Caer ( 4 )
Caer. Encuentra docenas de caer con fotos para copiar y compartir.
Cuestiones Fúnebres
¿Quién regará mis huesos con su llanto?
¿Quién tocará mi pelo, seco y rubio?
¿ Quién irá a ver caer las paletadas
sobre mi caja de tercera?
¿Quién de vosotros cantará mis líneas?
¿Quién por la noche me arderá una vela?
Quién pudiera saber con adelanto,
quién coserá mis senos entre tanto.
¿Quién regará mis huesos con su llanto?
¿Quién tocará mi pelo, seco y rubio?
¿ Quién irá a ver caer las paletadas
sobre mi caja de tercera?
¿Quién de vosotros cantará mis líneas?
¿Quién por la noche me arderá una vela?
Quién pudiera saber con adelanto,
quién coserá mis senos entre tanto.
Gloria Fuertes
Yo Soy Danae
Yo soy Dánae. Desnuda caía en el lecho come
bianca neve scende senza vento.
Y llegó secreto con el fulgor
convertido en monedas de oro que cayeron
sobre mí, alrededor, en el suelo
Díjose a sí mismo una voz y aquel oro de ceca
se arremolinó en un amén y se hizo el varón.
Me encontró virgen, me surcó y me sembró.
Me bebió, como quien se echa con sed sobre un río.
Pero lo pasado pasado está.
Ahora soy vieja, y en un reino de columnas derrumbadas
voy y vengo por entre los cipreses y las palomas.
Me tienen por loca, y piensan que miento
cuando digo que fui desvirgada por Zeus.
Para burlarse de mí baten una moneda en el mármol
y yo pienso que él vuelve, y me quito la ropa
y me dejo caer desnuda en la hierba come
bianca neve scende senza vento.
Ni escucho sus risas. Ya voy vieja
pero nunca pude salir de aquel sueño de antaño.
De "Herba aquí ou acolá" 1980
Tr. César Antonio Molina
Yo soy Dánae. Desnuda caía en el lecho come
bianca neve scende senza vento.
Y llegó secreto con el fulgor
convertido en monedas de oro que cayeron
sobre mí, alrededor, en el suelo
Díjose a sí mismo una voz y aquel oro de ceca
se arremolinó en un amén y se hizo el varón.
Me encontró virgen, me surcó y me sembró.
Me bebió, como quien se echa con sed sobre un río.
Pero lo pasado pasado está.
Ahora soy vieja, y en un reino de columnas derrumbadas
voy y vengo por entre los cipreses y las palomas.
Me tienen por loca, y piensan que miento
cuando digo que fui desvirgada por Zeus.
Para burlarse de mí baten una moneda en el mármol
y yo pienso que él vuelve, y me quito la ropa
y me dejo caer desnuda en la hierba come
bianca neve scende senza vento.
Ni escucho sus risas. Ya voy vieja
pero nunca pude salir de aquel sueño de antaño.
De "Herba aquí ou acolá" 1980
Tr. César Antonio Molina
Ãlvaro Cunqueiro
Epitafio
Dos perfiles, son dos, en el inerte
yacer del afilado caballero,
pero un solo perfil, el verdadero,
haciendo la moneda de su muerte.
Moneda del vivir -azar y suerte-
ya jugó su caer triste y austero,
y ahí está el amante más sincero
esperando un amor que lo despierte.
Ya en línea y trazos fieles se resume
su enérgico morir tan delicado,
de amante que en olvidos se consume.
Qué fragancia de besos que no ha dado.
Oh valeroso y único perfume.
Oh, el morir en olor de enamorado.
Dos perfiles, son dos, en el inerte
yacer del afilado caballero,
pero un solo perfil, el verdadero,
haciendo la moneda de su muerte.
Moneda del vivir -azar y suerte-
ya jugó su caer triste y austero,
y ahí está el amante más sincero
esperando un amor que lo despierte.
Ya en línea y trazos fieles se resume
su enérgico morir tan delicado,
de amante que en olvidos se consume.
Qué fragancia de besos que no ha dado.
Oh valeroso y único perfume.
Oh, el morir en olor de enamorado.
Javier de Bengoechea
Oración
Para este amor que entre ella y yo creamos,
y entre los dos cuidamos y crecimos,
y entre los dos también alimentamos,
un poquito de sangre te pedimos.
Corre dulce y alegre por la acera
y tiene el ojo lleno de entereza,
pero puede caer un día cualquierea
y quedar salpicado de tristeza.
Y se puede mojar en agua mala
y se puede enfermar de pulmonía
y se puede quedar en media sala
con la muerte clavada en la alegría.
Nosotros no podríamos ser felices
sin este amor de carne transparente:
nos matarían las grandes cicatrices
que nos puso el dolor sobre la frente.
Guárdanos este amor de ese siniestro
mal de muerte que ronda almacigales
para toda la vida. Padre nuestro
y Padre de los buenos animales!
Para este amor que entre ella y yo creamos,
y entre los dos cuidamos y crecimos,
y entre los dos también alimentamos,
un poquito de sangre te pedimos.
Corre dulce y alegre por la acera
y tiene el ojo lleno de entereza,
pero puede caer un día cualquierea
y quedar salpicado de tristeza.
Y se puede mojar en agua mala
y se puede enfermar de pulmonía
y se puede quedar en media sala
con la muerte clavada en la alegría.
Nosotros no podríamos ser felices
sin este amor de carne transparente:
nos matarían las grandes cicatrices
que nos puso el dolor sobre la frente.
Guárdanos este amor de ese siniestro
mal de muerte que ronda almacigales
para toda la vida. Padre nuestro
y Padre de los buenos animales!
