Es posible que las maniobras no sirvan para ganar batallas, pero los ejercicios forman el carácter.
No se puede concebir, ni puedo, la terrible extrañeza de la misericordia de Dios.
Todos estamos resignados a la muerte: es la vida la que no se resigna.
Se puede hacer una guerra sin piedad contra los guapos, los listos y los triunfadores, pero no contra los que no tienen ningún atractivo.
La frontera es, a veces, una manera de ir con billete de vuelta a un país en el que por razones políticas no se tiene ningún deseo de vivir.
Él siempre será inocente, no se puede culpar a los inocentes, son siempre inocentes. Todo lo que podemos hacer es controlarlos o eliminarlos. La locura es una especie de inocencia.
Medios de comunicación es solo una palabra que ha venido a significar mal periodismo.
Una pasión tiene que tener algo de clandestino, algo de transgresor y algo perverso.
Amar es ver cómo otro nos ve, es estar enamorado de la propia imagen deformada y sublimada.
Debe ser reconfortante para un soldado saber que a ambos lados las atrocidades son las mismas: nadie está nunca solo.
Los principios están hechos para ser violados. Ser humano es también un deber.
Creer que porque sus ojos no expresan nada, un ser no sufre, es un error fácil de cometer.
La alegría es tributaria del sufrimiento. El sufrimiento es parte esencial de la alegría. Cuando tenemos hambre ¡qué bueno nos parece el alimento!
La señora se arrodillara, diciendo su Ave María; Ella no cree, pero entre los católicos, incluso los escépticos son corteses.
Una historia no tiene principio ni fin: uno elige arbitrariamente ese momento desde el que mirar hacia atrás o desde el que mirar hacia adelante.
Espiar es una profesión extraña.
Siempre hay un momento en la infancia, cuando la puerta se abre y deja al futuro salir.
El que exige jugar con las cartas boca arriba, tiene todos los triunfos en la mano.
Hay siempre en nuestra infancia un momento en que la puerta se abre y deja entrar el futuro.
Nuestra vida está hecha más por los libros que leemos que por la gente que conocemos.