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Aspiraciones

Aspiraciones. Encuentra docenas de aspiraciones con fotos para copiar y compartir.


Vivid no de acuerdo con los ideales recibidos, sino con vuestras aspiraciones, con vuestra intuición más vehemente.


Antonio Gala


Hay que tener aspiraciones elevadas, expectativas moderadas y necesidades pequeñas.


H. Stein




El espectáculo de lo bello, en cualquier forma en que se presente, levanta la mente a nobles aspiraciones.


Gustavo Adolfo Bécquer


El triunfo de la patria, que ha sido el objeto de sus nobles aspiraciones, será siempre su mayor título de gloria y el mejor premio de sus heroicos esfuerzos


Benito Juárez


Me encontré de pronto en la culminación de la dicha del amor y en consecuencia en la cima de mi vida, de mis añoranzas y aspiraciones.


Hermann Hesse


El sentido común del hombre tiene su propia necesidad; afirma su legitimidad con la única arma que está a su alcance, esto es, la invocación a lo obvio de sus aspiraciones y reflexiones


Martin Heidegger




No temas fallar. No es fallar, sino apuntar muy bajo el error. Con grandes aspiraciones, es glorioso incluso fallar.


Bruce Lee


Solamente Cristo puede responder a vuestras aspiraciones. Dejaros conquistar por Dios para que vuestra presencia dé a la Iglesia un impulso nuevo


Benedicto XVI


No me preparo a mi vez para convertirme en maestro. No por falta de ambición o porque una persona eminente me humille; sino, porque, como discípulo, me he internado en una vía fecunda cuya progresión basta para colmar mis aspiraciones intelectuales


Pierre Sansot




La vida humana tiene una explicación que sale de nuestros límites, fuera de nuestro contexto seguramente hay razones poderosas de la creación de la raza humana y de su destino. Pero cualesquiera que fueran esas razones, si no hubiera para esa raza humana una vida posterior entonces éstas habrían sido insuficientes y contrarias a las altas aspiraciones del espíritu humano.


Doménico Cieri Estrada


Llámame cuando me haya saciado de esta querida y bella vida que no me ha atormentado nunca y a la que no he renunciado jamás. La he amado desde lo más profundo de mi corazón y todavía está en la flor. Mi salud siempre ha sido buena, la riqueza, abundante y las aspiraciones, grandes.


Naguib Mahfouz


El liderazgo es hacer lo correcto por educar e inspirar a un electorado, teniendo empatía con el ánimo, las necesidades, deseos, y aspiraciones de la humanidad.


Benazir Bhutto


El psicoanálisis es, en el mejor de los casos, una cristalización prematura de ortodoxias espúreas; en el peor, una doctrina pseudo-científica que ha causado un daño indecible tanto a la psicología como a la psiquiatría, y que ha sido igualmente dañina para las esperanzas y aspiraciones de incontables pacientes que confiaron en sus cantos de sirena. Ha llegado la hora de tratarlo como una curiosidad histórica, y de volver a la gran tarea de construir una psicología verdaderamente científica.


Hans Eysenck




PARA ARISTÓTELES la amistad era "lo más necesario para la vida", y nosotros, cuando oímos decir que "un amigo es un tesoro" o que "donde está tu amigo está tu tesoro", nos damos cuenta de que esas palabras resuenan como un aldabonazo en nuestro interior. No nos dejan indiferentes, porque todos sabemos o intuimos qué clase de tesoro puede llegar a ser una amistad.

A las personas nos gusta tener amigos: gente con la que compartir vida, experiencias, tiempo, conversación... Nos gustan los amigos y nos parecen muy importantes, incluso imprescindibles. La amistad es una relación humana con un valor muy especial. Junto con la família y el trabajo, es algo que nos parece que merece la pena y a lo cual dedicamos tiempo y esfuerzo. Queremos tener amigos en la vida: para no estar solos -a veces se siente la soledad incluso estando rodeados de gente-, para vivir la vida más a fondo y para disfrutarla de verdad. Como escribió Aristóteles, "sin amigos nadie querría vivir, aun cuando poseyera todos los demás bienes".