Jorge Debravo
Despedida Al Pie de Un Rosal
Si no hay conocimientos en las cenizas
dejémoslas caer en la belleza frágil
de este rosal que tiembla en el otoño.
¿Amar, qué significa, si nada significa?
Huésped del tiempo esquivo, desnudo ya de mí,
retener el raído esplendor de la existencia
que una vez creí mía,
antes que, apresurado,
me ciegue en el reverso de esta luz.
Y aguardar esta espera sin alguna esperanza,
sentir la fe de nada, pues soplé en las cenizas
y nada hay fuera de ellas:
tan solo amar, sin pensamiento alguno,
el declinar pausado del Engaño.
Arde extraña la vida, como si contemplase
en mi extinción la ajena,
y no puedo apartar los ojos de su fuego.
Canta en el aire un pájaro,
el pájaro invisible de mi infancia,
el que entonces cantaba ya sin vida.
Arde una brasa aún al pie de este rosal
y no quema mi mano.
Cuánto olor en el aire, y el aire se lo lleva.
Si no hay conocimientos en las cenizas
dejémoslas caer en la belleza frágil
de este rosal que tiembla en el otoño.
¿Amar, qué significa, si nada significa?
Huésped del tiempo esquivo, desnudo ya de mí,
retener el raído esplendor de la existencia
que una vez creí mía,
antes que, apresurado,
me ciegue en el reverso de esta luz.
Y aguardar esta espera sin alguna esperanza,
sentir la fe de nada, pues soplé en las cenizas
y nada hay fuera de ellas:
tan solo amar, sin pensamiento alguno,
el declinar pausado del Engaño.
Arde extraña la vida, como si contemplase
en mi extinción la ajena,
y no puedo apartar los ojos de su fuego.
Canta en el aire un pájaro,
el pájaro invisible de mi infancia,
el que entonces cantaba ya sin vida.
Arde una brasa aún al pie de este rosal
y no quema mi mano.
Cuánto olor en el aire, y el aire se lo lleva.
Francisco Brines
Porque me tube que enamorar de ti si sabia perfectamente que no eras para mi
Por que verte hoy fue caer de nuevo amarte mas que ayer, extrañarte
Escuchar tu voz esta tarde fue asombroso
senti que podia volar, senti que podia volar
tocar tus manos sin querer fue perfecto
nada me podia ganar, nada me podia ganar
Escuchar tu risa que tanto extrañe estos años
fue el punto presiso para comenzar a llorar
y admitir mas que nunca antes lo mucho que no te e dejado de amar.
Por que verte hoy fue caer de nuevo amarte mas que ayer, extrañarte
Escuchar tu voz esta tarde fue asombroso
senti que podia volar, senti que podia volar
tocar tus manos sin querer fue perfecto
nada me podia ganar, nada me podia ganar
Escuchar tu risa que tanto extrañe estos años
fue el punto presiso para comenzar a llorar
y admitir mas que nunca antes lo mucho que no te e dejado de amar.
Tovléz
En busca de un nuevo día sin prometer, ni jurar, sin pensar en caer, sufrir , lastimar, odiar simplemente en creer, amar, perdonar y olvidar...
Alessandro Mazariegos
*Lo Bello de la Vida, es Saber Vivirla*
Vive cada instante de tu vida, con intensidad, con amor, sin razón ni medida, solamente vive a plenitud cada momento que la vida te ofrece.
Si te pone pruebas, supéralas, es un reto, pero disfruta al superarlas y alcanza tus metas sin miedo, sin rendirte. Porque el fuerte lucha jamás se rinde.
Si tropiezas y caes, levántate no te des por vencido antes de empezar, y si volvieras a tropezar y de nuevo caer, levántate con mas ímpetu y mas fuerzas de luchar que antes, No hay obstáculos que no se puedan vencer.
Hazte grande ante la adversidad, superarlo está en ti.
No te afanes a lo material, es necesario, pero no imprescindible.
Vive con humildad esto, te hará grande ante los demás
Da todo cuanto puedas sin esperar nada a cambio, pero hazlo que salga de tu corazón, nada impuesto es bueno. La vida te sabrá recompensar.
Vive con sencillez no hagas alarde de lo que eres o posees, has sido bendecido por Dios al obtenerlo. No hagas leña del árbol caído. Ten presente que en algún momento de la vida, tal vez hayas estado o puedes estar en las mismas condiciones.
No permitas en tu vida, la mediocridad, ni la hipocresía, son sentimientos vanos y bajos, que solo conllevan a la tristeza, la amargura y la soledad.
Aleja de ti los malos pensamientos, la rabia, la venganza, la envidia, la soberbia y la mentira, corroen tu alma y dañan tu corazón.
Abre tu corazón al amor y al perdón, esto te hará libre y dejará fluir la nobleza que habita en él.
“Vive a plenitud cada instante de tu vida, sin tener presente el ayer, sin pensar en el mañana, solo vive hoy cada momento que la vida te regala”
“Porque la Vida es Bella, y Vale la Pena Vivirla”
ALMA
Vive cada instante de tu vida, con intensidad, con amor, sin razón ni medida, solamente vive a plenitud cada momento que la vida te ofrece.
Si te pone pruebas, supéralas, es un reto, pero disfruta al superarlas y alcanza tus metas sin miedo, sin rendirte. Porque el fuerte lucha jamás se rinde.
Si tropiezas y caes, levántate no te des por vencido antes de empezar, y si volvieras a tropezar y de nuevo caer, levántate con mas ímpetu y mas fuerzas de luchar que antes, No hay obstáculos que no se puedan vencer.
Hazte grande ante la adversidad, superarlo está en ti.
