Añadido por matias
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El primer apóstol de los que no fueron constituidos por Cristo durante el tiempo en que éste residió en la tierra fue Matiás...
Thomas Hobbes
los autenticos representates de la poesia son aquellos que al escribir desnudan su alma
matias izquierdo
La doctrina significa aquello que hace que el pueblo esté en armonÃa con su gobernante, de modo que le siga donde sea, sin temer por sus vidas ni a correr cualquier peligro.
MatÃÂas Ramón Mella
El terreno implica las distancias, y hace referencia a dónde es fácil o difÃcil desplazarse, y si es campo abierto o lugares estrechos, y esto influencia las posibilidades de supervivencia.
MatÃÂas Ramón Mella
El tiempo significa el Ying y el Yang, la noche y el dÃa, el frÃo y el calor, dÃas despejados o lluviosos, y el cambio de las estaciones.
MatÃÂas Ramón Mella
El mando ha de tener como cualidades: sabidurÃa, sinceridad, benevolencia, coraje y disciplina.
MatÃÂas Ramón Mella
La disciplina ha de ser comprendida como la organización del ejército, las graduaciones y rangos entre los oficiales, la regulación de las rutas de suministros, y la provisión de material militar al ejército. Estos cinco factores fundamentales han de ser conocidos por cada general. Aquel que los domina, vence; aquel que no, sale derrotado.
MatÃÂas Ramón Mella
En la lucha actual y en las operaciones militares emprendidas, se necesita usar de la mayor prudencia, observando siempre con la mayor precaución y astucia para no dejarse sorprender, igualando asà la superioridad del enemigo en número, disciplina y recursos.
MatÃÂas Ramón Mella
Nuestras operaciones deberán limitarse a no arriesgar jamás un encuentro general, ni exponer tampoco a la fortuna caprichosa de un combate la suerte de la República; tirar pronto, mucho y bien, hostilizar al enemigo dÃa y noche, y cortarles el agua cada vez que se pueda, son puntos cardinales, que deben tenerse presentes como el Credo.
MatÃÂas Ramón Mella
Agobiarlo con guerrillas ambulantes, racionadas por dos, tres o más dÃas, que tengan unidad de acción a su frente, por su flanco y a retaguardia, no dejándoles descansar ni de dÃa ni de noche, para que no sean dueños más que del terreno que pisan, no dejándolos jamás sorprender ni envolver por mangas, y sorprendiéndolos siempre que se pueda, son reglas de las que jamás deberá Ud. apartarse.
MatÃÂas Ramón Mella
Nuestra tropa deberá, siempre que pueda, pelear abrigada por los montes y por el terreno y hacer uso del arma blanca, toda vez que vea la seguridad de abrirle al enemigo un boquete para meterse dentro y acabar con él; no deberemos por ningún concepto presentarle un frente por pequeño que sea, en razón de que, siendo las tropas españolas disciplinadas y generalmente superiores en número, cada vez que se trate de que la victoria dependa de evoluciones militares, nos llevarÃan la ventaja y serÃamos derrotados.
MatÃÂas Ramón Mella
No debemos nunca dejarnos sorprender y sorprenderlos siempre que se pueda y aunque sea a un solo hombre.
MatÃÂas Ramón Mella
No dejarlo dormir ni de dÃa ni de noche, para que las enfermedades hagan en ellos más estragos que nuestras armas; este servicio lo deben hacer solo los pequeños grupos de los nuestros, y que el resto descanse y duerma.
MatÃÂas Ramón Mella
Si el enemigo repliega, averÃgüese bien, si es una retirada falsa, que es una estratagema muy común en la guerra; si no lo es, sÃgasele en la retirada y destaquen en guerrillas ambulantes que le hostilicen por todos lados; si avanzan hágaseles caer en emboscadas y acribÃllese a todo trance con guerrillas, como se ha dicho arriba, en una palabra, hágasele a todo trance y en toda extensión de la palabra, la guerra de manigua y de un enemigo invisible.
MatÃÂas Ramón Mella
Cumplidas estas reglas con escrupulosidad, mientras más se separe el enemigo de su base de operaciones, peor será para él; y si intentase internarse en el paÃs, más perdido estará.
MatÃÂas Ramón Mella
Organice Ud. dondequiera que esté situado, un servicio lo más eficaz y activo posible de espionaje, para saber horas del dÃa y de la noche el estado, la situación, la fuerza, los movimientos e intenciones del enemigo.
MatÃÂas Ramón Mella