Quizá por eso escribo esto. Escribir sobre la amistad me ayuda a saber qué espero yo de ella, qué doy yo a mis amigos, si mi amistad con ellos es plena o solo algo "satisfactorio". Reflexionar sobre las cosas ayuda a vivirlas mejor. Reflexionar es un modo de vivir.

LA AMISTAD COMO REGALO
Decía más arriba que dedicamos esfuerzo a hacer amigos. Y el esfuerzo es necesario porque las cosas no salen solas. Sin embargo, la amistad no se puede forzar. Por eso también puede decirse que la amistad surge siempre como un regalo, como un don que se recibe. En un momento dado, aparece entre dos personas un deseo de compartir, de comunicarse, de contar lo que se lleva dentro y de contrastarlo, de ser conocido muy a fondo. De hecho, cuando uno vislumbra en el horizonte la posibilidad de hacer una nueva amistad, de esas profundas y verdaderas, que aportan y llenan tanto por dentro, parece que su espíritu se hincha y crece. Es como ver nacer un día radiante. La vida se ve de otro color porque los amigos hacen cobrar sentido a nuestras vivencias: estas no van a ser solo para nosotros. Las cosas son distintas porque las vivimos pensando en compartirlas, en transmitirlas, en discutirlas, en compararlas. De nuestros amigos nos interesa todo: lo que piensan, lo que hacen, cómo viven las cosas. Lo importante no es solo lo que cuentan ni lo que les pasa; lo importante es que eso "es tuyo", "eres tú".

Desde mi adolescencia he experimentado disgusto ante los momentos meramente descriptivos de los acontecimientos, o las que eran como una reseña informativa de lo que había ocurrido en el verano. Los momentos verdaderos son aquellos en las que los acontecimientos del lunes o del viernes se describen como cosas que me pasan y no solo como cosas que van pasando a mi lado. Lo interesante y lo que me hace disfrutar era ver cómo esas cosas se viven desde dentro de mis amigos.
El grado de amistad con los amigos puede distinguirse precisamente por eso. Por si los momentos estaban llenos de preguntas convencionales y frases que se repetían del mismo modo en todas los demás momentos o si e ellos te dejas llevar, trayendo a colación esto o aquello, y acabando en lugares desconocidos para ti mismo, pero bonitos y en los que habías disfrutado. Escribir para los amigos es descubrir el mundo con unos ojos nuevos para dárselo a ellos.

La amistad es un regalo porque es vivir otra vida además de la propia. Es poder vivir dos veces. Y es también reafirmar tu propia existencia porque hay alguien que la quiere así: incondicionalmente. En el amigo encontramos aceptación plena.

La amistad es un don porque, en cierto modo, llega cuando y como quiere; no es programable; simplemente, surge y es como un regalo, un don que uno recibe.

Esa comunión del espíritu que hay entre los amigos, ese compartir denso e intenso, ese vivir y ser sin dar explicaciones porque estas no son necesarias para nuestro mutuo entendimiento, ese encontrar las puertas del alma siempre abiertas y acogedoras para ti porque eres tú, es el tesoro incalculable. No es extraño que los griegos la calificaran como regalo de los dioses.

Regalo es también en el sentido de que nunca es verdaderamente merecida. Si se puede hablar así, algunos podrían merecer más que otros el tener amigos. Pero, en el fondo, la amistad de una persona difícilmente es algo que uno llegue a "merecer". Se pueden tener de modo habitual disposiciones personales adecuadas para la amistad, para tener amigos (no todo el mundo las tiene).

Pero no se puede decidir en qué momento aparecerá el amigo o de quién seré amigo. Por ejemplo, todos contamos con momentos imborrables de la vida en los que comprendes repentinamente que tienes delante a alguien que puede leer dentro de ti como si fueras tú quien lo hiciera; que puede pasearse por tu alma sin explicaciones de tu parte; sin necesidad de mapas, brújulas o palabras clave que le hagan entender lo que se va a encontrar. Es la empatía, una sintonía especialísima que se establece con muy pocas personas a lo largo de la existencia, y que es un descenso y un ascenso vertiginoso por las entrañas de la verdadera vida.