No te afanes a lo material, es necesario, pero no imprescindible.
Vive con humildad esto, te hará grande ante los demás
Da todo cuanto puedas sin esperar nada a cambio, pero hazlo que salga de tu corazón, nada impuesto es bueno. La vida te sabrá recompensar.
Vive con sencillez no hagas alarde de lo que eres o posees, has sido bendecido por Dios al obtenerlo. No hagas leña del árbol caído. Ten presente que en algún momento de la vida, tal vez hayas estado o puedes estar en las mismas condiciones.
No permitas en tu vida, la mediocridad, ni la hipocresía, son sentimientos vanos y bajos, que solo conllevan a la tristeza, la amargura y la soledad.
Aleja de ti los malos pensamientos, la rabia, la venganza, la envidia, la soberbia y la mentira, corroen tu alma y dañan tu corazón.
Abre tu corazón al amor y al perdón, esto te hará libre y dejará fluir la nobleza que habita en él.
“Vive a plenitud cada instante de tu vida, sin tener presente el ayer, sin pensar en el mañana, solo vive hoy cada momento que la vida te regala”
“Porque la Vida es Bella, y Vale la Pena Vivirla”
ALMA
Alma Esperanza
HOLA CORAZON. ¿SABES?
Te extraño mucho¡¡¡
He querido olvidarte pero no he podido.
He intentado no pensar en ti pero más te recuerdo.
Cuando voy por las calles y miro las parejas caminando de la mano, no puedo evitar que los recuerdos invadan mi mente.
Hay ocasiones en las que me encuentro sola y no puedo evitar recordarte y preguntarme donde estarás y si todavía te acuerdas de mí.
En ocasiones en las que sin motivo alguno y sin perder evitarlo suelto el llanto abrazando tú fotografía y se me viene a la mente miles de bellos momentos que pasamos juntos, aquellos momentos en los que sin motivo alguno nos decíamos cuanto nos queríamos. En esos momentos en los que yo me sentía plena.
No sebes ¿cuánto te extraño? ¿Cuánto me haces falta?
A veces me gustaría regresar el tiempo y poderte decir cuánto te amo, y lo muy feliz que era al estar junto a ti¡¡¡
Hoy solo me queda tu recuerdo y mi triste realidad que es esta soledad.
Hay ocasiones en las que me reclamo a mi misma porque te sigo necesitando si tú almejar ya ni te acuerdas de mí, que si ya te has olvidado de todo lo que hemos pasado.
En ocasiones cuando mi corazón me exige que te busque mi conciencia me grita que no lo haga, que a lo mejor él ya no quiere saber más de mí.
Hoy en día creo que lo único que me queda es dejar que el tiempo haga lo suyo.
Dejar que el tiempo sane la herida que dejaste.
Que el lugar que tú ocupas en este momento, mañana lo ocupara otro que si lo quiera. Que el vacio que tengo hoy lo olvidare ya no lo sentiré así solo quedara como una experiencia de amor y desamor que por ti yo sentí.
Por último solo te quiero decir que no te guardo rencor, y que tampoco todo lo que te he dicho es un reproche solo es como me siento cada vez que me acuerdo de ti.
Que te deseo lo mejor en todo lo que hagas y que espero que seas muy feliz que siempre hagas lo que tu corazón te dicte, que él nunca se equivoca. Si ge tu camino que en el vienen muchas cosas buenas, que si en el te tropiezas levántate, que lo, que te haga caer te dejara una experiencia que te ara mejor persona.
Nomas te pido que no me olvides que tan siquiera me guardes como un lindo recuerdo por lo que algún día llegamos hacer.
Te amo y me haces falta pero no te preocupes que el tiempo ara lo suyo.
Atte.: tu chaparra
Te extraño mucho¡¡¡
He querido olvidarte pero no he podido.
He intentado no pensar en ti pero más te recuerdo.
Cuando voy por las calles y miro las parejas caminando de la mano, no puedo evitar que los recuerdos invadan mi mente.
Hay ocasiones en las que me encuentro sola y no puedo evitar recordarte y preguntarme donde estarás y si todavía te acuerdas de mí.
En ocasiones en las que sin motivo alguno y sin perder evitarlo suelto el llanto abrazando tú fotografía y se me viene a la mente miles de bellos momentos que pasamos juntos, aquellos momentos en los que sin motivo alguno nos decíamos cuanto nos queríamos. En esos momentos en los que yo me sentía plena.
No sebes ¿cuánto te extraño? ¿Cuánto me haces falta?
A veces me gustaría regresar el tiempo y poderte decir cuánto te amo, y lo muy feliz que era al estar junto a ti¡¡¡
Hoy solo me queda tu recuerdo y mi triste realidad que es esta soledad.
Hay ocasiones en las que me reclamo a mi misma porque te sigo necesitando si tú almejar ya ni te acuerdas de mí, que si ya te has olvidado de todo lo que hemos pasado.
En ocasiones cuando mi corazón me exige que te busque mi conciencia me grita que no lo haga, que a lo mejor él ya no quiere saber más de mí.
Hoy en día creo que lo único que me queda es dejar que el tiempo haga lo suyo.
Dejar que el tiempo sane la herida que dejaste.
Que el lugar que tú ocupas en este momento, mañana lo ocupara otro que si lo quiera. Que el vacio que tengo hoy lo olvidare ya no lo sentiré así solo quedara como una experiencia de amor y desamor que por ti yo sentí.
Por último solo te quiero decir que no te guardo rencor, y que tampoco todo lo que te he dicho es un reproche solo es como me siento cada vez que me acuerdo de ti.
