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Borges perdure algo en nosotros inmovil ( 4 )

Borges perdure algo en nosotros inmovil. Encuentra docenas de borges perdure algo en nosotros inmovil con fotos para copiar y compartir.


El término nirvana significa exhalar -el suspiro de alivio-, algo de lo que nos alejamos en el mismo momento en que retenemos la respiración. Cuando nos aferramos a nosotros mismos, a la vida, a la respiración, al espíritu o a dios, todo queda reducido a algo tan inerte como una piedra o un ídolo. Pero cuando soltamos y exhalamos, la respiración volverá. Eso, precisamente, es el nirvana.


Alan Watts


PSICOLOGÍA SOCIAL, LA AMISTAD ES VIDA
AMISTAD Y SILENCIO
La amistad se nutre más de la comunicación que del silencio. Sin embargo, el silencio es precisamente en algunos casos el medio de comunicación que utilizan los amigos: es necesario tanto saber estar en silencio como transmitir lo que uno lleva dentro.

Asistir al desvelamiento de un secreto, al desvelamiento de la intimidad de las personas, produce en el ser humano un enmudecimiento del espíritu, un sentimiento de gratitud por lo que se percibe como un don o regalo inmerecido, una impresión de estar pisando terreno sagrado. De hecho, todos podemos remitirnos a alguna ocasión en la que, en conversación íntima con un amigo, al acabar de escuchar, no hemos encontrado palabras adecuadas para decir nada. En esos casos, quizá la prueba de mayor gratitud o de "correspondencia" sea precisamente el silencio; un silencio, eso sí, cuajado de respuesta.

Hay veces en las que no se puede decir nada... porque las palabras lo estropean todo. Hay cosas que la única contestación que merecen o que exigen es el silencio; hay cosas con las que solo puede mantenerse conversación en silencio. Porque o el lenguaje es limitado, o uno es limitado, o ambas cosas. Pero algunas cosas, si se expresan, se profanan. Así ocurre en las experiencias de encuentro: con un amigo, con un paisaje, una obra de arte. En esos momentos, pronunciar algo es mancharlo; hablar es romperlo. Algunas veces la comunicación con las cosas y también con las personas requiere como condición que haya silencio; solamente silencio. Y no un silencio para llenar, sino como medio de entendimiento.

Cuando se tiene la suerte de topar con alguien que tiene algo -poco o mucho- que decir; cuando se tiene la suerte de que esas personas te abran sus puertas y dejan que te asomes y penetres en su mundo interior, en la mayor parte de los casos solo se puede contestar enmudeciendo. Y ese silencio quiere ser entonces un homenaje: la mayor muestra de agradecimiento y de admiración. Porque no se trata de un silencio vacío sino pletórico de contenido: no significa carencia sino plenitud.

El silencio es importante en la amistad. Estar con un amigo es también poder estar en silencio sin miedo a que éste tenga que romperse y sin sentir la necesidad perentoria de tener que llenarlo con palabras. No hay verdadera amistad entre dos amigos si no saben disfrutar y valorar su silencio. El silencio es en sí mismo un espacio y un tiempo para compartir. Rico de contenido y esencialmente valioso porque supone una íntima comunión de espíritus.

LA INTERIORIDAD
La amistad está también muy relacionada con la interioridad. Entre dos amigos ésta es más rica y sólida cuanta mayor sea la intimidad, la interioridad de cada uno de ellos. Hay quienes tienen un gran mundo interior; tienen mucho que decir porque son personas que integran en sí todo lo que hay a su paso: una frase que ha dicho en clase el profesor, la actitud de tal o cual persona, la satisfacción de haber llegado al pico de la montaña, la crisis que le produce una situación difícil de trabajo, un libro que ha leído, los tirones de la madurez.

Así es como las personas se van enriqueciendo por dentro y como su interioridad cobra cada vez mayor volumen: integrando la experiencia, la vivencia personal y las de las otras personas. Aprendemos también a través de las vivencias de los demás, de la experiencia ajena. Quien está atento a su alrededor aprovecha todo intensamente.

