Buscan
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Solo conozco dos tipos de personas razonables: las que aman a dios de todo corazón porque le conocen, y las que le buscan de todo corazón porque no le conocen.
Blaise Pascal
Tú verás que los males de los hombres son fruto de su elección; y que la fuente del bien la buscan lejos, cuando la llevan dentro de su corazón.
Pitágoras
Los sabios son los que buscan la sabiduría; los necios piensan ya haberla encontrado.
Napoleón Bonaparte
El amor es arriesgado, pero siempre ha sido así. Hace millares de años que las persons se buscan y se encuentran.
Paulo Coelho
Buscamos la felicidad, pero sin saber dónde, como los borrachos buscan su casa, sabiendo que tienen una.
Voltaire
Los sabios que buscan con el poder de su pensamiento descubrieron la relación de lo existente en lo no existente.
Dhagavad-Gita
Evita la conversación de aquellas personas cuya palabra, en vez de ser trabajo, es placer. Los grandes parlanchines suelen ser espíritus refinadamente egoístas, que buscan nuestro trato, no para estrechar lazos sentimentales, sino para hacerse admirar y aplaudir.
Santiago Ramón y Cajal
A la filosofía nada mejor podría ocurrirle que esto: que se suprimieran todas las cátedras universitarias de filosofía. Con ello se eliminarían el mayor de todos los inconvenientes, a saber: que quienes buscan la verdad colisionen con quienes solo buscan un pedazo de pan y cuyas disputas y políticas perturban de múltiples modos a aquellos, pero nunca los ayudan
Arthur Schopenhauer
Hoy día es frecuente que se vea al votante más que nada como una blanco fácil para la manipulación de los que buscan su consentimiento para ejercer el poder.
Al Gore
Los hombres creen buscar sinceramente el reposo, y en realidad no buscan sino agitación.
Blaise Pascal
Usualmente me encuentro con la siguiente situación: con sabios que aún buscan la sabiduría y el saber y con estúpidos que creen haberla encontrado.
Marlene Dietrich
Nadie acepta ya que las cosas pasan a veces sin que haya un culpable, o que existe la mala suerte, o que las personas se tuercen y se echan a perder y se buscan ellas solas la desdicha o la ruina.
Javier MarÃas
Las mujeres no buscan hombres hermosos. Las mujeres buscan hombres que han tenido mujeres hermosas. Por eso, tener una amante fea, es un error fatal
Milan Kundera
Todas las grandes religiones son básicamente lo mismo, ya que todas buscan la paz mental y la bondad, pero es muy importante practicar esto en nuestra vida diaria. No únicamente en la iglesia o el templo.
Dalai Lama
Si deseáis perfeccionaros, la mejor manera de hacer es solicitar la opinión de los otros y buscar sus críticas. La mayor parte de las personas intentan perfeccionarse fiándose en su sola facultad de apreciación. El único resultado que consiguen es que no hacen progresos significativos...Los hombres que buscan las críticas de los demás son ya superiores a ellos.
Yamamoto Tsunetomo
:... esclavo es quien está obligado a obedecer las órdenes del señor, que solo buscan la utilidad del que manda...
Baruch Spinoza
No puede concebirse la fuerza sin la enfermedad. No en vano los hombres más peligrosos son los que tienen una salud precaria. El carro de la historia está guiado por hombres que se buscan constantemente el pulso.
Emil Cioran
Y en las riveras del Ebro, críos sin escuelas cultivando su cerebro en el huerto, buscan salidas, ganarse la vida, a costa de los frutos que produce una semilla
Kase.O
Las mujeres son putas asesinas, Max, son monos ateridos de frío que contemplan el horizonte desde un árbol enfermo, son princesas que te buscan en la oscuridad, llorando, indagando las palabras que nunca podrán decir. En el equivoco vivimos y planeamos nuestros ciclos de vida.
Roberto Bolaño
Quién soy yo para interponerse en el camino de las personas que buscan inocentemente en los papeles que interpreto.
Alan Rickman
Aunque las amenazas procedan de individuos, o incluso de grupos, el mayor problema será las actividades de las naciones que buscan hacer daño. Es muy difícil identificar la fuente del cibercrimen y detenerla
Eric Schmidt
Conservad la llama que Dios ha encendido en vuestros corazones en esta noche: procurad que no se apague, alimentadla cada día, compartidla con vuestros coetáneos que viven en la oscuridad y buscan una luz para su camino
Benedicto XVI
Las personas le echan la culpa a las circunstancias. No creen en las circunstancias. Las personas que avanzan buscan las circunstancias y si no las encuentran las crean.
George Bernard Shaw
Sea cual sea su futuro, en el amanecer de sus vidas los hombres buscan una noble visión de la naturaleza del hombre y del potencial de la vida.
Ayn Rand
Las riquezas que se obtienen por medio de mentiras, son ilusión pasajera de los que buscan la muerte.
Salomón
Los gobiernos quieren técnicos eficientes, y no seres humanos, porque los seres humanos son peligrosos para los gobiernos, así como también para las religiones organizadas. Por esto los gobiernos y las organizaciones religiosas buscan el dominio sobre la educación.
Jiddu Krishnamurti
Rostro de Vos
Tengo una soledad
tan concurrida
tan llena de nostalgias
y de rostros de vos
de adioses hace tiempo
y besos bienvenidos
de primeras de cambio
y de último vagón.
Tengo una soledad
tan concurrida
que puedo organizarla
como una procesión
por colores
tamaños
y promesas
por época
por tacto y por sabor.