Que te deseo lo mejor en todo lo que hagas y que espero que seas muy feliz que siempre hagas lo que tu corazón te dicte, que él nunca se equivoca. Si ge tu camino que en el vienen muchas cosas buenas, que si en el te tropiezas levántate, que lo, que te haga caer te dejara una experiencia que te ara mejor persona.
Nomas te pido que no me olvides que tan siquiera me guardes como un lindo recuerdo por lo que algún día llegamos hacer.
Te amo y me haces falta pero no te preocupes que el tiempo ara lo suyo.
Atte.: tu chaparra
bbsolax100mpre
de Paso
No es el tiempo
el que pasa.
Eres tú
que te alejas
apresuradamente
hacia la sombra,
y vas dejando caer,
como el que se despoja
de sus bienes,
todo aquello que amaste,
las horas
que te hicieron la dicha,
amigos
en quienes hubo un día
refugio tu tristeza,
sueños
inacabados.
Al final, casi
vacías las manos,
te preguntas
en qué momento
se te fue la vida,
se te sigue yendo,
como u hilo de agua
entre los dedos.
No es el tiempo
el que pasa.
Eres tú
que te alejas
apresuradamente
hacia la sombra,
y vas dejando caer,
como el que se despoja
de sus bienes,
todo aquello que amaste,
las horas
que te hicieron la dicha,
amigos
en quienes hubo un día
refugio tu tristeza,
sueños
inacabados.
Al final, casi
vacías las manos,
te preguntas
en qué momento
se te fue la vida,
se te sigue yendo,
como u hilo de agua
entre los dedos.
Meira Delmar
Atardeció Sin Ti
Atardeció sin ti. De los cipreses...
a las torres, sin ti me estremecía.
Qué desgana esperar un nuevo día
sin que me abraces y sin que me beses.
A fuerza de tropiezos y reveses
la piel de la esperanza se me enfría.
Qué agonía ocultarte mi agonía,
y qué resurrección si me entendieses.
Atardeció sin ti. Seguro y lento,
el sol se derrumbó, limón maduro,
y a solas recibí su último aliento.
Quién me viera caer, lento y seguro,
sin más calor ni más resurgimiento,
gris el alma y frustrada entre lo oscuro.
Atardeció sin ti. De los cipreses...
a las torres, sin ti me estremecía.
Qué desgana esperar un nuevo día
sin que me abraces y sin que me beses.
A fuerza de tropiezos y reveses
la piel de la esperanza se me enfría.
Qué agonía ocultarte mi agonía,
y qué resurrección si me entendieses.
Atardeció sin ti. Seguro y lento,
el sol se derrumbó, limón maduro,
y a solas recibí su último aliento.
Quién me viera caer, lento y seguro,
sin más calor ni más resurgimiento,
gris el alma y frustrada entre lo oscuro.
Antonio Gala
Xxxviii
Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.
Pero aquéllas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquéllas que aprendieron nuestros nombres...
ésas... ¡no volverán!
Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.
Pero aquellas cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día...
ésas... ¡no volverán!
Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar,
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.
Pero mudo y absorto y de rodillas
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido... desengáñate,
nadie así te amará.
Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.
Pero aquéllas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquéllas que aprendieron nuestros nombres...
ésas... ¡no volverán!
Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.
Pero aquellas cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día...
ésas... ¡no volverán!
Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar,
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.
Pero mudo y absorto y de rodillas
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido... desengáñate,
nadie así te amará.
Gustavo Adolfo Becquer
Falsa Elegía
Compartimos solo un desastre lento
Me veo morir en ti, en otro, en todo
Y todavía bostezo o me distraigo
Como ante el espectáculo aburrido.
Se destejen los días,
Las noches se consumen antes de darnos cuenta;
Así nos acabamos.
Nada es. Nada está.
Entre el alzarse y el caer del párpado.
Pero si alguno va a nacer (su anuncio,
La posibilidad de su inminencia
Y su peso de sílaba en el aire),
Trastorna lo existente,
Puede más que lo real
Y desaloja el cuerpo de los vivos.
Compartimos solo un desastre lento
Me veo morir en ti, en otro, en todo
Y todavía bostezo o me distraigo
Como ante el espectáculo aburrido.
Se destejen los días,
Las noches se consumen antes de darnos cuenta;
Así nos acabamos.
Nada es. Nada está.
Entre el alzarse y el caer del párpado.
Pero si alguno va a nacer (su anuncio,
La posibilidad de su inminencia
Y su peso de sílaba en el aire),
Trastorna lo existente,
Puede más que lo real
Y desaloja el cuerpo de los vivos.
Rosario Castellanos
La moderación es un temor a caer en la envidia y en el desdén que merecen los que se embriagan con su dicha; es una vana ostentación de la fuerza de nuestro ánimo; y finalmente, la moderación de los hombres que se ven muy encumbrados es un deseo de parecer más grandes aún que su buena fortuna.
Francisco de La Rochefoucauld
Lo único que yo ambiciono y deseo es no caer en la necesidad de vanagloriarme por mis virtudes y por mi inteligencia, y no pregonar mis buenas acciones.
Confucio
Algún día habrá de caer la estúpida frontera que separa nuestros dos territorios (Francia e Italia) que, junto con España, forman una nación.
Albert Camus
Es perderme en tus ojos y encontrar un hogar, es tenerte a mi lado cada mañana al despertar, ver caer la lluvia arropada en tus brazos con la esperanza de ser amado.
Soraya
Cuando Al Caer La Tarde Reconozca Tus Huellas
en un rastro lejano de añiles putrefactos,
sabré que me has amado
y te has muerto en mis brazos
al final de la ruta de las aves del mundo.
