Caminante no hay camino antonio machado analisis ( 5 )
Caminante no hay camino antonio machado analisis. Encuentra docenas de caminante no hay camino antonio machado analisis con fotos para copiar y compartir.
Si dices lo que piensas y no lo que otra persona piensa por ti estás en el camino de convertirte en un hombre importante.
James Matthew Barrie
El camino misterioso va hacia el interior. Es en nosotros, y no en otra parte, donde se halla la eternidad de los mundos, el pasado y el futuro.
Novalis
La cultura es un bien personal. Unicamente nos llega por el camino del cultivo propio.
Llorenc Villalonga
Hice un duro camino antes de darme cuenta de que la fama no es tan importante como la impronta que dejas.
Kark Lagerfeld
Escoger un camino significa abandonar otros. Si pretendes recorrer todos los caminos posibles acabarás no corriendo ninguno.
Paulo Coelho
Quien te quiere, si te quisiera solamente a ti, no podría quererte, porque no sabría como a quién ni como a qué quererte.
Antonio Porchia
Cuando sueñas, lloras o bailas como un loco y el temor acecha, te duele el tiempo perdido y llueve. Escribe entonces.
Antonio Brañas
La savia que alimenta la memoria del alma humana casi está seca. ¿Morirá la memoria del alma humana?.
Antonio Porchia
Noviembre
A mi padre
Me acodé en el balcón:
las estrellas giraban,
musicales y suaves, como los crisantemos
de las huertas perdidas.
Toda la noche tiene manos inmaculadas
que pasar por las sienes que el cansancio golpea,
húmedos labios trémulos para tantas mejillas,
corazones acordes al par de sus silencios.
Me acordaba de ti,
del que no fueras nunca,
casi flor, casi germen, casi voz, casi todo
lo que nombra un deseo.
Aquél que hundió en la tierra su planta generosa,
los olivos que ceden su fruto a las escarchas;
el que alzaba su mano como si fuera un grito
poderoso y maduro sobre el marchito júbilo.
Me acordaba de ti,
como en noches pasadas,
tanto amor que se logra pero no se consuma
por no sé qué misterio,
y el corazón, tan lleno de flor y flor perenne,
de estrella y lunas fijas, de campo y campo abierto,
abría sus balcones hacia un paisaje oscuro
de paciencia y de adiós, de clemencia y de olvido.
A mi padre
Me acodé en el balcón:
las estrellas giraban,
musicales y suaves, como los crisantemos
de las huertas perdidas.
Toda la noche tiene manos inmaculadas
que pasar por las sienes que el cansancio golpea,
húmedos labios trémulos para tantas mejillas,
corazones acordes al par de sus silencios.
Me acordaba de ti,
del que no fueras nunca,
casi flor, casi germen, casi voz, casi todo
lo que nombra un deseo.
Aquél que hundió en la tierra su planta generosa,
los olivos que ceden su fruto a las escarchas;
el que alzaba su mano como si fuera un grito
poderoso y maduro sobre el marchito júbilo.
Me acordaba de ti,
como en noches pasadas,
tanto amor que se logra pero no se consuma
por no sé qué misterio,
y el corazón, tan lleno de flor y flor perenne,
de estrella y lunas fijas, de campo y campo abierto,
abría sus balcones hacia un paisaje oscuro
de paciencia y de adiós, de clemencia y de olvido.
Antonio Carvajal
Sin esa tonta vanidad que es el mostrarnos y que es de todos y de todo, no veríamos nada y no existiría nada.
Antonio Porchia
Uno, si quiere, olvida todo, puede tomar partido por apariencias, por sonidos quebrándose en jardines, por la cuesta que pastoresvmutilados arrastran con la sangre, o el césped cuando la piel brilla al descubierto en busca de reflejos verdaderos que respondan.
Antonio Brañas