Se puede aprender a sentir de un modo distinto al propio; se puede aprender a pensar de manera diferente a la que uno piensa; se puede aprender a valorar cosas que yo no valoro. Escuchar a las personas y tratar de ser ellas, nos permite conocer el mundo desde mil perspectivas diferentes a las nuestras. Y eso conlleva ampliación personal, crecimiento, enriquecimiento, altura, perspectiva y profundidad. La interioridad rica hace que la relación entre los amigos se amplíe. Una amiga me decía hace poco -hablando de otra persona-la satisfacción que le producía tratar con ella "porque es de esas personas que tienen algo que aportar".

El conocimiento que alimenta la intimidad es-una vez más-el que sabe mirar, sabe escuchar, sabe estar. La sola convivencia con las personas, o el mero estar junto a las cosas o entre las cosas (junto al mar rodeado de un bellísimo paisaje, o entre las obras magníficas del Louvre) no basta. Más de una vez las ratas habrán correteado por los pasillos del Louvre; sin embargo, todavía no hemos tenido ocasión de encontrarlas embelesadas frente a la Venus de Milo, tras haber pasado frente a ella toda la noche. Para las personas, las que son capaces de ello, las cosas tienen una historia que contar, la naturaleza tiene algo que transmitir y todo lo que encuentran es capaz de darles un mensaje.

El hombre con interioridad es capaz de ver sentido a todas las cosas; y en cierto modo de darles él mismo el sentido puesto que es él quien lo capta, lo descubre y -en ese sentido lo crea, lo recrea. Por eso, forma parte del "tesoro" de la amistad tener amigos con un gran mundo interior.

La amistad de las personas es un regalo. El regalo es mayor cuanta mayor sea la interioridad y la intimidad compartida. Esta debe cuidarse y en ella juega un papel muy importante el saber mirar porque puede franquearnos el paso al alma del amigo.
Una vez dentro, el mundo se abre ante nosotros de un modo desconocido y luminoso que provoca en nosotros muy diversos sentimientos (admiración, compasión, respeto, etc.), pero siempre el de "desear el bien del amigo, por el amigo mismo" (Aristóteles).


Diego Torrente




PARA ARISTÓTELES la amistad era "lo más necesario para la vida", y nosotros, cuando oímos decir que "un amigo es un tesoro" o que "donde está tu amigo está tu tesoro", nos damos cuenta de que esas palabras resuenan como un aldabonazo en nuestro interior. No nos dejan indiferentes, porque todos sabemos o intuimos qué clase de tesoro puede llegar a ser una amistad.

A las personas nos gusta tener amigos: gente con la que compartir vida, experiencias, tiempo, conversación... Nos gustan los amigos y nos parecen muy importantes, incluso imprescindibles. La amistad es una relación humana con un valor muy especial. Junto con la família y el trabajo, es algo que nos parece que merece la pena y a lo cual dedicamos tiempo y esfuerzo. Queremos tener amigos en la vida: para no estar solos -a veces se siente la soledad incluso estando rodeados de gente-, para vivir la vida más a fondo y para disfrutarla de verdad. Como escribió Aristóteles, "sin amigos nadie querría vivir, aun cuando poseyera todos los demás bienes".

Quizá por eso escribo esto. Escribir sobre la amistad me ayuda a saber qué espero yo de ella, qué doy yo a mis amigos, si mi amistad con ellos es plena o solo algo "satisfactorio". Reflexionar sobre las cosas ayuda a vivirlas mejor. Reflexionar es un modo de vivir.

