Soledad en invierno. Quisiera hacer una pregunta al Buda.
¿Venís a picotearme los ojos aún vivo, revuelo de moscas?.
Las manzanas robadas que comí me produjeron dolor de estómago.
Campo de escarcha. A la loca del pueblo le ladra un perro.
El caracol levanta su cabeza: se me parece.
Sitio ilustre. Desyerba la tierra y lo ignora el campesino.
Cerezos en flor y recuerdos de seres queridos. Todos tan lejos de aquí.
Bajo el mosquitero Ella duerme Rodeada de luciérnagas.
Una cigarra canta frente a la casa vacía al último sol.
En todo el monte hierbas nuevas reflejan el sol naciente.
El río en invierno. El agua no es suficiente para cuatro o cinco patos.
Una y otra vez yo pregunto cómo de alta la nieve es.
Cuando para de cantar Y vuela al fin vemos a la cigarra.
Pinos en cada isla. ¡Y cómo refresca el ruido del viento!.
Los insectos de verano caen muertos sobre mis libros.
Bosque en verano. Del que penetra ni la más mínima huella.
¡Las flores silvestres del verano! En saga las bellas mujeres de muchas tumbas.
Un gran viento y repentinamente el estandarte se levanta.
A lo largo la mano corre por la barandilla del mirador. Los montes en primavera.
Sobre las hojas verdes que cubren la montaña el sol pasea.