Arrogante
Arrogante. Encuentra docenas de arrogante con fotos para copiar y compartir.
Pensar en viejo me abruma y, sin embargo, pensar en joven, en sano y arrogante joven, me parece tan insípido...
Camilo José Cela
La felicidad es ciega, sobrado arrogante para ver precipicios bajo las flores que cubren su camino.
Concepción Arenal
Tengo fama de muy serio, o incluso de arrogante o de altivo, y de todas estas cosas que estoy harto de oír. Creo sin embargo que en mis novelas hay mucho humor, pequeñas bromas y hay alguna escena que aspira a ser cómica o en todo caso es un poco disparatada. El humor es una de las pocas cosas que nos salva.
Javier MarÃas
Si tuviera un 80% de acierto en tiros libres seguramente sería un arrogante y no alguien humilde. Así que todo tiene su razón de ser.
Shaquille O'Neal
En el escenario soy un gran macho, un objeto sexual y soy muy arrogante, así que la gente me rechaza por eso. Pero realmente no soy así. No saben realmente como soy por dentro.
Freddie Mercury
El dinero no cambia al hombre, simplemente lo desenmascara. Si un hombre es naturalmente egoísta, avaro y arrogante, esto se manifiesta con el dinero
Henry Ford
El amor propio es más arrogante que ciego: no nos oculta nuestros defectos, nos convence de que escapan a los ojos de los demás
Samuel Johnson
Se me ha acusado de decir que soy el mejor arquitecto del mundo, y si lo he dicho, no creo que haya sido demasiado arrogante.
Frank Lloyd Wright
La Cour Carrée
Oh rápida, te amo.
Oh zorra apresurada al borde del vestido
y límite afilado de la bota injuriante,
rodilla de Artemisa fugaz entre la piedra,
os amo,
sombra huidiza en la escalera noble,
espalda entre trompetas por el puente.
Oh vagas, os envidio,
imágenes parejas en los grises
vahos de las cristaleras entornadas,
impacientes
-que llegan a las citas con retraso-
nervios de los que habitan (el descuido
seguro y arrogante de la puerta entreabierta
y el gesto ordenador de las cosas que miran).
Lo quiero casi todo:
la puerta del palacio con armas y figuras,
el nombre de los reyes y el latón de República.
Quiero tus ojos de extranjera ingenua
y la facilidad sin alma del copista.
Quiero esta luz de ahora. Es mi deseo
estar abierto, atento, hasta que parta.
Y quisiera que alguien me dijera
adiós,
contenida, riendo entre lágrimas.
Extranjero en las puertas, no estás solo,
mi apurada tristeza te acompaña.
Oh rápida, te amo.
Oh zorra apresurada al borde del vestido
y límite afilado de la bota injuriante,
rodilla de Artemisa fugaz entre la piedra,
os amo,
sombra huidiza en la escalera noble,
espalda entre trompetas por el puente.
Oh vagas, os envidio,
imágenes parejas en los grises
vahos de las cristaleras entornadas,
impacientes
-que llegan a las citas con retraso-
nervios de los que habitan (el descuido
seguro y arrogante de la puerta entreabierta
y el gesto ordenador de las cosas que miran).
Lo quiero casi todo:
la puerta del palacio con armas y figuras,
el nombre de los reyes y el latón de República.
Quiero tus ojos de extranjera ingenua
y la facilidad sin alma del copista.
Quiero esta luz de ahora. Es mi deseo
estar abierto, atento, hasta que parta.
Y quisiera que alguien me dijera
adiós,
contenida, riendo entre lágrimas.
Extranjero en las puertas, no estás solo,
mi apurada tristeza te acompaña.
Carlos Barral
Mi amor
Mi amor, nunca entenderás lo mucho que te quiero. Haga lo que haga, diga lo que diga.
Te lo di todo, lo hice todo por ti. Di la cara cuando otros te criticaban y respondí en tu nombre. Te amé como nadie llegó a hacerlo, con el alma.