Allí, al final del agua,
donde se pierde el aire y mi pecho sin nubes,
allí donde termina tu amor y mi horizonte.
1993
en un rastro lejano de añiles putrefactos,
sabré que me has amado
y te has muerto en mis brazos
al final de la ruta de las aves del mundo.
Allí, al final del agua,
donde se pierde el aire y mi pecho sin nubes,
allí donde termina tu amor y mi horizonte.
1993
Elsa López
Sencillos Deseos
Hoy quisiera tus dedos
escribiéndome historias en el pelo,
y quisiera besos en la espalda,
acurrucos, que me dijeras
las más grandes verdades
o las más grandes mentiras,
que me dijeras por ejemplo
que soy la mujer más linda,
que me querés mucho,
cosas así, tan sencillas, tan repetidas,
que me delinearas el rostro
y me quedaras viendo a los ojos
como si tu vida entera
dependiera de que los míos sonrieran
alborotando todas las gaviotas en la espuma.
Cosas quiero como que andes mi cuerpo
camino arbolado y oloroso,
que seas la primera lluvia del invierno
dejándote caer despacio
y luego en aguacero.
Cosas quiero, como una gran ola de ternura
deshaciéndome un ruido de caracol,
un cardumen de peces en la boca,
algo de eso frágil y desnudo,
como una flor a punto de entregarse
a la primera luz de la mañana,
o simplemente una semilla, un árbol,
un poco de hierba.
Hoy quisiera tus dedos
escribiéndome historias en el pelo,
y quisiera besos en la espalda,
acurrucos, que me dijeras
las más grandes verdades
o las más grandes mentiras,
que me dijeras por ejemplo
que soy la mujer más linda,
que me querés mucho,
cosas así, tan sencillas, tan repetidas,
que me delinearas el rostro
y me quedaras viendo a los ojos
como si tu vida entera
dependiera de que los míos sonrieran
alborotando todas las gaviotas en la espuma.
Cosas quiero como que andes mi cuerpo
camino arbolado y oloroso,
que seas la primera lluvia del invierno
dejándote caer despacio
y luego en aguacero.
Cosas quiero, como una gran ola de ternura
deshaciéndome un ruido de caracol,
un cardumen de peces en la boca,
algo de eso frágil y desnudo,
como una flor a punto de entregarse
a la primera luz de la mañana,
o simplemente una semilla, un árbol,
un poco de hierba.
Gioconda Belli
Desde Donde Me Ciego de Vivir
Era una blanda emanación, casi
una terca oquedad de ternura,
un tibio vaho humedecido
con no sé qué tentáculos.
Abrí
los ojos, vi de cerca el peligro.
¡No, no te acerques, adorable
inmundicia, no podría vivir!
Pero se apresuraba hacia mi infancia,
me tendía su furia entre los lienzos
de la noche enemiga. Y escuché
la señal, cegué mi vida junta,
anduve a tientas hasta el cuerpo
temible y deseado.
Madre
mía, ¿me oyes, me has oído
caer, has visto mi triunfante
rendición, tú me perdonas?
La mano
balbucía allí dentro, rebuscaba
entre las telas jadeantes, iba
desprendiendo el delirio, calcinando
la desnuda razón.
Agrio desván
limítrofe, gimientes muebles
lapidarios bajo el candor malévolo
del miedo, ¿qué hacer si la memoria
se saciaba allí mismo, si no había
otra locura más para vivir?
Dulce
naufragio, dulce naufragio,
nupcial ponzoña pura del amor,
crédulo azar maldito, ¿dónde
me hundo, dónde
me salvo desde aquella noche?
Era una blanda emanación, casi
una terca oquedad de ternura,
un tibio vaho humedecido
con no sé qué tentáculos.
Abrí
los ojos, vi de cerca el peligro.
¡No, no te acerques, adorable
inmundicia, no podría vivir!
Pero se apresuraba hacia mi infancia,
me tendía su furia entre los lienzos
de la noche enemiga. Y escuché
la señal, cegué mi vida junta,
anduve a tientas hasta el cuerpo
temible y deseado.
Madre
mía, ¿me oyes, me has oído
caer, has visto mi triunfante
rendición, tú me perdonas?
La mano
balbucía allí dentro, rebuscaba
entre las telas jadeantes, iba
desprendiendo el delirio, calcinando
la desnuda razón.
Agrio desván
limítrofe, gimientes muebles
lapidarios bajo el candor malévolo
del miedo, ¿qué hacer si la memoria
se saciaba allí mismo, si no había
otra locura más para vivir?
Dulce
naufragio, dulce naufragio,
nupcial ponzoña pura del amor,
crédulo azar maldito, ¿dónde
me hundo, dónde
me salvo desde aquella noche?
José Manuel Caballero Bonald
El Reloj de Arena
Está bien que se mida con la dura
Sombra que una columna en el estío
Arroja o con el agua de aquel río
En que Heráclito vio nuestra locura
El tiempo, ya que al tiempo y al destino
Se parecen los dos: la imponderable
Sombra diurna y el curso irrevocable
Del agua que prosigue su camino.
Está bien, pero el tiempo en los desiertos
Otra substancia halló, suave y pesada,
Que parece haber sido imaginada
Para medir el tiempo de los muertos.
Surge así el alegórico instrumento
De los grabados de los diccionarios,
La pieza que los grises anticuarios
Relegarán al mundo ceniciento
Del alfil desparejo, de la espada
Inerme, del borroso telescopio,
Del sándalo mordido por el opio
Del polvo, del azar y de la nada.
¿Quién no se ha demorado ante el severo
Y tétrico instrumento que acompaña
En la diestra del dios a la guadaña
Y cuyas líneas repitió Durero?