MIRAR A LAS PERSONAS
Cuando nos sentimos así, vistos con unos ojos ajenos que al mismo tiempo son como los nuestros propios, es como si todo nuestro ser despertara. Querríamos saberlo todo acerca de aquella persona y que ella conociera nuestro yo hasta el final. Las conversaciones se convierten en un continuo maravillarse y aportarse mutuo. Sentimos el mundo como un pequeño globo terráqueo que gira entre nuestras manos y el motor de ese movimiento es la corriente que entre nosotros se ha creado.

Es un encuentro con otro yo, sin que ese yo se refiera a un yo idéntico, a un "alma gemela"; pues puede serlo o no. Es otro yo porque se pone en nuestra piel como si fuéramos nosotros mismos; pero al tiempo que mantiene su mismidad y su alteridad. Y por eso hay mucha riqueza en el trato con el amigo, porque lo distinto siempre nos enriquece.

Mirarnos en un amigo es mirarnos en un espejo. En un espejo que devuelve algo más que una simple reproducción de la propia imagen. Mirarnos en un amigo es encontrarnos a nosotros mismos vistos desde fuera y con mayor perspectiva, pero con el cuidado con que nosotros mismos pondríamos al mirarnos: "A través de él, los amigos se enriquecen y perfeccionan, se descubren e interpretan.

Se podría decir que, al ver al otro, cada uno de ellos aprende a conocerse" (Marias). La acción de mirar que tanto aparece entre los amigos, es algo que me parece esencial para que pueda surgir amistad entre dos personas para tener amigos hay que saber mirar.

En una carta que recibí hace unos meses me decía una amiga que "había encontrado el camino para trascender lo inmediato. El despertador para mirar (...) era el del pensamiento filosófico y la contemplación de las cosas bellas". En mi respuesta, le reafirmé en su descubrimiento porque me parecía realmente valioso: la filosofía y la contemplación estética son dos medios muy buenos para acceder a lo más hondo de la realidad.

La belleza es un camino hacia la verdad especialmente bueno. Porque la belleza no produce únicamente la mera delectación estética; posee una cualidad inestimable, y es que exige por nuestra parte contemplación. Ante las cosas bellas no basta pasear la vista. Para disfrutarlas verdaderamente hay que mirarlas con detenimiento, con miramiento. Con ellas hay que andarse con contemplaciones. Y contemplar es importante porque hace que nos detengamos y miremos las cosas tal como son, "dejando" que sean así.

La contemplación es un camino abierto hacia la verdad. Hacia la verdad personal, la de los demás y la del universo entero. Eso lo expresa muy bien de otro modo Lorenzo Silva en una de sus novelas. Escribía que "el mundo está lleno de tesoros sin descubrir porque no hay quien se pare a mirarlos. Pero en cuanto hay alguien que se detiene ante ellos, se abren ante esa persona como una maravillosa realidad llena de riqueza y significado ofreciéndole nuevos horizontes". Yo he pensado muchas veces que eso exactamente pasa con las personas.
Por eso, para tener amigos hay que saber mirar. Mirar es ver con atención, es contemplar, es concentrar nuestro ser entero en los ojos deseando captar lo que hay frente a ellos. Mirar presupone una vista limpia, sin prejuicios ni cargas anteriores, para captar lo que hay y no lo que yo he puesto o quiero poner. Mirar no es ver lo que yo quiero ver sino percibir cómo son las cosas o las personas en sí. Y además de limpieza interior, la mirada requiere también aceptación, renuncia a dominar. Cuando miramos de verdad, estamos dispuestos a dejar ser a las cosas y a las personas tal y como son. Esto es especialmente importante con las personas.

A las personas hay que dejarlas ser, hay que aceptarlas como son. Sin esa condición nunca sabremos lo que es una verdadera amistad; nunca llegaremos a saborear el gozo inmenso que produce esa identificación con el otro, ese compartir la vida, los sueños, los deseos, los fracasos. Habrá siempre en el amigo una zona de acceso prohibido o de "reservado".

