiene otro amigo; por consiguiente sé discreto.
Talmud
El bien que hemos hecho nos da una satisfacción interior, que es la más dulce de todas las pasiones.
René Descartes
¡Qué raro y maravilloso es ese fugaz instante en el que nos damos cuenta de que hemos descubierto un amigo!
William Rotsler
A las personas les interesa nuestro destino exterior; el interior, solo a nuestro amigo.
Heinrich Wilhelm von Kleist
La verdad puede ser dulce o amarga, pero no puede ser mala; la mentira puede ser dulce o amarga, pero no puede ser buena.
Constancio C. Vigil
En la amistad debemos tomar en cuenta que los amigos verdaderos se cuentan con los dedos por lo que, el hombre mas rico no es el que conserva el primer peso que ganó, sino el que conserva el primer amigo que tuvo.
Michel Tanus Cruz
Definición de Amistad
La amistad... onírico destello
El más grande sentimiento
El más fructífero terreno
Es el refugio
Donde buscamos la paz
Y poesía y una travesía
Por dónde camina el amigo
Es donde encendemos la sonrisa
Y apagamos la soledad
Un lugar mágico en donde
Reside la verdad.
La amistad... onírico destello
El más grande sentimiento
El más fructífero terreno
Es el refugio
Donde buscamos la paz
Y poesía y una travesía
Por dónde camina el amigo
Es donde encendemos la sonrisa
Y apagamos la soledad
Un lugar mágico en donde
Reside la verdad.
Diego E. Loayza G.
No camines detrás de mí, puedo no guiarte. No andes delante de mi, puedo no seguirte. Simplemente camina a mi lado y sé mi amigo.
Albert Camus
Buscamos un hombro en el que llorar, unos oidos que nos escuchen, una mirada que nos comprenda, un amigo que nos acompañe. Y olvidamos al mejor amigo, nuestro interior.
Crece con él y desarrolla su amistad. Qué bien te sentirás con él! Después compártelo con los demas.
Siempre te lo agradecerá.
Crece con él y desarrolla su amistad. Qué bien te sentirás con él! Después compártelo con los demas.
Siempre te lo agradecerá.
Francis Aragón
La fortaleza del hombre se prueba en la desgracia, y la fidelidad de un buen amigo se prueba en la tempestad.
Theodor Korner
Existo. Es algo tan dulce, tan dulce, tan lento. Y leve; como si se mantuviera solo en el aire. Se mueve. Por todas partes, roces que caen y se desvanecen. Muy suave, muy suave.
Jean Paul Sartre
Cualquiera vale para enemigo, no así para amigo; pocos pueden hacer bien, y casi todos mal.
Baltasar Gracián
Ama al amigo y en tiempos difíciles será más que un hermano.
Amigos son los ángeles que nos levantan de las caídas, cuando nuestras alas no recuerdan como volar.
Amigos son los ángeles que nos levantan de las caídas, cuando nuestras alas no recuerdan como volar.
Amaury RodrÃguez
Si yo no hubiera sido, el alma mía repartida pondría en cada cosa una chispa de amor...
Dulce MarÃa Loynaz
Hay algo muy sutil y muy hondo en volverse a mirar el camino andado... El camino en donde, sin dejar huella, se dejó la vida entera.
Dulce MarÃa Loynaz
No te nombro; pero estás en mí como la música en la garganta del ruiseñor aunque no esté cantando.
Dulce MarÃa Loynaz
Rosas
En mi jardín hay rosas:
Yo no te quiero dar las rosas
que mañana...
mañana no tendrás.
En mi jardín hay pájaros
con cantos de cristal:
No te los doy,
que tienen alas para volar ...
En mi jardín abejas
labran fino panal:
¡Dulzura de un minuto...
no te la quiero dar!
Para ti lo infinito o nada;
lo inmortal o esta muda tristeza
que no comprenderás ...
La tristeza sin nombre de no tener que dar
a quien lleva en la frente algo de eternidad ...
Deja, deja el jardín...
No toques el rosal:
las cosas que se mueren
no se deben tocar.
