Biografia de millor fernandez
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Admiro a los padres que tienen la capacidad de amar a todos sus hijos por igual
Olivia Teresa Fernandez Astorga
Leyendo una biografía, recordad que la verdad no se presta nunca a una publicación.
George Bernard Shaw
Aromas
Cuando regreso a casa no me lavo las manos
si es que he estado contigo un instante no más,
el aroma retengo que tú dejas en ellas
como una joya vaga o una flor ideal.
Por aquí huelo a rosas y por allá a jazmines,
alientos de tus ropas, auras de tu beldad,
aproximo una silla y me siento a la mesa
y sabe a ti y a trigo el bocado de pan.
Y todo el mundo ignora por qué huelo mis manos
o las miro a menudo con tanta suavidad,
o las alzo a la luna bajo las arboledas
como si fueran dignas de hundirse en tu cristal.
Y así hasta media noche cuando vuelvo rendido
pegado a las fachadas y me voy a acostar,
entonces tengo envidia del agua que las lava
y que, con tu perfume, da un suspiro y se va.
Cuando regreso a casa no me lavo las manos
si es que he estado contigo un instante no más,
el aroma retengo que tú dejas en ellas
como una joya vaga o una flor ideal.
Por aquí huelo a rosas y por allá a jazmines,
alientos de tus ropas, auras de tu beldad,
aproximo una silla y me siento a la mesa
y sabe a ti y a trigo el bocado de pan.
Y todo el mundo ignora por qué huelo mis manos
o las miro a menudo con tanta suavidad,
o las alzo a la luna bajo las arboledas
como si fueran dignas de hundirse en tu cristal.
Y así hasta media noche cuando vuelvo rendido
pegado a las fachadas y me voy a acostar,
entonces tengo envidia del agua que las lava
y que, con tu perfume, da un suspiro y se va.
Baldomero Fernández Moreno
Presentación
Esta que viene aquí toda vestida
de un traje blanco y un negro sombrero
tiene la obligación de mi sendero
y las rosas y espinas de mi vida.
Porque una noche el ánima afligida,
mustia de soledad, dijo: Te quiero.
Hace ya mucho tiempo que te espero
con una mano lánguida extendida.
Era una rara orquesta de violines,
era un pasar de extraños bailarines,
era un degüello de camelias rosas
bajo tus finas manos temblorosas.
¡Era que el corazón se me moría
de tanto, amada, como te quería!
Esta que viene aquí toda vestida
de un traje blanco y un negro sombrero
tiene la obligación de mi sendero
y las rosas y espinas de mi vida.
Porque una noche el ánima afligida,
mustia de soledad, dijo: Te quiero.
Hace ya mucho tiempo que te espero
con una mano lánguida extendida.
Era una rara orquesta de violines,
era un pasar de extraños bailarines,
era un degüello de camelias rosas
bajo tus finas manos temblorosas.
¡Era que el corazón se me moría
de tanto, amada, como te quería!
Baldomero Fernández Moreno
Una palabra rara es en una página como un adoquín levantado en una calle.
Wenceslao Fernandez Florez
Cuando la felicidad nos sale al paso nunca lleva el hábito con que nosotros pensábamos encontrarla.
Macedonio Fernández
Hay que reírse por lo menos dos horas diarias, y si tienes bonitos dientes hay que reírse a todas horas.
Arturo Fernández
Penumbra
Nunca podrás ver nada claramente:
todo es zarzal, espinas y maraña.
En vano gastarás toda tu maña
contra el dorado pájaro latente.
Errado el tiro, vuelves bruscamente
el arma hacia otro lado, mas te engaña
la jugada de sol que el árbol baña.
Te vuelves loco y lloras tristemente.
Todo del tonel sale de la vida
tosco, deforme y dando tropezones.
Dejas pasar los años y su herida,
y cuando quieras darte explicaciones
ni te sirvió la espuela ni la brida:
un pétalo fue más que tus razones.
Nunca podrás ver nada claramente:
todo es zarzal, espinas y maraña.
En vano gastarás toda tu maña
contra el dorado pájaro latente.
Errado el tiro, vuelves bruscamente
el arma hacia otro lado, mas te engaña
la jugada de sol que el árbol baña.
Te vuelves loco y lloras tristemente.
Todo del tonel sale de la vida
tosco, deforme y dando tropezones.
Dejas pasar los años y su herida,
y cuando quieras darte explicaciones
ni te sirvió la espuela ni la brida:
un pétalo fue más que tus razones.
Baldomero Fernández Moreno
Qué Son Las Islas
Esto tienen de bueno los poetas,
Que han dicho lo que uno quería decir.