La gente me decía que te dejara por que creían que eras arrogante, superficial y ególatra. Pero no, para mí eras la perfección personificada, con un halo sobre tu cabeza.Tu rostro era joven, inocente y pícaro a la vez. Tu pelo era brillante, lacio y suave como la seda.Tu cuerpo era perfecto, esbelto, ligero y delicado.Tu voz, un dulce susurro como el de un ángel.Y lo que más he querido nunca de ti, lo que me hace sentir un electrizante escalofrío por la espalda, tus ojos. Verdes con tonos marrones, mágicos, hermosos, tuyos. Cuando los vi por primera vez sentí que tenían que ser míos.Pero a mí no me hubiera importado tu aspecto con esa personalidad: cariñosa, fiel, educada, inteligente y sobre todo, como todo tu ser, dulce.
Siempre estuve a tu vera aguardando el momento en que me dijeras esas palabras que tanto deseaba al oído y me hicieras todo lo feliz que podría llegar a ser. Solo te pedí una cosa: que estuvieras conmigo. Pero ese día se me partió el corazón en mil pedazos cuando me dijeron la espantosa noticia.
“No prestó atención y un coche acabó con su vida”.Solo te pedí una cosa, tú me pedías muchas y todas te las di. En cambio tú, solo pensaste en ti.
Mi amor, nunca entenderás lo mucho que te quiero. Haga lo que haga, diga lo que diga.
Te lo di todo, lo hice todo por ti. Di la cara cuando otros te criticaban y respondí en tu nombre. Te amé como nadie llegó a hacerlo, con el alma.
La gente me decía que te dejara por que creían que eras arrogante, superficial y ególatra. Pero no, para mí eras la perfección personificada, con un halo sobre tu cabeza.Tu rostro era joven, inocente y pícaro a la vez. Tu pelo era brillante, lacio y suave como la seda.Tu cuerpo era perfecto, esbelto, ligero y delicado.Tu voz, un dulce susurro como el de un ángel.Y lo que más he querido nunca de ti, lo que me hace sentir un electrizante escalofrío por la espalda, tus ojos. Verdes con tonos marrones, mágicos, hermosos, tuyos. Cuando los vi por primera vez sentí que tenían que ser míos.Pero a mí no me hubiera importado tu aspecto con esa personalidad: cariñosa, fiel, educada, inteligente y sobre todo, como todo tu ser, dulce.
Siempre estuve a tu vera aguardando el momento en que me dijeras esas palabras que tanto deseaba al oído y me hicieras todo lo feliz que podría llegar a ser. Solo te pedí una cosa: que estuvieras conmigo. Pero ese día se me partió el corazón en mil pedazos cuando me dijeron la espantosa noticia.
“No prestó atención y un coche acabó con su vida”.Solo te pedí una cosa, tú me pedías muchas y todas te las di. En cambio tú, solo pensaste en ti.
ester juárez rodrÃguez
Por más que ambiciones, humilde o arrogante, solo has de ser el dueño de lo que eres esclavo.
José Angel Buesa
Tu sabes todo de mi, que me gusta y que no.
Tu ese amigo de llamadas cortas y mensajes sencillos.
Tú que disfrutas de mis enojos y te apiadas de mis tristezas.
Tu ese amigo incomparable, único pero arrogante, encantador pero grosero.
Tú que fuiste mí amor secreto y yo que fui tu más linda ilusión; dejaste de lado aquel sentimiento de ayer, de hoy.
Y solos seguimos así tú y yo.
Tu ese amigo de llamadas cortas y mensajes sencillos.
Tú que disfrutas de mis enojos y te apiadas de mis tristezas.
Tu ese amigo incomparable, único pero arrogante, encantador pero grosero.
Tú que fuiste mí amor secreto y yo que fui tu más linda ilusión; dejaste de lado aquel sentimiento de ayer, de hoy.
Y solos seguimos así tú y yo.
Yinellis González
NO ESCUCHES
Te gusta tener el poder
Saber que te quieren
Y tu aprovecharte de el.
Amas que estén pendientes de ti
Así tu ego sube, así tu eres feliz.
Crees que las personas deben amarte,
Sin esperar nada de tu parte,
Pues así lo dice tu corazón arrogante:
“No ames, con que te vean es bastante”.
Oh corazón tan frio
No congeles mi amor,
Oh por favor te pido
Solo quiero tu calor.
Y es verdad que no puedo saber lo que sientes
Pero tus actos confirman, lo que sabe mi mente.
No te exijo que me quieras
Aunque si existiera la manera….
No te escribo para herirte
Solamente quiero pedirte:
Que no permitas que desangre
El corazón que te ama bastante,
Él es bueno, de verdad te quiere
Pero siento como poco a poco muere,
No te fijes en el cuándo ya esté muerto,
¡NO!, No escuches a tu corazón inexperto.