LA AMISTAD COMO REGALO
Decía más arriba que dedicamos esfuerzo a hacer amigos. Y el esfuerzo es necesario porque las cosas no salen solas. Sin embargo, la amistad no se puede forzar. Por eso también puede decirse que la amistad surge siempre como un regalo, como un don que se recibe. En un momento dado, aparece entre dos personas un deseo de compartir, de comunicarse, de contar lo que se lleva dentro y de contrastarlo, de ser conocido muy a fondo. De hecho, cuando uno vislumbra en el horizonte la posibilidad de hacer una nueva amistad, de esas profundas y verdaderas, que aportan y llenan tanto por dentro, parece que su espíritu se hincha y crece. Es como ver nacer un día radiante. La vida se ve de otro color porque los amigos hacen cobrar sentido a nuestras vivencias: estas no van a ser solo para nosotros. Las cosas son distintas porque las vivimos pensando en compartirlas, en transmitirlas, en discutirlas, en compararlas. De nuestros amigos nos interesa todo: lo que piensan, lo que hacen, cómo viven las cosas. Lo importante no es solo lo que cuentan ni lo que les pasa; lo importante es que eso "es tuyo", "eres tú".

Desde mi adolescencia he experimentado disgusto ante los momentos meramente descriptivos de los acontecimientos, o las que eran como una reseña informativa de lo que había ocurrido en el verano. Los momentos verdaderos son aquellos en las que los acontecimientos del lunes o del viernes se describen como cosas que me pasan y no solo como cosas que van pasando a mi lado. Lo interesante y lo que me hace disfrutar era ver cómo esas cosas se viven desde dentro de mis amigos.
El grado de amistad con los amigos puede distinguirse precisamente por eso. Por si los momentos estaban llenos de preguntas convencionales y frases que se repetían del mismo modo en todas los demás momentos o si e ellos te dejas llevar, trayendo a colación esto o aquello, y acabando en lugares desconocidos para ti mismo, pero bonitos y en los que habías disfrutado. Escribir para los amigos es descubrir el mundo con unos ojos nuevos para dárselo a ellos.

La amistad es un regalo porque es vivir otra vida además de la propia. Es poder vivir dos veces. Y es también reafirmar tu propia existencia porque hay alguien que la quiere así: incondicionalmente. En el amigo encontramos aceptación plena.

La amistad es un don porque, en cierto modo, llega cuando y como quiere; no es programable; simplemente, surge y es como un regalo, un don que uno recibe.

Esa comunión del espíritu que hay entre los amigos, ese compartir denso e intenso, ese vivir y ser sin dar explicaciones porque estas no son necesarias para nuestro mutuo entendimiento, ese encontrar las puertas del alma siempre abiertas y acogedoras para ti porque eres tú, es el tesoro incalculable. No es extraño que los griegos la calificaran como regalo de los dioses.

Regalo es también en el sentido de que nunca es verdaderamente merecida. Si se puede hablar así, algunos podrían merecer más que otros el tener amigos. Pero, en el fondo, la amistad de una persona difícilmente es algo que uno llegue a "merecer". Se pueden tener de modo habitual disposiciones personales adecuadas para la amistad, para tener amigos (no todo el mundo las tiene).

Pero no se puede decidir en qué momento aparecerá el amigo o de quién seré amigo. Por ejemplo, todos contamos con momentos imborrables de la vida en los que comprendes repentinamente que tienes delante a alguien que puede leer dentro de ti como si fueras tú quien lo hiciera; que puede pasearse por tu alma sin explicaciones de tu parte; sin necesidad de mapas, brújulas o palabras clave que le hagan entender lo que se va a encontrar. Es la empatía, una sintonía especialísima que se establece con muy pocas personas a lo largo de la existencia, y que es un descenso y un ascenso vertiginoso por las entrañas de la verdadera vida.

MIRAR A LAS PERSONAS
Cuando nos sentimos así, vistos con unos ojos ajenos que al mismo tiempo son como los nuestros propios, es como si todo nuestro ser despertara. Querríamos saberlo todo acerca de aquella persona y que ella conociera nuestro yo hasta el final. Las conversaciones se convierten en un continuo maravillarse y aportarse mutuo. Sentimos el mundo como un pequeño globo terráqueo que gira entre nuestras manos y el motor de ese movimiento es la corriente que entre nosotros se ha creado.

