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Caen

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Todas las cosas fingidas caen como flores marchitas, porque ninguna simulación puede durar largo tiempo.


Cicerón


Las vanas pretensiones caen al suelo como las flores. Lo falso no dura mucho.


Cicerón




Existo. Es algo tan dulce, tan dulce, tan lento. Y leve; como si se mantuviera solo en el aire. Se mueve. Por todas partes, roces que caen y se desvanecen. Muy suave, muy suave.


Jean Paul Sartre


El vino mueve la primavera, crece como una planta la alegría. Caen muros, peñascos, se cierran los abismos, nace el canto.


Pablo Neruda


Cuando los países se desmoronan y se caen lo único que queda de ellos es la cultura, por eso es tan importante. Un país sin cultura va a la desaparición. Creo que hay que dedicar un capital a la cultura, crear productos útiles para el ser humano, tanto para su consumo como para su conciencia.


Alejandro Jodorowsky


Lo peor del pícaro es que las picardías que inventa son jocosas, caen simpáticas y parecen perdonables.


Gregorio Marañon




Por muy alto que sea un árbol, sus hojas siempre caen hacia la raíz.




Estoy seguro de que mis piernas tiemblan, sueño que se me caen los dientes y que llego tarde a unos funerales.


Nicanor Parra


Una gran reputación es un gran ruido: cuando más aumenta, más se extiende; caen las leyes, las naciones, los monumentos; todo se desmorona. Pero el ruido subsiste.


Napoleón Bonaparte




Los países del mundo que están bien, sin problemas, escuchan blues y rock and roll. Los países que caen en desgracia escuchan cumbia.


Pappo


Sobre los pueblos más ricos, caen con fuerza las cortes, los dueños de la tierra matan al que la siembra. Pero nunca pudieron tapar la mirada, ni jugar con la voz del poeta.


Celeste Carballo


Cuando los habitantes de Tierra de Fuego caen víctimas del hambre, matan y comen a sus viejas mujeres antes que a los perros


Charles Darwin


Los locos, cuando salen de un vicio, caen en el opuesto.


Horacio




Sobre los pueblos de Latinoamérica caen todos los ciclones, prohibieron los frutos de la sangre joven. Pero nunca pudieron tapar la mirada, ni jugar con la voz del poeta.


Celeste Carballo


Los necios, mientras huyen de un vicio, caen en el contrario


Horacio


La danza de las hojas que caen es la danza de la muerte.


Aída Cartagena Portalatín


Las metáforas son nuestra manera de perdernos en las apariencias o de quedarnos inmóviles en el mar de las apariencias. En este sentido una metáfora es como un salvavidas. Y no hay que olvidar que hay salvavidas que flotan y salvavidas que caen a plomo hacia el fondo. Eso conviene no olvidarlo jamás.


Roberto Bolaño


Los académicos hablan constantemente de duda y suspensión del juicio, del peligro de determinaciones precipitadas, de limitar las investigaciones del entendimiento a unos confines muy estrechos y de renunciar a todas las especulaciones que no caen dentro de los límites de la vida y del comportamiento comunes;...


David Hume


Cuando las calamidades caen sobre un Estado, se olvidan los dioses y nadie se preocupa de honrarlos.


Eurípides


Los peniques no caen del cielo. Hay que ganarlos aquí abajo, en la tierra


Margaret Thatcher


Los fusiles no se pierden fácilmente, pero los hombres sí, pues caen heridos, mueren, se enferman o desertan.


Mao Zedong


Para echar abajo a un león basta herirlo con una bala o con un dardo; pero una vez que un reptil se ha enredado a la punta de una roca o al tronco de un árbol, hay que arrancarlo a pedazos. En la política es lo mismo; los ministros orgullosos caen al primer tiro; culebras se pegan mucho


Ignacio Manuel Altamirano


Las barreras nacionales, lejos de reforzarse, se desmoronan y caen


Iósif Stalin


Los frutos del destino caen por su propio peso, cuando están maduros.


Friedrich Schiller


Nada que hacer para el más débil,al ver que sus iconos solo caen como colillas,por preferir morir de pie que vivir de rodillas


Nach


Espero que vaya al cielo, y cuando lo haga, voy a hacer lo que todos los San Franciscanos hace cuando llega allí. Mira a su alrededor y dice: "No está mal, pero no es San Francisco".