Para mirar de verdad hay que aprender a hacerlo. Los hay que conocen ese arte de modo natural o han sido educados en él. Pero también puede aprenderse. Para mirar hay que pararse, parar la rueda de la actividad exterior y parar también nuestro ruido interior (qué tengo que hacer luego, cómo resolveré la cena en casa de mi hermano, qué ropa necesito, a ver cómo queda el Madrid, a ver si consigo cerrar un buen trato con este cliente...). Para mirar hay que perder el miedo a "pasar tiempo" sin haber sido ""eficaces"".

Todos hemos conocido a personas que provocan que los que están a su lado den lo mejor de sí mismos. Son personas que logran que los demás quieran -parafraseando a Salinas- "sacar de sí su mejor yo". Es así porque son personas que saben mirar, y que por eso han sabido encontrar la llave interior de las personas. Esa llave de la confianza que uno entrega solo cuando va a saberse visto, aceptado y querido por sí mismo.

LA MORADA DEL YO
Llegar a la intimidad del alma, al centro de la persona o solo rozar su periferia, exige rodeos: rodeos que son esencialmente contemplación, escucha atenta y activa, mirada abierta y receptiva. Solo cuando una persona percibe ese clima de confianza a su alrededor es capaz de empezar a abrir las rendijas de su yo. Y a través de esas rendijas pueden empezar a filtrarse los rayos de la luz que toda persona esconde. La intimidad, la interioridad, es siempre luminosa en el sentido de iluminadora. Porque muestra siempre algo desconocido para quien no está allí dentro. No siempre será lo original y nuevo el qué diga esa persona pero sí el cómo ella lo vive. Esta es la llave que entregamos a nuestros amigos y que hace que quedemos totalmente al descubierto: vulnerables, también.

Algunas veces, tras haber desnudado la intimidad del alma en conversación con la persona que nos ha inspirado esa confianza, uno siente el vértigo del miedo a romperse, a que le rompan, a que se burlen, a que no comprendan, al silencio indiferente o superficial.

Hasta ahora, esos pensamientos, deseos, aspiraciones, miedos y preguntas más íntimas habían quedado dentro de nuestra alma. A veces nos angustiaban, otras nos elevaban, otras nos desbordaban por dentro de tal forma, que había que expresarlos de algún modo (quién no ha cantado, llenado de piruetas su salón, compuesto una melodía o garabateado un poema, historia o carta, por puro desbordamiento. Tanto no cabía dentro; fuera crecía, pero tenía más apoyos para ser sostenido, para ser vivido).

Sin embargo, no dejaban de ser nuestros: los demás solo poseían de ellos su cara externa, lo que era fruto de la superabundancia. Por lo demás, no habían sido escuchados por nadie hasta el final y solo de vez en cuando abríamos a alguien una pequeña ventanita de nuestro interior, observando con atención la reacción del interlocutor ante aquello. Pero, de repente, hemos encontrado a alguien que ha provocado que primero quisiéramos abrir una ventanita y después otra, y otra... Luego le hemos pasado al interior de la casa y -poco a poco- le hemos encendido todas las luces que había en ella, iluminando incluso rincones sucios, destartalados, rincones sin ordenar o habitaciones llenas de trastos que no sabemos en dónde colocar. Le hemos enseñado el sillón de los sueños, frente a la ventana, y le hemos invitado a sentarse allí porque desde él puede conocerlos mejor. Le hemos presentado el rincón de los miedos, ese sí, está a oscuras porque nos parece que la luz acabará por hacerlos crecer. Es un rincón siempre difícil de enseñar; se supone que de esos no tenemos, y nos cuidamos mucho de dejarlos salir. También le hemos pasado al cuarto de las preguntas; esa habitación está llena de frases sueltas, de pensamientos, de párrafos incluso, y hasta de alguna página escrita. Pero sobre todo está lleno de interrogantes; es una habitación poblada de signos de interrogación que hemos ido recogiendo a lo largo de nuestra vida: por qué las relaciones humanas son tan complicadas, por qué hay personas que no miran hacia adentro, por qué las focas son más importantes que los países del Sur... Hay también un cuarto sin techo que mira directamente al sol, o al firmamento, si es de noche. Ese es el cuarto de las aspiraciones grandes, el cuarto en el que respiro hondo, el cuarto al que hay que acudir siempre que hemos pasado un día entre mucho polvo, o mucho tiempo en el sillón. También ha conocido la buhardilla; allí no vamos demasiadas veces porque es donde están los pedazos rotos de nuestra vida y todavía nos cuesta mirarlos sin sentir dolor o pena.