Es un encuentro con otro yo, sin que ese yo se refiera a un yo idéntico, a un "alma gemela"; pues puede serlo o no. Es otro yo porque se pone en nuestra piel como si fuéramos nosotros mismos; pero al tiempo que mantiene su mismidad y su alteridad. Y por eso hay mucha riqueza en el trato con el amigo, porque lo distinto siempre nos enriquece.

Mirarnos en un amigo es mirarnos en un espejo. En un espejo que devuelve algo más que una simple reproducción de la propia imagen. Mirarnos en un amigo es encontrarnos a nosotros mismos vistos desde fuera y con mayor perspectiva, pero con el cuidado con que nosotros mismos pondríamos al mirarnos: "A través de él, los amigos se enriquecen y perfeccionan, se descubren e interpretan.

Se podría decir que, al ver al otro, cada uno de ellos aprende a conocerse" (Marias). La acción de mirar que tanto aparece entre los amigos, es algo que me parece esencial para que pueda surgir amistad entre dos personas para tener amigos hay que saber mirar.

En una carta que recibí hace unos meses me decía una amiga que "había encontrado el camino para trascender lo inmediato. El despertador para mirar (...) era el del pensamiento filosófico y la contemplación de las cosas bellas". En mi respuesta, le reafirmé en su descubrimiento porque me parecía realmente valioso: la filosofía y la contemplación estética son dos medios muy buenos para acceder a lo más hondo de la realidad.

La belleza es un camino hacia la verdad especialmente bueno. Porque la belleza no produce únicamente la mera delectación estética; posee una cualidad inestimable, y es que exige por nuestra parte contemplación. Ante las cosas bellas no basta pasear la vista. Para disfrutarlas verdaderamente hay que mirarlas con detenimiento, con miramiento. Con ellas hay que andarse con contemplaciones. Y contemplar es importante porque hace que nos detengamos y miremos las cosas tal como son, "dejando" que sean así.

La contemplación es un camino abierto hacia la verdad. Hacia la verdad personal, la de los demás y la del universo entero. Eso lo expresa muy bien de otro modo Lorenzo Silva en una de sus novelas. Escribía que "el mundo está lleno de tesoros sin descubrir porque no hay quien se pare a mirarlos. Pero en cuanto hay alguien que se detiene ante ellos, se abren ante esa persona como una maravillosa realidad llena de riqueza y significado ofreciéndole nuevos horizontes". Yo he pensado muchas veces que eso exactamente pasa con las personas.
Por eso, para tener amigos hay que saber mirar. Mirar es ver con atención, es contemplar, es concentrar nuestro ser entero en los ojos deseando captar lo que hay frente a ellos. Mirar presupone una vista limpia, sin prejuicios ni cargas anteriores, para captar lo que hay y no lo que yo he puesto o quiero poner. Mirar no es ver lo que yo quiero ver sino percibir cómo son las cosas o las personas en sí. Y además de limpieza interior, la mirada requiere también aceptación, renuncia a dominar. Cuando miramos de verdad, estamos dispuestos a dejar ser a las cosas y a las personas tal y como son. Esto es especialmente importante con las personas.

A las personas hay que dejarlas ser, hay que aceptarlas como son. Sin esa condición nunca sabremos lo que es una verdadera amistad; nunca llegaremos a saborear el gozo inmenso que produce esa identificación con el otro, ese compartir la vida, los sueños, los deseos, los fracasos. Habrá siempre en el amigo una zona de acceso prohibido o de "reservado".

Para mirar de verdad hay que aprender a hacerlo. Los hay que conocen ese arte de modo natural o han sido educados en él. Pero también puede aprenderse. Para mirar hay que pararse, parar la rueda de la actividad exterior y parar también nuestro ruido interior (qué tengo que hacer luego, cómo resolveré la cena en casa de mi hermano, qué ropa necesito, a ver cómo queda el Madrid, a ver si consigo cerrar un buen trato con este cliente...). Para mirar hay que perder el miedo a "pasar tiempo" sin haber sido ""eficaces"".