Te gusta tener el poder
Saber que te quieren
Y tu aprovecharte de el.
Amas que estén pendientes de ti
Así tu ego sube, así tu eres feliz.
Crees que las personas deben amarte,
Sin esperar nada de tu parte,
Pues así lo dice tu corazón arrogante:
“No ames, con que te vean es bastante”.
Oh corazón tan frio
No congeles mi amor,
Oh por favor te pido
Solo quiero tu calor.
Y es verdad que no puedo saber lo que sientes
Pero tus actos confirman, lo que sabe mi mente.
No te exijo que me quieras
Aunque si existiera la manera….
No te escribo para herirte
Solamente quiero pedirte:
Que no permitas que desangre
El corazón que te ama bastante,
Él es bueno, de verdad te quiere
Pero siento como poco a poco muere,
No te fijes en el cuándo ya esté muerto,
¡NO!, No escuches a tu corazón inexperto.
Alexander IV
Por favor, no me llamen arrogante solo porque digo la verdad. Soy campeón europeo y pienso que soy especial
José Mourinho
Por favor, no me llaméis arrogante, soy campeón de Europa y creo que soy especial. Wenger, Ferguson y Benítez nunca serán tan especiales como yo.
José Mourinho
Creo que estoy razonablemente seguro con toda honestidad. Pero definitivamente no creo que soy arrogante. Estoy bastante a la tierra, quiero decir que estoy realmente a la tierra.
John Key
El amor es sufrido, es benigno; el amor no es envidioso ni jactancioso, no es arrogante ni grosero.
(I Corintios)
(I Corintios)
Biblia
No hay nadie más arrogante para con las mujeres, más agresivo o despectivo, que el hombre que se preocupa de su virilidad.
Simone de Beauvoir
Creo que las cosas cambiaron como resultado de una cierta percepción de nuestra política. Cuando pasamos por nuestro período celoso, arrogante no exactamente nos gana amigos.
Fred Frith
INSOMNIO
Ya habían pasado dos horas desde que decidí acostarme en mi angosta cama de plaza y media y aún no podía conciliar el sueño. Solo daba vueltas sobre ella sin poder pegar un solo ojo, las piernas me hormigueaban por la desesperación, estaba inquieto pensando en el momento en que me quedaría dormido; pero nada de nada, seguía con los ojos abiertos y sin lograr el ansiado placer del dormir.
No sé a qué hora me dormí, pero en algún momento lo pude hacer. Eran ya casi las tres de la mañana cuando me volví a levantar pegando un grito que estremeció la habitación en la que me había instalado. Mi cuerpo estaba temblando, sudoroso, agitado y desesperadamente temeroso. Las cosas que me habían sucedido en el anhelado sueño que perseguía fueron desastrosas, en él me vi observando la persecución de una bella mujer a la que acusaban las mujeres del pueblo de haberse metido con sus esposos, ella corría despavorida intentando no ser atrapada por la enardecida turba y así lograr escapar de una paliza segura.
_ ¡Maldita mujerzuela!_ le gritaban desaforadamente.
Mientras que ella solo atinaba a temblar y a pedir perdón: _ ¡Por favor, perdónenme!, lo siento mucho.
Sin embargo la turba descontrolada no escuchaba las súplicas de Fiorela, ese era el nombre de la infortunada, y en ese momento empecé a recordarla; con razón su cara se me hacía conocida, ella era la hermana de mi compañera del colegio, Sofía. Esta chica, unos años mayor que yo, se había ido del pueblo a trabajar a la provincia, ya hace un buen tiempo que no la veía, pero supe que se había vuelto un poco creída y arrogante porque estaba ganando una buena plata.