Herb Caen




El mundo de Manhattan es pequeña y muy unida, y el hombre en la parte superior conserva cierta humildad. Él sabe cuán lejos y rápido que puede caer por mirar el tipo del otro lado de la calle. La vista desde el apartamento de $ 250,000 cubre mucho terreno, la mayoría de ellos condenados.


Herb Caen


Las cucarachas y la alta sociedad son las únicas cosas que pueden permanecer despierto toda la noche y comer cualquier cosa.


Herb Caen


Cuando un lugar se anuncia como 'World Famous, 'usted puede estar seguro de que no lo es.


Herb Caen


Tiendo a vivir en el pasado porque la mayor parte de mi vida está ahí.


Herb Caen


Una ciudad es donde se puede firmar una petición, abuchear al presidente del Tribunal Supremo, el pescado de un embarcadero, mirar a un hipopótamo, comprar una flor de la esquina, o conseguir una buena hamburguesa o una chica mala a las 4 am Una ciudad es donde las sirenas hacen rayas blancas de sonido en el cielo y sirenas hablan en grises oscuro. San Francisco es una ciudad así.


Herb Caen


El problema con los cristianos nacidos de nuevo es que son un dolor aún mayor de la segunda vez.


Herb Caen


Los americanos son pragmáticos, relativamente sencillos, abundantes y dado amplia humor.


Herb Caen


Una ciudad no se mide por su longitud y anchura, sino por la amplitud de su visión y la altura de sus sueños.


Herb Caen


La lógica es una respuesta a la pasión.


Herb Caen


Una ciudad es un estado - de la mente, del gusto, de la oportunidad. Una ciudad es un mercado - donde se negocian las ideas, las opiniones y el choque eterno conflicto pueden producir verdades eternas.


Herb Caen


Un hombre comienza a cortar sus muelas del juicio la primera vez que muerde más de lo que puede masticar.


Herb Caen


La vida es es un canino que devemos seguir, siempre así adelante, nunca devemos dar un paso atras, no devemos tener miedo, devemos afrontarlos problemas con valor ... cada ves que tropieces toma aliendo y ponte de pie, yo se que los que caen aprenden, pero eso depente de ti por que en ti esta la esperanza de este mundo, yo creo en ti y, confio que haras las cosas bien, que apoyaras la cosas buenas y te alejaras de las cosas malas.
Espero que seas fuerte para soportar todas las bruevas de esta vida quiero que sepas que las herias sanan y te asen fuerte... cada vez que te equivoques se conciente de tus actos de cien personas noventinueve se equivocan y uno aprende. Espero que seas esa persona.


Daniel Jhonatan E. Q.


Predestinada A La Tristeza

Ya no soy yo amado,
y no sé quién soy, si todavía permanezco,
si estoy aquí y lo que toco está.
Las palabras me caen como agua fresca,
la tristeza se riega en mi música ensangrentada.
En mi corazón se anida un animal herido
y mis versos preferidos los dije a la noche
que aguarda el beso caliente del amante
y el rumor perecedero de la piedra.
Ya no soy yo amado,
y no sé si estoy aquí, si mis miembros se cierran
o se abren,
si la muerte es un mal sueño dilatándose en mis venas,
recordando como una voz antigua,
mi no permanecer, ni fugaz sentir, mi antiguo malestar
caído de la duda.


Orietta Lozano


Piedra de Horno

La tarde abandonada gime deshecha en lluvia.
Del cielo caen recuerdos y entran por la ventana.
Duros suspiros rotos, quimeras lastimadas.
Lentamente va viniendo tu cuerpo.
Llegan tus manos en su órbita
de aguardiente de caña;
tus pies de lento azúcar quemados por la danza,
y tus muslos, tenazas del espasmo,
y tu boca, sustancia
comestible y tu cintura
de abierto caramelo.
Llegan tus brazos de oro, tus dientes sanguinarios;
de pronto entran tus ojos traicionados;
tu piel tendida, preparada
para la siesta:
tu olor a selva repentina; tu garganta
gritando -no sé, me lo imagino-, gimiendo
-no sé, me lo figuro-, quemándose- no sé, supongo, creo;
tu garganta profunda
retorciendo palabras prohibidas.
Un río de promesas
desciende de tu pelo,
se demora en tus senos,
cuaja al fin en un charco de melaza en tu vientre,
viola tu carne firme de nocturno secreto.
Carbón ardiente y piedra de horno
en esta tarde fría de lluvia y de silencio.


Nicolás Guillén