Todos hemos conocido a personas que provocan que los que están a su lado den lo mejor de sí mismos. Son personas que logran que los demás quieran -parafraseando a Salinas- "sacar de sí su mejor yo". Es así porque son personas que saben mirar, y que por eso han sabido encontrar la llave interior de las personas. Esa llave de la confianza que uno entrega solo cuando va a saberse visto, aceptado y querido por sí mismo.

LA MORADA DEL YO
Llegar a la intimidad del alma, al centro de la persona o solo rozar su periferia, exige rodeos: rodeos que son esencialmente contemplación, escucha atenta y activa, mirada abierta y receptiva. Solo cuando una persona percibe ese clima de confianza a su alrededor es capaz de empezar a abrir las rendijas de su yo. Y a través de esas rendijas pueden empezar a filtrarse los rayos de la luz que toda persona esconde. La intimidad, la interioridad, es siempre luminosa en el sentido de iluminadora. Porque muestra siempre algo desconocido para quien no está allí dentro. No siempre será lo original y nuevo el qué diga esa persona pero sí el cómo ella lo vive. Esta es la llave que entregamos a nuestros amigos y que hace que quedemos totalmente al descubierto: vulnerables, también.

Algunas veces, tras haber desnudado la intimidad del alma en conversación con la persona que nos ha inspirado esa confianza, uno siente el vértigo del miedo a romperse, a que le rompan, a que se burlen, a que no comprendan, al silencio indiferente o superficial.

Hasta ahora, esos pensamientos, deseos, aspiraciones, miedos y preguntas más íntimas habían quedado dentro de nuestra alma. A veces nos angustiaban, otras nos elevaban, otras nos desbordaban por dentro de tal forma, que había que expresarlos de algún modo (quién no ha cantado, llenado de piruetas su salón, compuesto una melodía o garabateado un poema, historia o carta, por puro desbordamiento. Tanto no cabía dentro; fuera crecía, pero tenía más apoyos para ser sostenido, para ser vivido).

Sin embargo, no dejaban de ser nuestros: los demás solo poseían de ellos su cara externa, lo que era fruto de la superabundancia. Por lo demás, no habían sido escuchados por nadie hasta el final y solo de vez en cuando abríamos a alguien una pequeña ventanita de nuestro interior, observando con atención la reacción del interlocutor ante aquello. Pero, de repente, hemos encontrado a alguien que ha provocado que primero quisiéramos abrir una ventanita y después otra, y otra... Luego le hemos pasado al interior de la casa y -poco a poco- le hemos encendido todas las luces que había en ella, iluminando incluso rincones sucios, destartalados, rincones sin ordenar o habitaciones llenas de trastos que no sabemos en dónde colocar. Le hemos enseñado el sillón de los sueños, frente a la ventana, y le hemos invitado a sentarse allí porque desde él puede conocerlos mejor. Le hemos presentado el rincón de los miedos, ese sí, está a oscuras porque nos parece que la luz acabará por hacerlos crecer. Es un rincón siempre difícil de enseñar; se supone que de esos no tenemos, y nos cuidamos mucho de dejarlos salir. También le hemos pasado al cuarto de las preguntas; esa habitación está llena de frases sueltas, de pensamientos, de párrafos incluso, y hasta de alguna página escrita. Pero sobre todo está lleno de interrogantes; es una habitación poblada de signos de interrogación que hemos ido recogiendo a lo largo de nuestra vida: por qué las relaciones humanas son tan complicadas, por qué hay personas que no miran hacia adentro, por qué las focas son más importantes que los países del Sur... Hay también un cuarto sin techo que mira directamente al sol, o al firmamento, si es de noche. Ese es el cuarto de las aspiraciones grandes, el cuarto en el que respiro hondo, el cuarto al que hay que acudir siempre que hemos pasado un día entre mucho polvo, o mucho tiempo en el sillón. También ha conocido la buhardilla; allí no vamos demasiadas veces porque es donde están los pedazos rotos de nuestra vida y todavía nos cuesta mirarlos sin sentir dolor o pena.