Volviendo al tema, yo estaba atónito por lo que sucedía, ella me miraba fijamente a los ojos como interrogándome por no ayudarla a salir de ese problema en el que se había metido…de pronto la mujer de los cabellos rubios logra subir por los techos de las casas y en su intento por seguir su huida, cae pesadamente sobre el pavimento, pero en su descenso pude ver que su mirada seguía clavada mí; esa mirada quedó grabada en mi mente como una pintura imborrable. En ese instante me retiré haca mi casa y sin saber cómo aparecí caminando por el lomo de una pared de adobes, ésta era lo suficientemente ancha como para poder caminar, sin darme cuenta ella apareció detrás de mí. Venía volando hacia donde estaba yo, era su alma, sí su alma tétrica y fantasmal que se reía emitiendo grandes carcajadas; luego pude divisar que en su mano derecha llevaba un filoso cuchillo de grandes proporciones. Me empezó a insultar y a lanzarme amenazas:
_ Te voy a matar infeliz, tú dejaste que me pasara esto, por tu culpa yo ahora estoy muerta._
Las palabras ahogadas por la desesperación quedaron atrapadas en mi garganta y por más que intentaba gritar, pedirle perdón o clamar por ayuda no lograba hacerlo, sin embargo ella se acercaba más y más, sus ojos echaban chispas, sus labios exageradamente pintados parecían los de un pobre payaso; ya estaba muy cerca y seguía vociferando:
_ Maldito, eres un maldito. Te voy a clavar este cuchillo en el centro de tu corazón y te voy a ver morir desgraciado… ¡Muérete…!
_ ¡Noooooooooooooooooooo!_
Fue un grito profundo y horroroso, sentí el filo del brillante cuchillo, introducirse en mi pecho frágil y agitado. Aún temblando por esa indeseable experiencia, me senté en el borde de la cama, mis latidos acelerados galopaban desbocados en mi cuerpo. Luego me levanté, fui al baño, lavé mi cara, miré alrededor y regresé a la cama; solo había sido un mal sueño convertido en una malísima escena de terror.
Ya habían pasado dos horas desde que decidí acostarme en mi angosta cama de plaza y media y aún no podía conciliar el sueño. Solo daba vueltas sobre ella sin poder pegar un solo ojo, las piernas me hormigueaban por la desesperación, estaba inquieto pensando en el momento en que me quedaría dormido; pero nada de nada, seguía con los ojos abiertos y sin lograr el ansiado placer del dormir.
No sé a qué hora me dormí, pero en algún momento lo pude hacer. Eran ya casi las tres de la mañana cuando me volví a levantar pegando un grito que estremeció la habitación en la que me había instalado. Mi cuerpo estaba temblando, sudoroso, agitado y desesperadamente temeroso. Las cosas que me habían sucedido en el anhelado sueño que perseguía fueron desastrosas, en él me vi observando la persecución de una bella mujer a la que acusaban las mujeres del pueblo de haberse metido con sus esposos, ella corría despavorida intentando no ser atrapada por la enardecida turba y así lograr escapar de una paliza segura.
_ ¡Maldita mujerzuela!_ le gritaban desaforadamente.
Mientras que ella solo atinaba a temblar y a pedir perdón: _ ¡Por favor, perdónenme!, lo siento mucho.
Sin embargo la turba descontrolada no escuchaba las súplicas de Fiorela, ese era el nombre de la infortunada, y en ese momento empecé a recordarla; con razón su cara se me hacía conocida, ella era la hermana de mi compañera del colegio, Sofía. Esta chica, unos años mayor que yo, se había ido del pueblo a trabajar a la provincia, ya hace un buen tiempo que no la veía, pero supe que se había vuelto un poco creída y arrogante porque estaba ganando una buena plata.
Volviendo al tema, yo estaba atónito por lo que sucedía, ella me miraba fijamente a los ojos como interrogándome por no ayudarla a salir de ese problema en el que se había metido…de pronto la mujer de los cabellos rubios logra subir por los techos de las casas y en su intento por seguir su huida, cae pesadamente sobre el pavimento, pero en su descenso pude ver que su mirada seguía clavada mí; esa mirada quedó grabada en mi mente como una pintura imborrable. En ese instante me retiré haca mi casa y sin saber cómo aparecí caminando por el lomo de una pared de adobes, ésta era lo suficientemente ancha como para poder caminar, sin darme cuenta ella apareció detrás de mí. Venía volando hacia donde estaba yo, era su alma, sí su alma tétrica y fantasmal que se reía emitiendo grandes carcajadas; luego pude divisar que en su mano derecha llevaba un filoso cuchillo de grandes proporciones. Me empezó a insultar y a lanzarme amenazas:
_ Te voy a matar infeliz, tú dejaste que me pasara esto, por tu culpa yo ahora estoy muerta._
Las palabras ahogadas por la desesperación quedaron atrapadas en mi garganta y por más que intentaba gritar, pedirle perdón o clamar por ayuda no lograba hacerlo, sin embargo ella se acercaba más y más, sus ojos echaban chispas, sus labios exageradamente pintados parecían los de un pobre payaso; ya estaba muy cerca y seguía vociferando:
_ Maldito, eres un maldito. Te voy a clavar este cuchillo en el centro de tu corazón y te voy a ver morir desgraciado… ¡Muérete…!