En mi jardín hay rosas:
Yo no te quiero dar las rosas
que mañana...
mañana no tendrás.
En mi jardín hay pájaros
con cantos de cristal:
No te los doy,
que tienen alas para volar ...
En mi jardín abejas
labran fino panal:
¡Dulzura de un minuto...
no te la quiero dar!
Para ti lo infinito o nada;
lo inmortal o esta muda tristeza
que no comprenderás ...
La tristeza sin nombre de no tener que dar
a quien lleva en la frente algo de eternidad ...
Deja, deja el jardín...
No toques el rosal:
las cosas que se mueren
no se deben tocar.
Dulce MarÃa Loynaz
La Flor Blanca
Entraban en silencio el invitado,
la mujer de su amigo y la flor blanca.
Estaban en silencio. Y el espacio
de su amor era blanco y silencioso,
como la flor que lo representaba.
Y aquel silencio era deseo y culpa,
traición amarga, dulce desafío,
y había en él angustia y esperanza,
y era la plenitud, y el desengaño.
"El hacha y la rosa" 1993
Entraban en silencio el invitado,
la mujer de su amigo y la flor blanca.
Estaban en silencio. Y el espacio
de su amor era blanco y silencioso,
como la flor que lo representaba.
Y aquel silencio era deseo y culpa,
traición amarga, dulce desafío,
y había en él angustia y esperanza,
y era la plenitud, y el desengaño.
"El hacha y la rosa" 1993
Luis Alberto de Cuenca
El Viento
Vino primero tenue y acarició su pelo,
nube de mariposas rozando sus mejillas;
era el beso de un ángel flotando en las orillas
de sus ojos azules con reflejos de cielo.
Y se agitó en ligeros y suaves remolinos
trepando dulce y ágil en torno a su figura,
cubriendo en un abrazo la flor de su cintura,
llevando su perfume por todos los caminos.
Llegó por las esquinas borracho y pendenciero,
y sacudió su blusa con empuje atrevido.
Era intenso y robusto, rebelde y encendido,
y la apretó con fuertes tentáculos de acero.
Se transformó en violento ciclón desesperado,
arrancando la falda con sus múltiples manos,
invadiendo los fondos recónditos y arcanos,
y arrebatando el fuego de su cuerpo azotado.
Gentil soplo de viento crecido sin medida,
tierno beso de amigo transformado en amante,
leve caricia alzada en pasión dominante,
sueños nunca vividos de una ocasión perdida.
Vino primero tenue y acarició su pelo,
nube de mariposas rozando sus mejillas;
era el beso de un ángel flotando en las orillas
de sus ojos azules con reflejos de cielo.
Y se agitó en ligeros y suaves remolinos
trepando dulce y ágil en torno a su figura,
cubriendo en un abrazo la flor de su cintura,
llevando su perfume por todos los caminos.
Llegó por las esquinas borracho y pendenciero,
y sacudió su blusa con empuje atrevido.
Era intenso y robusto, rebelde y encendido,
y la apretó con fuertes tentáculos de acero.
Se transformó en violento ciclón desesperado,
arrancando la falda con sus múltiples manos,
invadiendo los fondos recónditos y arcanos,
y arrebatando el fuego de su cuerpo azotado.
Gentil soplo de viento crecido sin medida,
tierno beso de amigo transformado en amante,
leve caricia alzada en pasión dominante,
sueños nunca vividos de una ocasión perdida.
Francisco Alvarez
Ernesto, Moreno de Luz...
Ernesto, moreno de luz y luna argentina,
cigarrillo entre los dedos,
sonrisa de ni ñ o en los naranjales del alba.
Ernesto, amigo fiel de espejos y cafés,
padre confidencial con aire triste de gorrión,
páramo de salina y dulce de leche.
Ernesto, aire de tocayo guerrillero,
espuma que se desborda por la vida,
costado tembloroso ajeno a ti mismo.
Ernesto, paloma que se ha roto una pata,
plata sin cascabel,
runruneo de pato deslizándose en el canalón...
te quiero más que a él
pero -perdona, compañero tan próximo-:
no te amo
Ernesto, moreno de luz y luna argentina,
cigarrillo entre los dedos,
sonrisa de ni ñ o en los naranjales del alba.