Hay personas a las que paseamos por nuestra morada interior sin miedo alguno; es más: deseamos desde lo más íntimo de nuestro ser hacerlo. Sentimos desde muy hondo que apreciará, entenderá y comprenderá cada objeto que encuentre en ella. No le importarán los cacharros rotos, aunque tengamos la estantería llena de ellos; no querrá reírse de nuestras inquietudes: se le iluminará la mirada al conocerlas porque . también ella las había sentido latir más de una vez. Le encantará que tengamos un sillón de sueños y un cuarto sin techo, y querrá saber qué nos dicen los astros por la noche y cómo es el vuelo de los pájaros que vemos pasar. Son personas que hacen que sintamos la necesidad de hacer crecer todo eso, de mostrárselo, de hacerlo vivir para ellas.

Esas personas son los amigos, el amigo aquel con quien me atrevo a ser yo misma; sin restricciones y sin temores. Esa persona con la que puedo decir todo porque todo lo va a entender en su contexto; esa persona con la que puedo hablar en borrador: sin orden, sin hilazón, sin sentido algunas veces. Con rabia o ira, con desesperación, con alegría exultante, desvariando. Descubriendo todas las raíces de mi alma y sabiendo que en ningún momento se aprovechará de ello para arrancarme de mi lugar. Y sabiendo que -como escribió alguien- "comprende esas contradicciones en mi naturaleza que llevarían a otros a juzgarme mal". Eso es un amigo.


Diego Torrente


Yo no soy un gran fan de las películas de los niños que tienen esta snarkiness conocer a ellos o la toma post-moderna de la narración. Creo que las velas de la derecha sobre la cabeza de la mayoría de los niños. Hay algo que decir acerca de un bien contada cuento de hadas. Hay una razón por la que estas historias míticas quedan con nosotros.


John C. Reilly


Dedica demasiado tiempo a preocuparse por nosotros y a criticar a los Estados Unidos. Mi visión personal es que no representa el futuro de América Latina. El pueblo de Perú, creo yo, se merece algo mejor a su frente. Pero eso es obviamente un asunto que ellos deben resolver por sí mismos


Dick Cheney


En la esencia misma de la poesía hay algo indecente: expresamos cosas que ignorábamos tener en nosotros.


Czeslaw Milosz




Hay, en todo, algo inexplorado, porque estamos habituados a no servirnos de nuestros ojos, sino con el recuerdo de lo que se ha pensado antes que nosotros sobre aquello que contemplamos.


Guy de Maupassant


Yo no veo la televisión, pero vi 'The Office' por accidente. Pensé que era tan sofisticada, la historia de amor victoriano, y el atrevimiento. Nos gustaría hacer algo, todos nosotros, para no trabajar en ese medio, y luego estoy sentado allí viendo horas de la misma.


Val Kilmer


Otro término para la guerra preventiva es una guerra de agresión - comenzando guerras porque alguien algún día podría hacer algo para nosotros. Eso no es parte de la tradición americana.


Ron Paul




Más que nunca, nosotros como padres y como nación debemos hacer algo sobre el crecimiento de la obesidad en nuestros niños. Tenemos que hacer algo más que hablar, tenemos que estar preocupados suficiente para actuar.


Lee Haney


Para nosotros vivir de otra manera era impensable, la gente honrada que se mataba en trabajos de mierda por unos sueldos de miseria, que iba a trabajar en metro cada día y pagaba sus facturas estaba muerta, eran unos gilipollas, no tenían agallas. Si nosotros queríamos algo lo cogíamos y si alguien se quejaba dos veces le dábamos tal paliza que jamás volvía a quejarse, era una simple rutina ni siquiera lo pensábamos. (Henry)


Uno de los nuestros


Dios me da la esperanza de que hay algo más grande que nosotros, algo mejor y más grande que el aquí y ahora, que puede ayudarnos a vivir.


