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Cada pueblo tiene el gobierno que se merece

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Cada pueblo tiene el gobierno que se merece.




Eso de que cada pueblo tiene el Gobierno que se merece es un error, porque no existe el pueblo como tal, sino sólo individuos sueltos que se reunen y suman a la hora de votar, pero eso no significa que todos piensen igual o que la opinión mayoritaria sea la siempre aceptada siguiendo la famosa regla de dónde va Vicente.


Federico Jiménez Losantos




Es una verdad indiscutible que el conjunto del pueblo de cada país desea sinceramente su prosperidad; pero es igualmente irrefutable que no posee el descernimiento y la estabilidad necesarios para un gobierno sistemático.


Alexander Hamilton


Cada pueblo tiene la televisión que merece.


Gustavo Bueno


Todas las ciencias tienen misterios, y que presentan ciertos puntos donde la teoría mas evidente en apariencia, se encuentra en contradicción con la experiencia. La política, por ejemplo, ofrece muchas pruebas de esta verdad. ¿Qué otra cosa hay más extravagante en teoría que la monarquía hereditaria? Nosotros juzgamos por experiencia; pero si jamás se hubiese oído hablar de gobierno y fuese necesario elegir, uno, creo se tendría por loco a aquel que prefiriese la monarquía hereditaria a la electiva. Sin embargo, sabemos por experiencia que el primero en todos conceptos es el mejor, y el segundo el peor. ¡Qué de argumentos podrán acumularse para probar que la soberanía viene del pueblo! Sin embargo, no hay nada de eso. La soberanía siempre se toma; jamás se da; Y una segunda teoría mas profunda, manifiesta en seguido que esta debe ser así. ¿Quién no dirá que la mejor constitución política es aquella que ha sido deliberada y escrita por hombres de estado, perfectamente enterados del carácter de la nación y sus necesidades, y que por lo mismo han previsto todos los casos? Sin embargo, nada hay más falso. El pueblo mejor constituido, es aquel que tiene escritas menos leyes constitucionales, y toda constitución escrita es nula.


Joseph De Maistre


Encontramos al comunismo profundamente repugnante en cuanto negación de la personal libertad, de la dignidad humana. Pero seguimos manteniendo que puede felicitarse al pueblo ruso por sus muchos logros... Ningún gobierno o sistema es tan malo que su pueblo pueda juzgarse carente de toda virtud... La paz del mundo no exige que cada hombre ame a su prójimo; solamente que ambos vivan juntos, tolerándose mutuamente, sometiendo sus disputas a un arreglo justo y pacífico.


John Fitzgerald Kennedy




Cada pueblo tiene la ingenua convicción de ser la mejor ocurrencia de dios.


Theodor Heuss


Creo que el pueblo estadounidense tiene un miedo real y justificado de la intrusión del gobierno en lo que ellos saben por instinto va a ser un mundo cada vez más intrusivos.


Joe Biden


Opino que a los cincuenta, cada uno tiene la cara que se merece.


George Orwell




Cada sociedad tiene el tipo de criminal que se merece


Robert Kennedy


Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una naranja, y que la vida solo tiene sentido cuando encontramos la otra mitad. No nos contaron que ya nacemos enteros, que nadie en nuestra vida merece cargar en las espaldas, la responsabilidad de completar lo que nos falta


John Lennon


Tienen altas pretensiones de genio, de gloria. Distinguidos, elegantes, sensuales, codiciosos, vanidosos, ávidos de elogios y recompensas, pertenecen a quien los halaga y les paga y son más los auxiliares de la corrupción que de la regeneración[?] a pesar de la riqueza de su imaginación y el lujo de su facundia, a pesar de su colosal vanidad, no están en condiciones de responder por sí mismos y de justificar sus obras[?] El artista está aislado, su pensamiento es solitario[?] no tiene fe ni principios; está librado al ateísmo de sus sentimientos y a la anarquía de sus ideas. No sabe por dónde ganarse al público; es una confusión en la que nadie se conoce y donde cada uno tira para su lado ¿Cómo podrían producir obras populares, ellos que nada saben del alma del pueblo?.


Pierre Joseph Proudhon


Cada cual tiene el diablo que se merece.