Por el ápice abierto el cono inverso
Deja caer la cautelosa arena,
Oro gradual que se desprende y llena
El cóncavo cristal de su universo.
Está bien que se mida con la dura
Sombra que una columna en el estío
Arroja o con el agua de aquel río
En que Heráclito vio nuestra locura
El tiempo, ya que al tiempo y al destino
Se parecen los dos: la imponderable
Sombra diurna y el curso irrevocable
Del agua que prosigue su camino.
Está bien, pero el tiempo en los desiertos
Otra substancia halló, suave y pesada,
Que parece haber sido imaginada
Para medir el tiempo de los muertos.
Surge así el alegórico instrumento
De los grabados de los diccionarios,
La pieza que los grises anticuarios
Relegarán al mundo ceniciento
Del alfil desparejo, de la espada
Inerme, del borroso telescopio,
Del sándalo mordido por el opio
Del polvo, del azar y de la nada.
¿Quién no se ha demorado ante el severo
Y tétrico instrumento que acompaña
En la diestra del dios a la guadaña
Y cuyas líneas repitió Durero?
Por el ápice abierto el cono inverso
Deja caer la cautelosa arena,
Oro gradual que se desprende y llena
El cóncavo cristal de su universo.
Jorge Luis Borges
No sere el mismo de ayer
no querria perderte otra vez
pues a pesar del tiempo
te sigo queriend
No podría soportar perderte otra vez
no podria seguir si te vas
si me dejas una vez mas
tal vez por eso no me atrevo
no me acerco a ti para pedirte regresar
que vuelvas conmigo, pues no te e dejado de amar
quizas por eso prefiero llorar
una noche mas, para caer dormido
y soñar que sigues aqui
que nunca te fuiste, que nunca te iras.
no querria perderte otra vez
pues a pesar del tiempo
te sigo queriend
No podría soportar perderte otra vez
no podria seguir si te vas
si me dejas una vez mas
tal vez por eso no me atrevo
no me acerco a ti para pedirte regresar
que vuelvas conmigo, pues no te e dejado de amar
quizas por eso prefiero llorar
una noche mas, para caer dormido
y soñar que sigues aqui
que nunca te fuiste, que nunca te iras.
Tovléz
el amor no es mas que una devilidad de una mente devil e inferior..como la mia pues me he enamorado de un amor no correspondido y eso me comvierte en el ser mas insignificante y tonto de la fas de la tierra por seguir mendigando amor como un animal callejero mendiga un poco de cariño y lo único que recive es rechazo y desilucion por eso nunca se enamoren y si lo hacen pues traten de no caer tan bajo como yo
lium
Señora
Señora hay demasiados pájaros
En vuestro piano
Que atrae el otoño sobre una selva
Espesa de nervios palpitantes y libélulas
Los árboles en arpegios insospechados
A veces pierden la orientación del globo
Señora lo soporto todo. Sin cloroformo
Desciendo al fondo del alba
El ruiseñor rey de setiembre me informa
Que la noche se deja caer entre la lluvia
Burlando la vigilancia de vuestras miradas
Y que una voz canta lejos de la vida
Para sostener el espacio desclavado
El espacio tan lleno de estrellas que se va a caer
Señora a las diez huele a tabaco de artista
Amáis el nadir a cuerpo de pájaro
Sois un fenómeno ligero
Me voy solitario hacia el ocaso de los turistas
Es mucho más bello
Señora hay demasiados pájaros
En vuestro piano
Que atrae el otoño sobre una selva
Espesa de nervios palpitantes y libélulas
Los árboles en arpegios insospechados
A veces pierden la orientación del globo
Señora lo soporto todo. Sin cloroformo
Desciendo al fondo del alba
El ruiseñor rey de setiembre me informa
Que la noche se deja caer entre la lluvia
Burlando la vigilancia de vuestras miradas
Y que una voz canta lejos de la vida
Para sostener el espacio desclavado
El espacio tan lleno de estrellas que se va a caer
Señora a las diez huele a tabaco de artista
Amáis el nadir a cuerpo de pájaro
Sois un fenómeno ligero
Me voy solitario hacia el ocaso de los turistas
Es mucho más bello
Vicente Huidobro
Hace mil años parece,
me enseñazte a no caer
y aun mas a quererte.
Con dulces palabras
me ayudabas a olvidar
los estragos que en mi alma
marcaban mi dignidad.
Cuando estaba lejos de ti,
recordaba lo aprendido,
pero hace ya algún tiempo
cuando estabas lejos,
mi debilidad volvio,
no pude soportarlo,
no me mantuve en pie,
me deje caer...
me arraste...
hacia un olvido,
hacia el terrible abismo.
Ahora soy lo que fui
y no puedo regresar a ti,
pues ya pasaron mil años
y se que te has olvidado de mi.
me enseñazte a no caer
y aun mas a quererte.
Con dulces palabras
me ayudabas a olvidar
los estragos que en mi alma
marcaban mi dignidad.
Cuando estaba lejos de ti,
recordaba lo aprendido,
pero hace ya algún tiempo
cuando estabas lejos,
mi debilidad volvio,
no pude soportarlo,
no me mantuve en pie,
me deje caer...
me arraste...
hacia un olvido,
hacia el terrible abismo.
Ahora soy lo que fui
y no puedo regresar a ti,
pues ya pasaron mil años
y se que te has olvidado de mi.
Aide Lucatero Birrueta
¡qué Duro Estar Prensado Sin Remedio!
Qué duro estar prensado sin remedio
entre los muebles tristes de la pena!
Sacar de todas partes tedio y tedio
como un innumerable mar de arena...