Mattie Stepanek


El cambio radical que ha llegado es la era de la información. Nosotros no tenemos que acaba de leer el New York Times más. Podemos tirar de algo en Internet y obtener alguna noticia que nos guste.


Pete du Pont




Derechos de los homosexuales no es algo que la mayoría de nosotros piensa - porque la mayoría de nosotros pasan a haber nacido recta.


Jodi Picoult


Los humanistas seculares sospechan que hay algo más gloriosamente humana sobre cómo resistir el impulso religioso, sobre la aceptación de la verdad fría, aunque la verdad es solo que el universo es tan indiferente a nosotros como nosotros a ella.


Tom Flynn


El conocimiento es poder. La mayoría de nosotros estamos de acuerdo que algo tiene que hacerse para fortalecer el Seguro Social, y creo que es irresponsable para despedir arbitrariamente a cualquier idea, republicano ni demócrata, sin darle una mirada dura.


Conrad Burns


Si la historia del Día de la Expiación tiene algo que decir a nosotros ahora es: nunca aliviar los individuos de la responsabilidad moral. Cuanto más tenemos, más que crecer.


Jonathan Sacks


Las ciudades producen amor y sin embargo se sienten ninguno. Algo extraño cuando se piensa en ello, pero tal vez apropiado. Las ciudades necesitan que el amor más que la mayoría de nosotros nos preocupamos de imaginar. Ciudades, después de todo, a pesar de su masividad, toda su existen-dad, son muy vulnerables.


Junot Diaz


Desear y tratar de ser de alguna utilidad para el mundo, para tratar de hacer algo que será realmente aumentar la felicidad y el bienestar y la virtud de la humanidad - esto es una opción que es posible para todos nosotros, y sin duda es un buen refugio para navegar por.


Henry Van Dyke


El movimiento de derechos civiles se basa en la fe. Muchos de los que fueron los participantes de este movimiento vieron nuestra participación como una extensión de nuestra fe. Nos vimos a nosotros mismos haciendo el trabajo del Todopoderoso. La segregación y la discriminación racial no estaban de acuerdo con nuestra fe, por lo que tenía que hacer algo.


John Lewis


Algunas personas se entregan a sus deseos más perversos, y esa gente se vuelve malo. Pero, en general, es reductivo pensar que el mal como algo ajeno y separado del resto de nosotros. El mal es parte de todos. Todos tenemos la capacidad de cometer actos malvados.


Bill James


No creo que haya trabajado tan duro en algo, pero trabajando en Macintosh era lo más bonito de mi experiencia en la vida. Casi todos los que trabajaron allí dirán eso. Ninguno de nosotros quería liberarse al final. Era como si supiéramos que una vez que estuviera fuera de nuestras manos, no sería nuestro nunca más.


Steve Jobs


Me gusta sentir que un anunciante tiene algo extra cuando anunciarse con nosotros - una cierta humanidad que proviene de las cartas de interés humano optimistas y positivos y casos de éxito.


Casey Kasem


Algunas personas nunca aportan nada positivo a la sociedad, incluso pueden drenar nuestros recursos, pero la mayoría de nosotros tratar de hacer algo mejor, para dar la espalda.


Martin Yan


Creo que el documental es la mejor manera de educar a una generación entera que no suele mirar hacia atrás para aprender algo sobre la historia que nos proporcionó un refugio seguro para muchos de nosotros hoy en día.


Steven Spielberg


Un tema importante es la medida en que uno pueda corregir un error, sobre todo fuera de cualquier marco del perdón religioso. Todos nosotros hemos hecho algo que lamentamos - cómo conseguimos quitar eso de la conciencia, o si eso es posible, me interesaba.


Ian Mcewan




Él no nos está premiando por hablar con nosotros. Está hablando con nosotros, porque Él tiene algo que decir a nosotros directamente, en lugar de las cosas que dice a toda la humanidad.