¿Dé que otra manera comunicarle lo que sintió
Al ver desde el aire los islotes verdes desparramados por el mar,
y cuando ya en el barco contempló a lo lejos el borde agreste
de la isla,
Sino como ya lo escribió la poeta:
¿Qué son las islas si no estás tú?
Eso es lo que gritó al aire luminoso de la tarde
Y lo que musitó después en la atormentada noche,
Añadiendo un nombre que en la cabina sonaba extraño
Como una flor de otro planeta.
¿Y podrá creer que la playa maravillosa,
Con su cadera de oro mordida por un ávido mar,
y la planicie del centro echada como un manto
No han podido ser gran cosa no estando ella,
Que ha dejado despoblada y silenciosa
Esa ciudad, ojo de la violencia, que ella hechizara
Marcando los lugares de encuentros y despedidas
Con una nostalgia como una cicatriz?
Esto tienen de bueno los poetas,
Que han dicho lo que uno quería decir.
¿Dé que otra manera comunicarle lo que sintió
Al ver desde el aire los islotes verdes desparramados por el mar,
y cuando ya en el barco contempló a lo lejos el borde agreste
de la isla,
Sino como ya lo escribió la poeta:
¿Qué son las islas si no estás tú?
Eso es lo que gritó al aire luminoso de la tarde
Y lo que musitó después en la atormentada noche,
Añadiendo un nombre que en la cabina sonaba extraño
Como una flor de otro planeta.
¿Y podrá creer que la playa maravillosa,
Con su cadera de oro mordida por un ávido mar,
y la planicie del centro echada como un manto
No han podido ser gran cosa no estando ella,
Que ha dejado despoblada y silenciosa
Esa ciudad, ojo de la violencia, que ella hechizara
Marcando los lugares de encuentros y despedidas
Con una nostalgia como una cicatriz?
Roberto Fernández Retamar
La vida continua...
aun sabiendo que te amo y me amas
aun sabiendo que te extraño y me extrañas,
no sujetar la cuerda y atarla, es tedioso.
Sabes últimamente a sabor amargo,apenas puedes entristecer mi corazon, pero luego él se levanta y toma camino hacia el laberinto de los castigos.
El único testigo es el tiempo,él da la cara porque no soporta la verdadera razon de existir, si eres o soy la razon de vivir,ya no te apresures.
No permitire que tu aliento gris,rodeara ya mas mi vida.
Mucho ya has disfrutado mis enojos,mis caderas al caminar llendome de tu hogar dejando huellas que dejan siempre huellas.
Hogueras vacias al dejarte ir de la casa blanca que te encubrio de amor.
Sabanas limpias cuando apoyabas tu espalda al dormir por las noches después de los cuentos con juegos amarillos.
Vistete, ya es tarde, toma tus zapatillas, tu ropa que se despida de mi amarga lucura.
No hay rescate a la batalla... no pierdes... pero tampoco ganas,
solo disfruta de los momentos que quisimos solucionar, momentos sin sentido.
Rescates que se quisieron rehacer...
no pidas nada y solo vete en silencio.
Tu voz ya se torma insoportoble y mi voz se quebranta al no poder escucharte.
La vida continua,
ya veras...yo sin ti y tu sin mi.
aun sabiendo que te amo y me amas
aun sabiendo que te extraño y me extrañas,
no sujetar la cuerda y atarla, es tedioso.
Sabes últimamente a sabor amargo,apenas puedes entristecer mi corazon, pero luego él se levanta y toma camino hacia el laberinto de los castigos.
El único testigo es el tiempo,él da la cara porque no soporta la verdadera razon de existir, si eres o soy la razon de vivir,ya no te apresures.
No permitire que tu aliento gris,rodeara ya mas mi vida.
Mucho ya has disfrutado mis enojos,mis caderas al caminar llendome de tu hogar dejando huellas que dejan siempre huellas.
Hogueras vacias al dejarte ir de la casa blanca que te encubrio de amor.
Sabanas limpias cuando apoyabas tu espalda al dormir por las noches después de los cuentos con juegos amarillos.
Vistete, ya es tarde, toma tus zapatillas, tu ropa que se despida de mi amarga lucura.
No hay rescate a la batalla... no pierdes... pero tampoco ganas,
solo disfruta de los momentos que quisimos solucionar, momentos sin sentido.
Rescates que se quisieron rehacer...
no pidas nada y solo vete en silencio.
Tu voz ya se torma insoportoble y mi voz se quebranta al no poder escucharte.