Ernesto, amigo fiel de espejos y cafés,
padre confidencial con aire triste de gorrión,
páramo de salina y dulce de leche.
Ernesto, aire de tocayo guerrillero,
espuma que se desborda por la vida,
costado tembloroso ajeno a ti mismo.
Ernesto, paloma que se ha roto una pata,
plata sin cascabel,
runruneo de pato deslizándose en el canalón...
te quiero más que a él
pero -perdona, compañero tan próximo-:
no te amo
Almudena Guzmán
Petit-cru
En Tintagel suena un cascabel. Petit-cru.
Vino de Avalón, la isla de las hadas. Tristán
para la rubia Iseu lo atrajo. Alegra el corazón
su música hechizada. La amiga es
por el embrujo, lejos del amigo, feliz. ¡Dios:
el desdichado envió a la desdichada la dicha! Renunció
al talismán para que pudiera la reina, separada de él,
vivir dichosa, y la rubia encuentra alegre el vivir.
Hermosos son los mantos forrados de blanco armiño,
gentiles las cabalgadas por el matorral en la corte de Marés,
y los torneos en los que los caballeros muestran amorosas divisas.
Dulce el recuerdo de Tristán como sonrisa del amanecer.
El cascabel del blanco cachorro es más fuerte
que la copa fatal que la imprudente prudencia materna
llenó de amor y de muerte y abrasadora pasión.
Pero ¿cómo la amiga en la ausencia del amigo se siente
con cuerpo ligero, con alas de alondra, con el espíritu
gracioso? La reina piensa. Desvela el secreto.
Hechizo de amor es. El desdichado desea
la dicha de aquella que es su dolor.
Petit-cru. Los labios adornados de dulce
amargura requieren el ser milagroso. Del regazo
le tira el cascabel. No quiero, amigo hermoso
la alegría mientras tú estas triste, señor;
la vida mientras tú mueres. Bebemos el vino
juntos, debemos morir o vivir.
Desde la florida ventana arroja el cascabel al mar.
Arrastrando su larga cola bordada camina
por los pasajes del llanto al sombrío sepulcro del dolor.
De "Poemas colgados de un cabello"
En Tintagel suena un cascabel. Petit-cru.
Vino de Avalón, la isla de las hadas. Tristán
para la rubia Iseu lo atrajo. Alegra el corazón
su música hechizada. La amiga es
por el embrujo, lejos del amigo, feliz. ¡Dios:
el desdichado envió a la desdichada la dicha! Renunció
al talismán para que pudiera la reina, separada de él,
vivir dichosa, y la rubia encuentra alegre el vivir.
Hermosos son los mantos forrados de blanco armiño,
gentiles las cabalgadas por el matorral en la corte de Marés,
y los torneos en los que los caballeros muestran amorosas divisas.
Dulce el recuerdo de Tristán como sonrisa del amanecer.
El cascabel del blanco cachorro es más fuerte
que la copa fatal que la imprudente prudencia materna
llenó de amor y de muerte y abrasadora pasión.
Pero ¿cómo la amiga en la ausencia del amigo se siente
con cuerpo ligero, con alas de alondra, con el espíritu
gracioso? La reina piensa. Desvela el secreto.
Hechizo de amor es. El desdichado desea
la dicha de aquella que es su dolor.
Petit-cru. Los labios adornados de dulce
amargura requieren el ser milagroso. Del regazo
le tira el cascabel. No quiero, amigo hermoso
la alegría mientras tú estas triste, señor;
la vida mientras tú mueres. Bebemos el vino
juntos, debemos morir o vivir.
Desde la florida ventana arroja el cascabel al mar.
Arrastrando su larga cola bordada camina
por los pasajes del llanto al sombrío sepulcro del dolor.
De "Poemas colgados de un cabello"
Ricardo Carballo Calero
El abrazo de un amigo puede ser dulce o amargo,
solamente tu sabes si es dulce o es engaño.
solamente tu sabes si es dulce o es engaño.
Aminadab León