Gene Wolfe


No necesariamente encantan los deportes en sí, me encantan las historias detrás de ellos. Asimismo, en una especie de manera perversa me gusta estudiar lo que hace a nosotros, ¿por qué nos preocupamos tanto. Es preocuparse por algo que es absolutamente sin sentido.


Harlan Coben


Creo que la tecnología nos está, no es algo que inventamos. Creo que son más psíquicos porque tenemos teléfonos celulares y se puede mirar y ver quién te está llamando. Cuando la gente empieza a ver la tecnología como nosotros, como humanidad, nuestra idea de lo que la existencia es, va a cambiar.


Ryan Trecartin


A pesar de nuestra conciencia moral es una parte de nuestra conciencia, no nos sentimos a nosotros mismos en igualdad con él. En esta voz que resuena solo para darnos órdenes y establecer prohibiciones, no podemos reconocer nuestras propias voces, el tono en el que nos habla nos advierte que expresa algo dentro de nosotros que no es de nosotros mismos.


Emile Durkheim


El sexo es... perfectamente natural. Es algo que es agradable. Es agradable y que mejora la relación. Entonces, ¿por qué no aprender lo más que pueda sobre ella y se sientan cómodos con nosotros mismos como seres humanos sexuales para que todos seamos sexual?


Sue Johanson


Tenemos que lidiar con el hecho de que la iglesia se ha visto perjudicada con violencia contra las personas homosexuales. Nosotros les hemos asesinado, los hemos quemado en la hoguera, los hemos expulsado de la ciudad por algo sobre lo cual no tienen ningún control. Y eso es inmoral.


John Shelby Spong


Bueno, lo que se llamó la bendita esperanza de la Biblia es que un día Jesucristo vendría de nuevo, comenzar una nueva era, que este orden mundial que conocemos cambiaría en algo que sería maravilloso que nosotros llamamos la milenio.


Pat Robertson


Nuestros mayores pretensiones se construyen a no ocultar lo malo y lo feo en nosotros, pero nuestro vacío. Lo más difícil de ocultar algo que no está allí.


Eric Hoffer


La mayoría de nosotros estamos esperando. Estamos esperando a que suceda algo interesante. Y creo que vamos a esperar para siempre si no hacemos algo más interesante con nuestras vidas.


Donald Miller


En todas partes la gente está trabajando para construir un mundo mejor en el que - y algo de la belleza de este mundo - sea firme para sobrevivir. Por todas partes están en guerra con las fuerzas de nosotros y el planeta amenaza.


Rebecca Solnit


Soy un poco a la izquierda del centro, con seguridad, con Angels & Airwaves. Pero incluso cuando me pongo muy raro, que no es tan raro. No es como si algún registro de Sonic Youth oscuro o algo. Nosotros no lo tomamos tan lejos. Pero lo que nos gusta son crescendos, y lo hacemos como cuando una canción te pilla desprevenido y te da escalofríos arriba y abajo de los brazos.


Tom DeLonge


Mi madre era de carácter fuerte y obstinado mujer - un siciliano! - Y si no le gustaba algo, había dejado que usted sabe sobre él. Así que su apoyo inquebrantable de sus hijos fue un largo camino para demostrar a nosotros que estábamos en el camino correcto.


Marlo Thomas


Verdadero terrorismo, ya sabes, el miedo como arma. En defensa de nosotros mismos, que estamos luchando - luchando activamente algo más. Pero si usted va a luchar contra el terrorismo, a mí, a luchar contra las causas profundas del terrorismo.


Lupe Fiasco


Todo el mundo teme a lo desconocido. Pero tengo una fuerte sensación de que hay algo más grande que nosotros. No creo que todo esto existe porque algunas rocas sucedieron a chocar. Estoy en paz. Cuando se trata, voy a estar bien, calma. Voy a perder la vida, sin embargo. Sobre todo a mi familia.


Roger Ailes