La vida continua,
ya veras...yo sin ti y tu sin mi.
Paloma Fernandez
Yo no he sido tanto yo como los personajes que representé en este carnaval literario. Ellos son, pues, en buena parte mi biografía.
Miguel Delibes
He escrito mi biografía. Va sobre una chica que perdió su reputación y nunca la echó de menos.
Mae West
Porque todas las comidas se han cocinado, los platos y las tazas lavado; los niños enviados a la escuela y arrojados al mundo. Nada queda de todo ello; todo desaparece. Ninguna biografía, ni historia, tiene una palabra que decir acerca de ello.
Virginia Woolf
Hoy en día todos los grandes hombres tienen discípulos, y siempre hay un judas que se encarga de escribir la biografía.
Oscar Wilde
Esa vieja es peor que el tuerto. El tuerto era más político, ésta es más terca (Sobre Cristina Fernández).
José Mujica
Cada hombre prominente en la actualidad tiene sus discípulos, y siempre hay un Judas que escribe la biografía.
Oscar Wilde
Fuente: Pérez Rancel, Juan José. Biografía del arquitecto Carlos Raúl Villanueva, Colección Biblioteca Biográfica Venezolana, n.º 108, Ediciones El Nacional (2010).
Carlos Raúl Villanueva
Thomas Carlyle afirmaba que «la historia del mundo no es sino la biografía de grandes hombres»
Walter Isaacson
La imaginación sociológica nos permite captar la historia y la biografía y la relación entre ambas en la sociedad. Esa es su tarea y su promesa.
Charles Wright Mills
Con La Forastera
Pues no tendrán en común ni un idioma
(No digamos una ciudad, un hogar, un hijo),
Ni siquiera esas canciones, esos sitios,
Esos olores que acaso solo nos parecen hermosos porque
nos recuerdan un recuerdo,
Porque nos recuerdan a nosotros mismos, y quizá lo que
llamamos belleza
No sea sino la terca persistencia del ser más allá de sí mismo,
Más allá de su lugar y su tiempo, como la luz de un astro
hace siglos apagado.
Pero astros sí tendrán en común. Al levantar los ojos
No habrá en el cielo país extranjero.
Aquellas estrellas son estas mismas estrellas,
No distan más de esa ciudad lejana que de ésta.
Aquellas montañas y este mar les son igualmente familiares
O igualmente extraños.
Y también unas desperdigadas horas de febrero
pertenecientes para siempre
Al insaciable pasado.
De "Siempre por primera vez"
Pues no tendrán en común ni un idioma
(No digamos una ciudad, un hogar, un hijo),
Ni siquiera esas canciones, esos sitios,
Esos olores que acaso solo nos parecen hermosos porque
nos recuerdan un recuerdo,
Porque nos recuerdan a nosotros mismos, y quizá lo que
llamamos belleza
No sea sino la terca persistencia del ser más allá de sí mismo,
Más allá de su lugar y su tiempo, como la luz de un astro
hace siglos apagado.
Pero astros sí tendrán en común. Al levantar los ojos
No habrá en el cielo país extranjero.
Aquellas estrellas son estas mismas estrellas,
No distan más de esa ciudad lejana que de ésta.
Aquellas montañas y este mar les son igualmente familiares
O igualmente extraños.
Y también unas desperdigadas horas de febrero
pertenecientes para siempre
Al insaciable pasado.
De "Siempre por primera vez"
Roberto Fernández Retamar
Fue En Los Robles
Fue en Los Robles donde ella, que sabía,
Dijera la verdad. Aquella noche
Estaban dadas todas las estrellas.
Tiempo de suspirar juntas las bocas.
Parpadeaba una luz, alguien volvía
A hacer la hoguera frente a la caverna.
Marcharon entre armas a la gloria.
Nada en su cuerpo, suave como el agua,
Anunciaba los hijos de su cuerpo.
Era toda alma en la soñada cama,
Era un incendio, era una primavera,
Una muchacha azul bajo la lluvia,
Una bahía en quien entrar a gritos,
Una bandera ondeando en el combate,
Una batalla de azucenas cálidas.
Era ella.
Fue en Los Robles donde ella, que sabía,
Dijera la verdad. Aquella noche
Estaban dadas todas las estrellas.
Tiempo de suspirar juntas las bocas.
Parpadeaba una luz, alguien volvía
A hacer la hoguera frente a la caverna.
Marcharon entre armas a la gloria.
Nada en su cuerpo, suave como el agua,
Anunciaba los hijos de su cuerpo.