Qué duro ir por la vida haciendo sueños
y encontrárselos todos en el suelo,
andrajosos, sin alma, pedigüeños,
como un largo telón de desconsuelo...
Y qué duro caer sobre una cama
donde nadie nos mira ni nos ama,
donde solo la sábana se mueve!
Y qué duro pensar que no hay remedio,
que aquí y allá no brota siempre el tedio
como una nube gris que llueve y llueve!
Qué duro estar prensado sin remedio
entre los muebles tristes de la pena!
Sacar de todas partes tedio y tedio
como un innumerable mar de arena...
Qué duro ir por la vida haciendo sueños
y encontrárselos todos en el suelo,
andrajosos, sin alma, pedigüeños,
como un largo telón de desconsuelo...
Y qué duro caer sobre una cama
donde nadie nos mira ni nos ama,
donde solo la sábana se mueve!
Y qué duro pensar que no hay remedio,
que aquí y allá no brota siempre el tedio
como una nube gris que llueve y llueve!
Jorge Debravo
Canción de La Noche Callada
En la noche balsámica, en la noche,
cuando suben las hojas hasta ser las estrellas,
oigo crecer las mujeres en la penumbra malva
y caer de sus párpados la sombra gota a gota.
Oigo engrosar sus brazos en las hondas penumbras
y podría oír el quebrarse de una espiga en el campo.
Una palabra canta en mi corazón, susurrante
hoja verde sin fin cayendo. En la noche balsámica,
cuando la sombra es el crecer desmesurado de los árboles,
me besa un largo sueño de viajes prodigiosos
y hay en mi corazón una gran luz de sol y maravilla.
En medio de una noche con rumor de floresta
como el ruido levísimo del caer de una estrella,
yo desperté en un sueño de espigas de oro trémulo
junto del cuerpo núbil de una mujer morena
y dulce, como a la orilla de un valle dormido.
Y en la noche de hojas y estrellas murmurantes
yo amé un país y es de su limo oscuro
parva porción el corazón acerbo;
yo amé un país que me es una doncella,
un rumor hondo, un fluir sin fin, un árbol suave.
Yo amé un país y de él traje una estrella
que me es herida en el costado, y traje
un grito de mujer entre mi carne.
En la noche balsámica, noche joven y suave,
cuando las altas hojas ya son de luz, eternas...
Mas si tu cuerpo es tierra donde la sombra crece,
si ya en tus ojos caen sin fin estrellas grandes,
¿qué encontraré en los valles que rizan alas breves?,
¿qué lumbre buscaré sin días y sin noches?
En la noche balsámica, en la noche,
cuando suben las hojas hasta ser las estrellas,
oigo crecer las mujeres en la penumbra malva
y caer de sus párpados la sombra gota a gota.
Oigo engrosar sus brazos en las hondas penumbras
y podría oír el quebrarse de una espiga en el campo.
Una palabra canta en mi corazón, susurrante
hoja verde sin fin cayendo. En la noche balsámica,
cuando la sombra es el crecer desmesurado de los árboles,
me besa un largo sueño de viajes prodigiosos
y hay en mi corazón una gran luz de sol y maravilla.
En medio de una noche con rumor de floresta
como el ruido levísimo del caer de una estrella,
yo desperté en un sueño de espigas de oro trémulo
junto del cuerpo núbil de una mujer morena
y dulce, como a la orilla de un valle dormido.
Y en la noche de hojas y estrellas murmurantes
yo amé un país y es de su limo oscuro
parva porción el corazón acerbo;
yo amé un país que me es una doncella,
un rumor hondo, un fluir sin fin, un árbol suave.
Yo amé un país y de él traje una estrella
que me es herida en el costado, y traje
un grito de mujer entre mi carne.
En la noche balsámica, noche joven y suave,
cuando las altas hojas ya son de luz, eternas...
Mas si tu cuerpo es tierra donde la sombra crece,
si ya en tus ojos caen sin fin estrellas grandes,
¿qué encontraré en los valles que rizan alas breves?,
¿qué lumbre buscaré sin días y sin noches?
Aurelio Arturo
Mi Amante
Desnuda, mi funesta amante
de piel vencida y casta como deshabitada,
sacudes sobre el lecho voces
y ternuras contrarias a mis manos,
y un crepúsculo escucho entre tu cuerpo
cuando al caer en ti agonizo
en un nacer marchito, sin el duelo
comparable al temor de tu agonía.
Contigo transparento la caída
de un alud o huracán de rosas:
suspiros de manzanas en tumulto
diciéndome que el hombre está vencido,
confuso en amarguras y vacías miradas.
En ti respondo al mundo, y en tu cuerpo
respiro ese sabor de los sepulcros;
una noche no más, y tu mirada
persiste, implora y vence entre mis ojos,
decidida a una lucha prolongada
donde el recuerdo se convierte
en esa área languidez del pensamiento,
como materia de tus ojos mismos.
Lloras a veces arrojando
fúnebres aguas de perfume ciego,
como si desprendida de una antigua idea
vinieras hasta mí, tan clara
como un ángel dormido en el espacio,
a dejar evidencia, luz y vida;
y en tus lágrimas miro surgir tu suave piel
como si en ellas prolongaras
o hicieras más probable tu existencia,
derramando el aroma de tu sueño
sobre esta soledad de tu desnudo.
Desnuda, mi funesta amante
de piel vencida y casta como deshabitada,
sacudes sobre el lecho voces
y ternuras contrarias a mis manos,
y un crepúsculo escucho entre tu cuerpo
cuando al caer en ti agonizo
en un nacer marchito, sin el duelo
comparable al temor de tu agonía.