Arturo Pérez-Reverte




Este mismo acto de asociación convierte al instante la persona particular de cada contratante en un cuerpo moral y colectivo, compuesto de tantos miembros como voces tiene la asamblea; cuyo cuerpo recibe del mismo acto su unidad, su ser común, su vida y su voluntad. Esta persona pública, que se constituye como producto de la unión de todas las otras, recibía antiguamente el nombre de Civitas (4), y ahora el de República o de Cuerpo Político, denominándosela Estado cuando es pasivo, soberano cuando es activo, y potencia cuando es comparada con sus semejantes. En cuanto a los asociados, éstos toman colectivamente el nombre de pueblo y en particular se llaman ciudadanos, como partícipes de la autoridad soberana, y súbditos, por estar sometidos a las leyes del Estado. Pero estos términos se confunden a menudo y se toma el uno por el otro. Basta que sepamos distinguirlos cuando se usan en toda su precisión." El Contrato Social - Capítulo V


Jean-Jacques Rousseau


Ningún pueblo cree en su gobierno. A lo sumo, los pueblos están resignados.


Octavio Paz


El mejor gobierno es el que desea hacer feliz al pueblo y sabe cómo lograrlo.


Thomas Macaulay


Gobierno imperceptible, pueblo feliz; gobierno solícito, pueblo desgraciado


Lao Tse


... en el Estado y en gobierno, donde la suprema ley es la salvación del pueblo y que manda, quien obece en todo a la suprema potestad no debe ser considerado como esclavo inútil para sí mismo, sino como súbdito.


Baruch Spinoza


La aceptación de la opresión por parte del oprimido acaba por ser complicidad; la cobardía es un consentimiento; existe solidaridad y participación vergonzosa entre el gobierno que hace el mal y el pueblo que lo deja hacer.


Victor Hugo


No habrá una guerra fratricida porque el Gobierno y el pueblo lo impedirán. Tampoco habrá un Presidente que se suicide, porque el pueblo sabrá responder


Salvador Allende


La base de nuestros sistemas políticos es el derecho del pueblo a hacer y modificar sus constituciones de Gobierno


George Washington


El Gobierno debe ser libremente elegido por el Pueblo libre. El Pueblo es libre cuando es socialmente justo, económicamente libre y políticamente soberano.


Juan Domingo Perón


El Gobierno es del Pueblo y para el Pueblo, cuando es realmente ejercido por el Pueblo. Esta condición solo la realiza un Pueblo que posea conciencia social y personalidad social.


Juan Domingo Perón


La ley es la seguridad del pueblo, la seguridad de cada uno de los gobernados y la seguridad de cada uno de los gobernantes.


Edmund Burke


La verdadera democracia es aquella donde el gobierno hace lo que el pueblo quiere y defiende un solo interés: el del pueblo


Juan Domingo Perón


La tierra es un bien individual en función social. Debe ser considerada bien de trabajo y no de renta o especulación. El Gobierno, el Estado y las organizaciones del Pueblo han de promover el acceso a la propiedad de la tierra por quienes la trabajan.


Juan Domingo Perón




Camaradas, es preciso que nos preguntemos por qué se mantienen en el Poder gobiernos tan impopulares como los que padecemos, representantes de una minoría del país, en contra de la voluntad de la gran mayoría del pueblo. Y, naturalmente, tenemos que repetir que un Gobierno, por muy podrido que esté, no cae solo. Hay que empujarlo para que caiga, y empujarlo de manera que no pueda levantarse más.


José Díaz Ramos


Los niños, que constituyen la comunidad del porvenir, vale decir, la Patria del futuro, son los únicos privilegiados, sus derechos deben ser protegidos, consolidados y desarrollados por el Gobierno, el Estado y las Organizaciones del Pueblo.


Juan Domingo Perón


Y la democracia, ese milenario invento de unos atenienses ingenuos para quienes significaba, en las circunstancias sociales y políticas concretas del momento, y según la expresión consagrada, un Gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo.


José Saramago


Sin tener carne de mártir, no daré un paso atrás. Que lo sepan, que lo oigan, que se lo graben profundamente: dejaré La Moneda cuando cumpla el mandato que el pueblo me diera, defenderé esta revolución chilena y defenderé el Gobierno porque es el mandato que el pueblo me ha entregado


Salvador Allende


Soy anarquista, y no podría, sin remordimiento y vergüenza, recibir el dinero arrebatado al pueblo por el gobierno


Ricardo Flores Magón


La democracia no es el gobierno del pueblo en ningún sitio. ¿Qué se vota? Lo que nos hacen que votemos.


José Luis Sampedro


Si el Tao reinara en el mundo, el pueblo, sin gobierno, por sí mismo se ordenaría con equidad


Lao-Tse


La democracia de élites, representativa, es contrarrevolucionaria. Un gobierno tomando decisiones encerrado en cuatro paredes, expropiándole al pueblo su soberanía, es contrarrevolucionario.