_ ¡Noooooooooooooooooooo!_
Fue un grito profundo y horroroso, sentí el filo del brillante cuchillo, introducirse en mi pecho frágil y agitado. Aún temblando por esa indeseable experiencia, me senté en el borde de la cama, mis latidos acelerados galopaban desbocados en mi cuerpo. Luego me levanté, fui al baño, lavé mi cara, miré alrededor y regresé a la cama; solo había sido un mal sueño convertido en una malísima escena de terror.
Juancho
No estamos siendo arrogante o complaciente cuando nos dijo que nuestro país, como una nación unida, nunca en toda su historia, disfrutó como una confluencia de alentar posibilidades.
Thabo Mbeki
Lo que yo diría a los cineastas, si me permite el atrevimiento, o tan arrogante, es inspirarse en otros cineastas, pero voy al lugar en su propio intestino, donde todo es nada. Eso es una cosa muy Zen decir, pero ese lugar de la nada es donde la verdadera creatividad surge de.
Lawrence Bender
Cada vez que empiezo a sentir demasiado arrogante sobre mí, siempre me tomo un viaje a los EE.UU. Los chicos de inmigración patear la estrella de mi fama.
Shahrukh Khan
Dios nunca nos va a dirigir para ser orgulloso, arrogante y despiadado, inmoral o negligente o llenos de miedo. Nos adentramos en estas cosas porque somos insensibles a la dirección del Espíritu Santo en nosotros.
Charles Stanley
No hay nada falso o arrogante orgullo alemán en técnica alemana y habilidades de negocios.
Douglas Hurd
Me gustan los hombres que tienen confianza, pero no el over-the-top confianza arrogante.
Carly Rae Jepsen
En la comedia canadiense, usted casi nunca se ven las armas. Si llevas una pistola en una escena, es como, 'Whoa! Wow, ¿cómo vamos a lidiar con eso! ' Armas en una comedia americana son un hecho. La violencia en América se usa de una manera mucho más arrogante.
Scott Thompson
Mis sentimientos acerca de mi mortalidad son menos egoístas de lo que solían ser. Yo solía afectar a una actitud arrogante hacia la muerte, y ahora que lo veo desde la perspectiva de mi hijo.
Rufus Sewell
Si uno más 'periodista' hace una declaración arrogante de mí y de mi banda, yo personalmente o con la ayuda de mis fans, darles la bienvenida en su casa y descubrir lo mucho que creen en la libertad de expresión.
Marilyn Manson
Tener fe es creer en la verdad, creo que la verdad confiere poder especial a quienes tienen la suerte de conseguir un poco de conocimiento y saber en nuestros corazones, que todas estas cosas vienen de Dios, y por eso no debemos ser demasiado arrogante por nuestra éxitos.
Tony Snow
Bad Religion es arrogante, arrogante, dogmático e intolerante. Y también lo es la mala ciencia. Pero a diferencia de los fundamentalistas religiosos, los fundamentalistas científicos no se dan cuenta de que sus opiniones se basan en la fe. Ellos piensan que saben la verdad.
Rupert Sheldrake
Estoy en problemas porque soy normal y un poco arrogante. A mucha gente no le gusta a sí mismos y que resultan ser totalmente enamorado de mí mismo.
Mike Tyson
Yo era un solipsista y un narcisista y demasiado arrogante. Tengo mucha más compasión ahora, pero tomó mucho tiempo.
Andrew Sarris
El mal moral es la inmoralidad y el dolor y el sufrimiento y la tragedia que vienen porque nosotros elegimos ser egoísta, arrogante, indiferente, odioso y abusivo.
Lee Strobel
Ciclistas. Realmente los odio. Me gustaría que no sería tan arrogante y darse cuenta de que son un peligro para los peatones. Ojalá los ciclistas no encajar vengativamente off retrovisores de los coches cuando trataban de cruzar en frente del vehículo en un peligro para los automovilistas y peatones.
Antonia Susan Byatt