Contigo transparento la caída
de un alud o huracán de rosas:
suspiros de manzanas en tumulto
diciéndome que el hombre está vencido,
confuso en amarguras y vacías miradas.
En ti respondo al mundo, y en tu cuerpo
respiro ese sabor de los sepulcros;
una noche no más, y tu mirada
persiste, implora y vence entre mis ojos,
decidida a una lucha prolongada
donde el recuerdo se convierte
en esa área languidez del pensamiento,
como materia de tus ojos mismos.
Lloras a veces arrojando
fúnebres aguas de perfume ciego,
como si desprendida de una antigua idea
vinieras hasta mí, tan clara
como un ángel dormido en el espacio,
a dejar evidencia, luz y vida;
y en tus lágrimas miro surgir tu suave piel
como si en ellas prolongaras
o hicieras más probable tu existencia,
derramando el aroma de tu sueño
sobre esta soledad de tu desnudo.
Alà Chumacero
Escritura
Afuera llueve
Tu mano escribe a mi lado un poema
Veo caer la lluvia
Los trazos emiten un sentido
En los charcos de la calle flotan palabras
Una lenta humedad de signos nos ciñe al respirar
Estoy empapado de ti cuando te leo
Somos ya una misma esencia
atrapada entre agua y escritura.
Afuera llueve
Tu mano escribe a mi lado un poema
Veo caer la lluvia
Los trazos emiten un sentido
En los charcos de la calle flotan palabras
Una lenta humedad de signos nos ciñe al respirar
Estoy empapado de ti cuando te leo
Somos ya una misma esencia
atrapada entre agua y escritura.
Enrique Jaramillo Levi
Esta es la advertencia que e dirigió Yavé en el momento en que su mano pesaba sobre mí y él me mandó que no siguiera el camino de ese pueblo. Estas fueron sus palabras: "Cuando la gente dice: "¡Conspiración!, no repitan asustados: "¡Conspiración!" No teman lo que ellos temen, ni tengan miedo. Yavé de los ejércitos es el único a quien ustedes deben temer y a quien deben respetar. El será un santuario para los dos reinos de Israel, pero también es piedra de tropiezo y roca que hace caer. El será como una red y una trampa para la gente de Jerusalén. Muchos tropezarán con ella, caerán en ella y se quebrarán, quedarán atrapados y presos". Y añadió Yavé: "Conserva estas instrucciones que te comunico y ponles un sello en presencia de mis discípulos."
Jesús Cristo
La Casa Del Silencio
La casa del silencio
se yergue en un rincón de la montaña,
con el capuz de tejas carcomido.
Y parece tan dócil
que apenas se conmueve con el ruido
de algún árbol cercano, donde sueña
el amoroso cónclave de un nido.
Tal vez nadie la habita
ni la quiere,
Y acaso nunca la vivieron hombres;
pero su lento corazón palpita
con un profundo latir de resignando,
cuando el rumor la hiere
y la sangra del trémulo costado.
Imagino, en la casa del silencio,
un patio luminoso, decorado
por la hierba que roe las canales
y un muro despintado
al caer de las lluvias torrenciales.
Y en las noches azules,
la pienso conturbada si adivina
un balbucir de luz en sus escaños,
y la oigo verter con un ruido
ya casi imperceptible, contenido,
su lor paternal de tres mil años.
La casa del silencio
se yergue en un rincón de la montaña,
con el capuz de tejas carcomido.
Y parece tan dócil
que apenas se conmueve con el ruido
de algún árbol cercano, donde sueña
el amoroso cónclave de un nido.
Tal vez nadie la habita
ni la quiere,
Y acaso nunca la vivieron hombres;
pero su lento corazón palpita
con un profundo latir de resignando,
cuando el rumor la hiere
y la sangra del trémulo costado.
Imagino, en la casa del silencio,
un patio luminoso, decorado
por la hierba que roe las canales
y un muro despintado
al caer de las lluvias torrenciales.
Y en las noches azules,
la pienso conturbada si adivina
un balbucir de luz en sus escaños,
y la oigo verter con un ruido
ya casi imperceptible, contenido,
su lor paternal de tres mil años.
José Gorostiza
Cada vez que te veo, abordando un autobús, cruzando alguna calle, hablando por algún telefono publico, o simplemente en mi imaginación, cierro los ojos, aprieto mis puños, tenso todo mi cuerpo, se me eriza la piel, pero después de una dura lucha instantanea, logro controlar la lagrima que amenazaba con escapar de mis ojos. Pienso, “¿Por qué no puedo olvidarla?” tus ojos me visitan cada noche, tus labios, tus mejillas, todos los recuerdos de ti se entierran en mi pecho y luchar por hacerme caer en llanto. Algunas veces lo consiguen, otras no. Recuerdo las primeras palabras, las invitaciones a la iglesia, a los grupos de jóvenes, a las posadas, a las prosesiones, a tus entrenos de futbol, a tus presentaciones en las obras religiosas. Recuerdo las platicas en la banqueta color verde que solias visitar día con dia. Recuerdo mi cobardia constante y desesperante al momento de una insinuación tuya. Recuerdo el día que te enamoraste de el, recuerdo cuando usabas braquets, el pelo descompuesto, tu inocencia se veia a flor de piel, tu belleza era como la de una niña, esa ropa floja que te caracterizaba en medio de todas tus amigas, que al contrario de ti, buscaban verse cada vez mas bellas, atractivas, seducir chavos. Tu no, tu eras diferente, eras especial. No te pasabas horas en el espejo, no te depilabas día a dia, no te bañabas en perfume. Pero a pesar de todo eso, tu belleza resaltaba, tu atractivo era mas que evidente, tu carisma te hacia cada día mas inolvidable.
Cristian Argueta