Era toda alma en la soñada cama,
Era un incendio, era una primavera,
Una muchacha azul bajo la lluvia,
Una bahía en quien entrar a gritos,
Una bandera ondeando en el combate,
Una batalla de azucenas cálidas.
Era ella.
Roberto Fernández Retamar
Cuando uno empieza a sentirse autosuficiente, comienza a sembrar su decadencia.
Bernardino Fernández
Los higos exigen el canastillo trenzado. Las cerezas, el cuenco de la mano. Las uvas la boca entreabierta.
Baldomero Fernández Moreno
Cada vez que tengo que espantar una mosca con la mano echo de menos el rabo.
Baldomero Fernández Moreno
Una Salva de Porvenir
A Jacqueline y Claude Julien.
A Fina y Cintio.
No hay pruebas.
Las pruebas son que no hay pruebas.
No estaban, no están, no estarán dadas las condiciones.
Creer porque es absurdo,
Y creemos.
Más absurdo que creer es ser,
Y somos.
Nada garantiza que fuera menos absurdo
No ser ni creer.
Las llamadas pruebas yacen por tierra,
Húmedas reliquias de la nave.
Se derrumbaron las estatuas mientras dormíamos.
Eran de piedra, de mármol, de bronce.
Eran de ceniza,
Y un grito de ánades las hizo huir en bandadas.
No guardar tesoros donde
La humedad, los bichitos los mordisqueen.
No guardar tesoros.
El tesoro es no guardarlos.
El tesoro es creer.
El tesoro es ser.
No existen las hazañas ni los horrores del pasado.
El presente es más veloz que la lectura de estas mismas
palabras.
El poeta saluda las cosas por venir
Con una salva en la noche oscura.
Solo lo difícil.
Solo lo oscuro.
Y contra él, en él, el fuego levantando
Su comunna viva, dorada, real.
El amor es
Quien ve.
París-La Habana, 1992-1994
A Jacqueline y Claude Julien.
A Fina y Cintio.
No hay pruebas.
Las pruebas son que no hay pruebas.
No estaban, no están, no estarán dadas las condiciones.
Creer porque es absurdo,
Y creemos.
Más absurdo que creer es ser,
Y somos.
Nada garantiza que fuera menos absurdo
No ser ni creer.
Las llamadas pruebas yacen por tierra,
Húmedas reliquias de la nave.
Se derrumbaron las estatuas mientras dormíamos.
Eran de piedra, de mármol, de bronce.
Eran de ceniza,
Y un grito de ánades las hizo huir en bandadas.
No guardar tesoros donde
La humedad, los bichitos los mordisqueen.
No guardar tesoros.
El tesoro es no guardarlos.
El tesoro es creer.
El tesoro es ser.
No existen las hazañas ni los horrores del pasado.
El presente es más veloz que la lectura de estas mismas
palabras.
El poeta saluda las cosas por venir
Con una salva en la noche oscura.
Solo lo difícil.
Solo lo oscuro.
Y contra él, en él, el fuego levantando
Su comunna viva, dorada, real.
El amor es
Quien ve.
París-La Habana, 1992-1994
Roberto Fernández Retamar
El poeta debe caer como un halcón sobre su presa y dejarla en los huesos.
Baldomero Fernández Moreno
La mente humana es una gama de gamas, y la primera unidad en su escala de medicion, es universal e infinita.
Salvador Fernandez Tavareli
Aveces el no ser bueno con los demas, da como recompensa ser bueno con uno mismo.
Salvador Fernandez Tavarelli
Mientras tú ardas junto al mar
Mientras tú ardas junto al mar,
Fuego,
Mientras levantes tu columna viva, dorada, real,
Fuego,
Mientras, como un árbol, crezcas en medio de la noche,
alegrándola,
Fuego,
El amor vivirá, el amor tendrá sentido, la vida vivirá,
Fuego nuestro, pájaro inmortal volando sobre las aguas
amargas y profundas del mar.
Mientras tú ardas junto al mar,
Fuego,
Mientras levantes tu columna viva, dorada, real,
Fuego,
Mientras, como un árbol, crezcas en medio de la noche,
alegrándola,
Fuego,
El amor vivirá, el amor tendrá sentido, la vida vivirá,
Fuego nuestro, pájaro inmortal volando sobre las aguas
amargas y profundas del mar.
Roberto Fernández Retamar
Amor se fue
Amor se fue; mientras duró
De todo hizo placer.
Cuando se fue
Nada dejó que no doliera.
Amor se fue; mientras duró
De todo hizo placer.
Cuando se fue
Nada dejó que no doliera.
Macedonio Fernández