Hugo Chávez


Me dirijo esta noche al pueblo de la República para hablar de un problema dramático, cuya solución interesa a todos los argentinos y no puede postergarse ni un día más. Me refiero al problema del transporte en todo el país. No podemos ocultar la gravedad de la situación y hay que hablar con entera franqueza: tenemos un pésimo sistema ferroviario y sus finanzas están en bancarrota. El gobierno ha decidido adoptar medidas enérgicas para resolver de raíz este problema y apela a la comprensión y a la colaboración de todos los habitantes de la República.

Del mismo modo que las arterias sirven para la circulación sanguínea a lo largo del cuerpo, las vías de comunicación sirven para la circulación de personas y productos a lo largo del territorio de una nación y se proyecta aún más lejos en el caso del transporte internacional. [... ] La verdadera crisis de nuestro transporte en general no consiste en que sea caro y produzca déficit sino en que ha quedado inmutable en un cuerpo nacional que en estos momentos crece y se transforma rápidamente.

Tampoco es Buenos Aires el único centro industrial y comercial del país. Tenemos una actividad manufacturera y mercantil de grandes proporciones en populosas ciudades del interior y aún las más pequeñas crecen a un ritmo notable.

Sin embargo, esta nueva y pujante geografía económica argentina que se expresa en el petróleo y el gas de la Patagonia y del norte, en los yacimientos minerales y las acerías, en las radicaciones de industrias de toda índole, sufre la parálisis y el aniquilamiento del transporte, se decir, del sistema arterial que debería comunicar esos centros entre sí, llevando la materia prima a las plantas transformadoras y los productos terminados a los centenares de centros consumidores de toda la república. [... ] Así en 1960, los ferrocarriles disminuyeron en seiscientos treinta mil toneladas la carga transportada con relación al año anterior.

Que sepan que ni un solo obrero y empleado ferroviario verá sus derechos sociales y laborales afectados injustamente; y que los hombres con vocación ferroviaria hallarán las oportunidades que ahora les están negadas, debido a que no hay perspectivas para los agentes de un servicio que gravita sobre la economía nacional con pérdidas que constituyen más del 75% del déficit fiscal.

Por consiguiente, sin perjuicio de la intensa labor que se está cumpliendo en virtud del decreto 853/61, el poder ejecutivo incorporará al servicio, con carácter de urgencia, las unidades y material que sean necesario para corregir el desastroso deterioro del sistema ferroviario [... ].

Se ha comprobado que el hecho de que el sistema ferroviario no responda a nuestras necesidades actuales es la principal fuente generadora del déficit presupuestario que padecemos. Ello se debe al trazado anacrónico de la red, a la imposibilidad de reponer el material envejecido en la medida de las necesidades más inmediatas y a la falta de racionalización que multiplica varias veces el costo de tonelada/kilómetro/hora, y además, inmoviliza el material, degrada los servicios, e imposibilita la mejora de los salarios.


Arturo Frondizi


La Nación Argentina inicia hoy un nuevo período constitucional que las circunstancias han convertido en comienzo de una nueva era. En lo profundo este acto inicial está presidido por un ideal moral: la clara e inequívoca voluntad del reencuentro argentino y de reanudar el desarrollo nacional. A partir de hoy gobernaré para todos los argentinos y reclamaré el concurso de cuantos comparten los anhelos del pueblo, cualquiera que sea su militancia política y sin otra condición que su honestidad y su capacidad. Abandono toda tarea partidista y declaro solemnemente que desde la Casa de Gobierno no se hará política de partido. Debemos terminar con el sectarismo y la intolerancia.


Arturo Frondizi


Le ruego que observe usted el aspecto del gobierno estadounidense. Vea cómo hablan con mi pueblo. Lo que quieren es construir un imperio. No buscan convivir en paz con las personas.


Mahmud Ahmadineyad


Lograr un cambio de actitud, tanto dentro como fuera del país, de la imagen de los dominicanos, algo por lo que he luchado toda mi vida. Y que nuestros representantes no sean políticos mafiosos que cada cierto tiempo se confabulan para engañar al pueblo.