Hay personas a las que paseamos por nuestra morada interior sin miedo alguno; es más: deseamos desde lo más íntimo de nuestro ser hacerlo. Sentimos desde muy hondo que apreciará, entenderá y comprenderá cada objeto que encuentre en ella. No le importarán los cacharros rotos, aunque tengamos la estantería llena de ellos; no querrá reírse de nuestras inquietudes: se le iluminará la mirada al conocerlas porque . también ella las había sentido latir más de una vez. Le encantará que tengamos un sillón de sueños y un cuarto sin techo, y querrá saber qué nos dicen los astros por la noche y cómo es el vuelo de los pájaros que vemos pasar. Son personas que hacen que sintamos la necesidad de hacer crecer todo eso, de mostrárselo, de hacerlo vivir para ellas.

Esas personas son los amigos, el amigo aquel con quien me atrevo a ser yo misma; sin restricciones y sin temores. Esa persona con la que puedo decir todo porque todo lo va a entender en su contexto; esa persona con la que puedo hablar en borrador: sin orden, sin hilazón, sin sentido algunas veces. Con rabia o ira, con desesperación, con alegría exultante, desvariando. Descubriendo todas las raíces de mi alma y sabiendo que en ningún momento se aprovechará de ello para arrancarme de mi lugar. Y sabiendo que -como escribió alguien- "comprende esas contradicciones en mi naturaleza que llevarían a otros a juzgarme mal". Eso es un amigo.


Diego Torrente


Las ideas centrales del cristianismo, un Dios airado y la expiación vicaria, son contrarias a todos los hechos de la naturaleza, como también a las mejores aspiraciones del corazón humano, sino que son, en nuestra actual etapa de la iluminación, las proposiciones absurdas, absurdo y blasfemo.


Virchand Gandhi


Vamos a no lograr la armonía con la tierra, al igual que vamos a lograr la justicia absoluta o la libertad de las personas. En estas aspiraciones más altas, lo importante no es lograr sino a esforzarse.


Aldo Leopold


Empecé a hacer dos preguntas mientras yo estaba leyendo un libro que me excita: no solo lo que iba a suceder a continuación, pero ¿cómo se hace esto? ¿Cómo es que estas palabras en la página me hacen sentir como me siento? Esta es la línea de investigación que creo que sucede en la mente de un niño, sin él, incluso sabiendo que tiene aspiraciones de escritor.


E. L. Doctorow


En el mundo globalizado, que es la nuestra, tal vez nos estamos moviendo hacia una aldea global, pero esa aldea global trae un montón de gente diferente, una gran cantidad de ideas diferentes, un montón de diferentes orígenes, muchas aspiraciones diferentes.


Lakhdar Brahimi


Teorías de goteo no se ocupan de las legítimas aspiraciones de los pobres. Hay que levantar los de abajo para que la pobreza se borra del diccionario de la India moderna.


Pranab Mukherjee


Y finalmente me he dado cuenta de que, ya sabes, no es un hecho que mi vida va a satisfacer mis aspiraciones escritura. Puede ser que me llevaría 12 libros más a los seis años cada uno para conseguir que - lo que significa que tendría que vivir hasta los 126. Que tengo la intención de hacerlo, por supuesto.


George Saunders


América no es una democracia, representa una cierta cultura de la movilidad competitiva y aspiraciones de personalidad, la política no es más que un choque de intereses, sino un choque de los sueños.


David Brooks


China, pronto emitirá más gases de efecto invernadero que Estados Unidos, pero su régimen sabe si las tapas aspiraciones habrá una revolución.


James Lovelock


Nuestras aspiraciones son nuestras posibilidades.