Sin un temblor de más,
me abrazo a tus ausencias
que asisten y me asisten
con mi rostro de vos.
Estoy lleno de sombras
de noches y deseos
de risas y de alguna maldición.
Mis huéspedes concurren,
concurren como sueños
con sus rencores nuevos
su falta de candor.
Yo les pongo una escoba
tras la puerta
porque quiero estar solo
con mi rostro de vos.
Pero el rostro de vos
mira a otra parte
con sus ojos de amor
que ya no aman
como víveres
que buscan a su hambre
miran y miran
y apagan la jornada.
Las paredes se van
queda la noche
las nostalgias se van
no queda nada.
Ya mi rostro de vos
cierra los ojos.
Y es una soledad
tan desolada.
Tengo una soledad
tan concurrida
tan llena de nostalgias
y de rostros de vos
de adioses hace tiempo
y besos bienvenidos
de primeras de cambio
y de último vagón.
Tengo una soledad
tan concurrida
que puedo organizarla
como una procesión
por colores
tamaños
y promesas
por época
por tacto y por sabor.
Sin un temblor de más,
me abrazo a tus ausencias
que asisten y me asisten
con mi rostro de vos.
Estoy lleno de sombras
de noches y deseos
de risas y de alguna maldición.
Mis huéspedes concurren,
concurren como sueños
con sus rencores nuevos
su falta de candor.
Yo les pongo una escoba
tras la puerta
porque quiero estar solo
con mi rostro de vos.
Pero el rostro de vos
mira a otra parte
con sus ojos de amor
que ya no aman
como víveres
que buscan a su hambre
miran y miran
y apagan la jornada.
Las paredes se van
queda la noche
las nostalgias se van
no queda nada.
Ya mi rostro de vos
cierra los ojos.
Y es una soledad
tan desolada.
Mario Benedetti
Parece, en efecto, que el principio es más de la mitad del todo, y que por él se aclaran muchas de las cosas que se buscan.
Aristóteles
Ajedrez
I
En su grave rincón, los jugadores
Rigen las lentas piezas. El tablero
Los demora hasta el alba en su severo
Ambito en que se odian dos colores.
Adentro irradian mágicos rigores
Las formas: torre homérica, ligero
Caballo, armada reina, rey postrero,
Oblicuo alfil y peones agresores.
Cuando los jugadores se hayan ido,
Cuando el tiempo los haya consumido,
Ciertamente no habrá cesado el rito.
En el Oriente se encendió esta guerra
Cuyo anfiteatro es hoy toda la tierra.
Como el otro, este juego es infinito.
II
Tenue rey, sesgo alfil, encarnizada
Reina, torre directa y peón ladino
Sobre lo negro y blanco del camino
Buscan y libran su batalla armada.
No saben que la mano señalada
Del jugador gobierna su destino,
No saben que un rigor adamantino
Sujeta su albedrío y su jornada.
También el jugador es prisionero
(La sentencia es de Omar) de otro tablero
De negras noches y de blancos días.
Dios mueve al jugador, y éste, la pieza.
¿Qué dios detrás de Dios la trama empieza
De polvo y tiempo y sueño y agonías.
I
En su grave rincón, los jugadores
Rigen las lentas piezas. El tablero
Los demora hasta el alba en su severo
Ambito en que se odian dos colores.
Adentro irradian mágicos rigores
Las formas: torre homérica, ligero
Caballo, armada reina, rey postrero,
Oblicuo alfil y peones agresores.
Cuando los jugadores se hayan ido,
Cuando el tiempo los haya consumido,
Ciertamente no habrá cesado el rito.
En el Oriente se encendió esta guerra
Cuyo anfiteatro es hoy toda la tierra.
Como el otro, este juego es infinito.
II
Tenue rey, sesgo alfil, encarnizada
Reina, torre directa y peón ladino
Sobre lo negro y blanco del camino
Buscan y libran su batalla armada.
No saben que la mano señalada
Del jugador gobierna su destino,
No saben que un rigor adamantino
Sujeta su albedrío y su jornada.
También el jugador es prisionero
(La sentencia es de Omar) de otro tablero
De negras noches y de blancos días.
Dios mueve al jugador, y éste, la pieza.
¿Qué dios detrás de Dios la trama empieza
De polvo y tiempo y sueño y agonías.
Jorge Luis Borges
Amantes Ii
Desnudos afrentamos el cuerpo
como dos ángeles equivocados,
como dos soles rojos en un bosque oscuro,
como dos vampiros al alzarse el día,
labios que buscan la joya del instante entre dos muslos,
boca que busca la boca, estatuas erguidas
que en la piedra inventan el beso
sólo para que un relámpago de sangres juntas
cruce la invencible muerte que nos llama.
De pie como perezosos árboles en el estío,
sentados como dioses ebrios
para que me abrasen en el polvo tus dos astros,
tendidos como guerreros de dos patrias que el alba separa,
en tu cuerpo soy el incendio del ser.
Desnudos afrentamos el cuerpo
como dos ángeles equivocados,
como dos soles rojos en un bosque oscuro,
como dos vampiros al alzarse el día,
labios que buscan la joya del instante entre dos muslos,
boca que busca la boca, estatuas erguidas
que en la piedra inventan el beso
sólo para que un relámpago de sangres juntas
cruce la invencible muerte que nos llama.
De pie como perezosos árboles en el estío,
sentados como dioses ebrios
para que me abrasen en el polvo tus dos astros,
tendidos como guerreros de dos patrias que el alba separa,
en tu cuerpo soy el incendio del ser.
Jorge Gaitán Durán