Luis Días


El pensamiento justo y la acción correcta por parte del pueblo no pueden dejar de incidir sobre el gobierno


Indíra Gándhí


Querido hermano: Recibo atónito tu carta y me asombro de los sanos consejos que en ella me das.
Tienes formado muy mal concepto de las fuerzas republicanas y excesivamente bueno de las monárquicas y de lo que representa el trono.
Siguiendo la monarquía en España, ya conoces el rumbo de la nación. La nobleza, que se considera casta superior, en su mayoría descendientes bastardos de otros nobles, viviendo a costa del país al amparo de la monarquía, con delegaciones regias, negocios dudosos, puestos políticos influyentes, y escarneciendo a las clases inferiores -más morales cuanto más inferiores- con sus desenfrenos de todos conocidos.
El alto clero y las congregaciones, que tienen su principal apoyo en la dinastía reinante, asfixiando las libertades públicas con sus demandas y desafueros, llevándose en forma directa o indirecta un buen trozo del presupuesto, mientras el país languidece y la incultura perdura por falta de escuelas y elementos de enseñanza, pues en los presupuestos no queda dinero para tan perentorias atenciones.
Los príncipes, infantes y demás parientes más o menos cercanos al trono, hacen truculentos negocios con el amparo que les presta el poder.
El ejército, que debiera ser servidor de la nación, hoy sólo sirve al trono y, para proteger a éste, se atreve a ametrallar al pueblo ansioso de recuperar su soberanía, atropellada y escarnecida por la dictadura borbónica.
Mientras, el ejército se apropia el oficio de verdugo de la nación, descuida su eficiencia guerrera y es tan sólo una caricatura de lo que debiera ser.
En cambio, se lleva la tercera parte de los presupuestos nacionales.
La vieja política, desacreditada, dando origen al golpe de Estado del año 23, llegó a aquel punto de descrédito, gobernando, o mejor dicho, desgobernando las clases monárquicas en cooperación con el poder moderador - por no llamarle absoluto - de ese trono que tanto defiendes.
En la monarquía no aparecen valores nuevos. Las mismas causas de antaño producirán los mismos efectos.
Tras una nueva etapa de desgobierno, funesta, desde luego, vendrá otra etapa de dictadura, que completará la labor de la dictadura anterior, terminando de ahogar todo espíritu liberal y ciudadano y convirtiéndonos en lo que son hoy algunas repúblicas americanas.
Los pocos ciudadanos que pueden, para no morir a manos reaccionarias tendrán que emigrar, perdiéndose para España los valores que ellos representan.
Los generales -incapaces- que hoy se agrupan en torno del trono para defenderlo, no llevan otras miras que evitar la llegada de un orden nuevo, en el que por su incapacidad no tendrían puesto decoroso; y para salvar su actual posición privilegiada, defienden a su señor con instinto y dote de esclavos, tratando de poner una vez más el ejército enfrente del pueblo.
Esto, que sucedió otras veces, ya no lo conseguirán, y el soldado y el oficial se pondrán al lado de aquél para ayudarle a sacudir sus yugos legendarios y hacer justicia, su justicia, la verdadera justicia, la justicia popular.
El pueblo paga al ejército y al trono para que le sirvan y no para que lo tiranicen, y cuando se cansa de pagar servidores desleales, está en su legítimo derecho a prescindir de ellos.
El trono rompió la constitución, que es el pacto que tenía con el pueblo; roto el pacto, al pueblo, sólo al pueblo, corresponde rehacerlo o elegir el régimen de gobierno que le ofrezca más sólida garantía de progreso y bienestar.
Un régimen que por evoluciones parlamentarias y no por revoluciones sangrientas consiga que no sea un mito el significado de las tres palabras "Libertad, Igualdad, Fraternidad".
Ese régimen no puede ser ya la monarquía, puesto que ha demostrado cumplidamente que sólo satisface sus egoísmos, sin importarle un ardite las necesidades del país.
El mundo en pocos años ha evolucionado rápidamente. Casi todas las naciones de Europa están hoy constituidas en repúblicas, lo están todas las de América. Los que sentimos el culto de la patria, debemos quererla republicana, única forma de que progrese y se coloque al nivel del resto de Europa, respecto al cual vamos atrasados muchos años.
Una república moderada sería la solución al actual estado de cosas.
Ella atraería a la gobernación del país a las clases privilegiadas sin espantarlas ni ponerles enfrente, como sucedería con el establecimiento de una república radical.
Los elementos más radicales la respetarían, porque verían siempre en ella la posibilidad de evolucionar hacia sus ideales, tratando de ganar puestos en los comicios con su conducta, sus programas y una adecuada propaganda.
El país se gobernaría en definitiva como quisiera y evitaríamos la llegada de una revolución que camina con pasos de gigante y que cuanto más tarde más violenta ha de ser.
Dices en tu carta con un profundo desconocimiento que las izquierdas son averiada mercancía. ¡Mercancía y bien averiada son las derechas! ¡Ya hemos visto cómo se vendían o alquilaban! Lo poco bueno que en ellas quedaban, se ha marchado a la república, por no convivir con tanto profesional de la indignidad y de la falta de decoro. Los partidos monárquicos ¡¡ésos sí que son averiada mercancía!!


Francisco Franco