Robert Browning


Hemos perdido lo que nos ha hecho un gran largo de las generaciones, y que es el sentido de la responsabilidad individual y personal que podemos llegar, podemos perseguir nuestros sueños y nuestras aspiraciones y no vamos a estar bloqueado por la regulación gubernamental, la incapacidad de obtener un préstamo como una pequeña empresa para que nuestros sueños se hagan realidad.


Jon Huntsman Jr.


Todo el mundo pierde contacto con sus aspiraciones, y tenemos el corazón para volver a lo que realmente importa. Todo esto se basa en el desarrollo de una mayor misericordia y compasión.


Sharon Salzberg


Esta Constitución no refleja los pensamientos, las esperanzas y las aspiraciones de la gente común. No hace nada para el empleo o el crecimiento económico y se amplía aún más el déficit democrático.


Nigel Farage




¿Qué puede hacer un lápiz para todos nosotros? Cosas asombrosas. Se puede escribir poesía trascendente, música inspiradora, o ecuaciones que cambian la vida, sino que puede dibujar el futuro, dar vida a la belleza indescriptible, y comunicar la fuerza de nuestro amor y aspiraciones.


Adam Braun


Tengo un portátil que está llena hasta el borde con mis sueños y las ideas y metas y aspiraciones.


Karlie Kloss


De alguna manera, a sabiendas de que el Alzheimer viene se burla de todas las aspiraciones de uno - para contar historias, para pensar en algunas cuestiones, ya que solo una novela puede hacer, para ser reconocido por uno de los logros y el trabajo duro - de manera que el viejo muerte familiarizado no.


Jane Smiley


Las aspiraciones más absurdas e imprudentes han llevado a veces a un éxito extraordinario.


Luc de Clapiers


Para satisfacer las expectativas de la mayoría de nuestro pueblo, y para abrir nuevas perspectivas de oportunidades económicas para que las aspiraciones de los nigerianos pueden tener una oportunidad justa de ser cumplido en la vida, tiene que haber un liderazgo verdaderamente comprometidos en una Nigeria democrática.


Ibrahim Babangida


Si la poesía debe dirigirse a las mismas necesidades y aspiraciones, las mismas esperanzas y temores, a la que la Biblia se dirige, podría rivalizar con él en la distribución.


Wallace Stevens


Las preguntas de la filosofía propiamente dicha son los deseos humanos y los temores y aspiraciones - emociones humanas - que tienen una forma intelectual.


Chauncey Wright


La Carta de las Naciones Unidas expresa las aspiraciones más nobles del hombre: la abjuración de la fuerza en la solución de controversias entre los Estados, la garantía de los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión, y la salvaguardia de los internacionales la paz y la seguridad.


Haile Selassie


Los gobiernos que bloquean las aspiraciones de su pueblo, que roban o son corruptos, que oprimen y la tortura o que niegan la libertad de expresión y los derechos humanos deben tener en cuenta que se encontrarán cada vez más difícil escapar el juicio de su propia gente, o cuando justificado, el alcance del derecho internacional.


William Hague


Las empresas con aspiraciones a ser grandes editores - Kabam, Kixeye, incluso Zynga - se están moviendo agresivamente fuera de la plataforma de Facebook para móviles y la Web abierta. Los editores no están convencidos de que los costos de estar en Facebook valen la pena.


Mitch Lasky


Lejos en la sol hay mis aspiraciones más altas. No puedo alcanzarlas, pero puedo mirar para arriba y ver su belleza, creer en ellas e intentar seguir adonde llevan.


Louisa May Alcott


-Haz lo que tienes que hacer 'es una canción positiva, inspirado que dice que no importa lo que sea, si te enfrentas a retos o tratando de conseguir sus sueños y aspiraciones se encontraron, usted debe hacer lo que todo lo que tienes que hacer tímidos de matar usted u otra persona.


Angie Stone


Cuando nos fijamos en una ciudad, es como leer las esperanzas, aspiraciones y el orgullo de todos los que lo construyó.


Hugh Newell Jacobsen


Los conservadores y los demócratas liberales hablan de la movilidad social, pero, a falta de ganar la lotería, la única manera de garantizar a los jóvenes de todos los orígenes, la oportunidad de hacer mejor y para elevar las aspiraciones es a través de la educación.


Lucy Powell